En medio de las duras críticas que ha enfrentado en los últimos días, la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Concha Baracaldo, contó cómo fueron las circunstancias de su nombramiento y confirmó que el cargo se lo ofreció la primera dama, Verónica Alcocer.

La funcionaria habló en 6 AM 9 AM, el espacio de Caracol Radio dirigido por el periodista Gustavo Gómez, en el que respondió a varias de las críticas que le han hecho en las últimas semanas y habló sobre cómo conoció a la pareja presidencial.

Según dijo, “yo estaba tranquila en mi casa, estoy pensionada, y me dijeron: ‘quieres venir a colaborarme en el Instituto y trabajar’. Y yo dije, ‘sí, bueno, tengo que pensarlo un día’. Y me dijeron ‘tienes un día para pensarlo’”.

Cuando le preguntaron quién le había hecho ese ofrecimiento y quién la había contactado, Baracaldo respondió que “esa llamada me la hizo Verónica” Alcocer, la esposa del presidente Gustavo Petro.

“Nos conocemos. Somos vecinas. Hace mucho tiempo que yo la conozco a ella, y a Gustavo lo conozco porque los dos estudiamos en Zipaquirá y lo conozco desde que estábamos en el bachillerato”, afirmó la directora del ICBF.

Baracaldo confirmó que Verónica Alcocer fue quien le dijo “Concha, queremos que tú nos ayudes con esto y tenemos que hablar con el señor presidente a ver si eso es así”.

Y cuando se le preguntó si le parecía normal que la primera dama fuera la que ofreciera un cargo como la Dirección del ICBF, Baracaldo contestó: “Yo no le encuentro nada raro ni diferente. Me parece bien, me parece normal, porque ellos son una pareja, han trabajado y el señor presidente, por supuesto, que ha estado con ella, y entre los dos deciden las cosas”, dijo.

Ante la posibilidad de que Verónica Alcocer esté cogobernando con Petro, la funcionaria respondió: “No, pero me imagino que el esposo escucha lo que su esposa le dice”.

Duras críticas por la muerte de niños en La Guajira

Una de las más recientes polémicas sobre la Directora del ICBF se dio por la muerte de niños en La Guajira, departamento afectado por los altos niveles de desnutrición. En esta parte del país las cifras son crudas: más de 253 fallecimientos de menores asociados a desnutrición, 540 por infección respiratoria aguda y más de 103 por enfermedad diarreica, según la Alianza por la Niñez. En promedio, hay 21 niños muriendo al mes por desnutrición.

Según las estadísticas del Instituto Nacional de Salud, en lo que va corrido de 2022, solamente en La Guajira han muerto 76 menores de 5 años por enfermedades asociadas con la desnutrición.

En diálogo con SEMANA, Juan Carlos Freyle, quien preside el Colegio Médico de La Guajira, cuenta que cuando el presidente Petro llegó al Gobierno, recibió una llamada en la que le pedían ayuda y asesoría para enfrentar esta tragedia. Asegura que el problema radica en que los esfuerzos se han concentrado en solucionar el tema de acceso al agua potable, pero no se ha puesto suficiente atención a la prevención del hambre, como lo pidió la Corte Interamericana de Derechos Humanos. ”No basta con elaborar minutas o un menú desde Bogotá, debe haber conocimiento del territorio, de las costumbres, para que la dieta sea acorde a lo que allí se consume y se consigue”, explicó.

Así lo ratifica José Silva, líder indígena de la región, quien preside la organización Nación Wayuu y cuenta que la falta de oportunidades es un asunto de décadas, viven en la tierra del olvido, son, a su juicio, unos parias solitarios.

“El ICBF maneja miles de millones de pesos anuales, que se giran para atención de la primera infancia y aquí se pierden. No llegan. La gobernación nos tiene en un estado de abandono, no miran el tema de la desnutrición, el balón se lo tiran al ICBF, el ICBF nos manda a hablar con la gobernación. Nadie responde y los niños muriéndose”, reprocha Silva.

El pasado fin de semana, en entrevista con Vicky Dávila, directora de SEMANA, el presidente Petro negó que su esposa, Verónica Alcocer, tenga puestos en el Gobierno y aseguró que tampoco lo aceptaría.

“En el ICBF, la señora Baracaldo no tiene mucho tiempo de estar dirigiéndolo. Allí hay ollas de corrupción. Eso lo sabemos de antemano. Esas ollas han matado niños. Hay unos esquemas de atención que vienen desde hace mucho tiempo y que, en mi opinión, son ineficientes, siguen pegados a la bienestarina, a formas miserables para atender a los niños, miserabilismo. Se les ocurrió a los gobernantes que atender a los niños pobres tenía que ser con pobreza. Entonces tienen cuchitriles a donde los meten. No hay profesionalismo en muchos casos”, afirmó el mandatario.

Según Petro, “el caso guajiro es el intento de amoldar a la comunidad wayuu, que tiene una cultura diferente al ICBF, y que está construida desde Bogotá. En vez de hacer lo contrario. Es decir, meter al ICBF y adaptarlo a la cultura wayuu. Esa es la indicación que le he dado a la directora del ICBF. Tienen que hacer eso ya”.

Y en concreto cuando se le preguntó sobre si mantenía el respaldo a Baracaldo, Petro contestó: “Hay que probarla, esa es una prueba”.

“Nosotros no podemos permitir que los niños mueran de hambre en Colombia (...) Cualquier funcionario que no logre el objetivo se tiene que ir”, aseguró el jefe de Estado en la entrevista.