La controvertida exministra de Minas y Energía Irene Vélez regresa al gobierno del presidente Gustavo Petro.
SEMANA confirmó con fuentes de alta credibilidad de la Casa de Nariño que la hoja de vida de la filósofa será publicada en la página de la Presidencia en las próximas horas. El canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, la posesionaría la semana entrante.
Vélez llegará a respaldar algunas de las labores que viene empujando el embajador de Colombia en Reino Unido, Roy Barreras.
La exministra es cercana al presidente, pero tiene simpatías políticas con la vicepresidenta Francia Márquez. De hecho, la vice es amiga personal de Hildebrando Vélez, el padre de la exministra. Él, actualmente, labora en el Ministerio de la Igualdad como asesor del despacho.
Vélez fue una ministra controvertida. Es activista, filósofa, magister en estudios culturales y doctora en geografía política, carreras alejadas al conocimiento minero y energético del país.
Por eso, sus diversas posturas generaron ampolla y cuestionamientos en el sector a nivel internacional.
En otras palabras, la exministra protagonizó once meses de una gestión turbulenta, llena de salidas en falso, declaraciones problemáticas y acciones que sumieron al sector en la inoperancia.
Siguió la narrativa del presidente Gustavo Petro sobre lo que debería ser la transición energética al pie de la letra, pero los resultados dejaron mucho que desear.
Irene Vélez también chocó con la prensa. En una oportunidad, desde Cartagena, se enfadó en una conferencia de prensa y dejó a los periodistas con los micrófonos extendidos.
“Son como cincuenta preguntas en una, entonces yo te voy a... ¿Me dejas hablar, por favor? Gracias, porque, si no, no puedo responder. Entonces esto se acaba aquí, muchas gracias a los que alcanzaron a escuchar”, dijo la funcionaria, quien tuvo que pedir posteriormente disculpas por su trato a la prensa.
La entonces ministra también asistió a un evento del sector energético en Cali. Los periodistas le preguntaron sobre el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), el cual acumulaba un millonario déficit.
Vélez se equivocó con la cifra y dijo que el tamaño del déficit era de 10.000 billones. Era claro que esta es una cifra errada, por lo que el saldo en rojo se estimó para finales de 2022 en 30 billones de pesos.
Como si fuera poco, la exministra tuvo otra salida en falso cuando respondió sobre las reservas de gas y petróleo en el país. El problema es que a las últimas, sin conocimiento de cómo se denomina este indicador en el sector, las llamó “reservas de gasolina”.
Sin embargo, su gran lío actualmente es con la Procuraduría.
El organismo disciplinario la citó a juicio por, presuntamente, mover influencias ante funcionarios de Migración Colombia, con el fin de lograr que sus hijos menores de edad salieran del país, pese a que no tenían los permisos para hacerlo.
Una serie de correos electrónicos enviados por funcionarios de Migración Colombia son la piedra angular de este pliego de cargos. En los mismos, se hace mención de la situación que se presentó en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, de la ciudad de Cali, con los hijos de la ministra, el 18 de enero de 2023.
“Llamó aquí directamente. Se le autorizó. Ella dijo que mandaba un correo más tarde, para que tenga conocimiento”, señala uno de los correos electrónicos. Esto confirma lo revelado en exclusiva por Juan Felipe García, presidente del sindicato de Migración Colombia (Osemco), quien le contó a SEMANA que, por no contar con todos los documentos, se le iba a negar la salida del país al hijo menor de la entonces ministra.
Cabe recordar que, tan pronto conoció este escándalo, el predidente Gustavo Petro reaccionó en contra y, en una reunión privada en Bélgica, tras un viaje diplomático, le pidió la renuncia al Ministerio de Minas.
El Jefe de Estado, cansado de sus salidas en falso y controversias, no toleró un escándalo más en contra de su gobierno.
Vélez adelantó su regresó a Bogotá y anunció su salida del cargo.
No obstante, desde la próxima semana, la filósofa retornará al Gobierno Petro.