A pesar de que fue dado de baja hace 31 años, el narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria, uno de los capos colombianos de mayor reconocimiento en el mundo, será tema de discusión en el Congreso en las próximas semanas porque el congresista Cristian Avendaño, quien hace parte de la Alianza Verde, pretende que en Colombia se prohíba el uso, porte, venta y distribución de los objetos alusivos al Jefe del Cartel de Medellín.
El proyecto será radicado el próximo lunes en horas de la mañana.
“Es hora de dejar atrás a quienes le han causado tanto daño al país. Personajes como Pablo Escobar, Popeye, etc., merecen quedar en el olvido. Nosotros, como colombianos, hemos cargado el estigma de una época dolorosa de violencia y sangre en nuestro país y es nuestro deber luchar para erradicar la narcocultura que se nos ha impuesto por tanto tiempo”, explicó Avendaño.
Al congresista le parece que el hecho de que la gente lleve prendas, venda objetos enalteciendo asesinos, narcotraficantes, delincuentes, entre otros, “es una vergüenza y una falta de respeto con las víctimas. Si vamos a promover algo, que sea la alegría de nuestra gente, la biodiversidad, la cultura trabajadora, emprendedora y resiliente de los colombianos”, propuso el joven político.
La iniciativa plantea sanciones que incluyen multas, suspensiones temporales y destrucción de bienes, en caso de no acatar la norma.
“Es importante señalar que la norma tendría algunas excepciones, permitiendo el uso y porte de productos, símbolos, indumentaria, libros y material audiovisual cuando se utilicen con fines de pedagogía ciudadana, investigación o enseñanza”, aclaró el congresista.
Uno de los temas que enfrentará Cristian Avendaño a la hora del debate es la libertad de expresión consagrada en la Constitución Política. Por eso, el equipo legislativo tienen claro que el propósito fundamental es prohibir la comercialización de estos elementos. “Exaltar esas imágenes puede resultar en un hecho revictimizante”, explicó el congresista.
Sin duda el proyecto de ley tendrá más de un respaldo porque actualmente en Colombia distintos sectores políticos insisten en la necesidad de dejar atrás el morbo que producen estos personajes.
En enero de 2019, los propietarios de la Hacienda Nápoles, ubicada en Doradal, Antioquia, decidieron quitar del ingreso del lugar la afamada avioneta que perteneció al terrorista y fundador del Cartel de Medellín. La razón obedeció a razones éticas porque quisieron combatir los llamados “narcoturs”, donde se invitaba a extranjeros a recorrer los pasos de Escobar en Colombia.
Las piezas de la aeronave, con la que Escobar llevó su primer gramo de coca a Estados Unidos, quedaron en el ingreso de la hacienda y, según explicaron en su momento las directivas del establecimiento donde el capo se refugió durante muchos años, con la decisión se reafirmó que Nápoles tiene más futuro que pasado.
Precisamente, los “narcoturs” han sido fuertemente cuestionados en Medellín porque, según algunos antioqueños, se distorsiona la realidad de lo que ocurrió en la época de la violencia en esa región del país. En lugar de mostrarle al mundo las víctimas del narcotráfico, se expone a los capos, entre ellos, Pablo Escobar y su sicario, Jhon Jairo Velásquez Vásquez, como héroes del país.