El proyecto de ley que permitiría el transfuguismo o que los congresistas salten de un partido político a otro, pese a que la Constitución Política no lo permite, avanza a pasos agigantados en el Congreso.
Se trata del proyecto de acto legislativo, “por medio del cual se modifica el artículo 107 de la Constitución Política de Colombia” que los legisladores han catalogado como un proyecto de “libertad política”.
“Sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 134, dentro de los cuatro meses siguientes a la entrada en vigencia del presente acto legislativo, autorícese, por solo una vez, a los miembros de los cuerpos colegiados de elección popular, a renunciar al partido o movimiento político que los avaló sin renunciar a la curul o incurrir en doble militancia, para que posteriormente puedan inscribirse en un partido o movimiento político o en un grupo significativo de ciudadanos”, se lee en la propuesta de parágrafo transitorio que plantea el articulado.
Este lunes 1 de abril se conoció oficialmente el nombre de los 10 representantes a la Cámara que hacen parte de la Comisión Primera Constitución que fueron designados como ponentes de la iniciativa.
Causa curiosidad que varios de ellos no han escondido su interés de saltar de partido político, como ocurre con el congresista independiente Miguel Abraham Polo Polo, quien fue avalado por el Partido Ecologista Colombiano, con quien tiene fuertes diferencias políticas.
Mientras su casa política es cercana al gobierno del presidente Gustavo Petro, Polo Polo es uno de los acérrimos contradictores del jefe de Estado. Si el transfuguismo se aprueba, él será uno de los beneficiados porque podría saltar a otra colectividad. Oficialmente, el dirigente político no se ha referido a qué sector, eventualmente, llegaría.
Igual situación ocurre con Marelen Castillo, exfórmula vicepresidental de Rodolfo Hernández, también designada ponente en este proyecto de ley, quien no esconde sus profundas diferencias con la Liga de Gobernantes Anticorrupció, su colectividad, porque hoy está en poder exclusivo del ingeniero santandereano.
Ella, por distintas vías judiciales, ha pedido la escisión del partido e, incluso, solicitó ante el Consejo Nacional Electoral que se tumbara la resolución por la cual se le dio vida a la casa política que nació tras quedar de segunda en las urnas en las elecciones presidenciales. Ninguna acción ha prosperado.
Hoy, Castillo no tiene partido político y podría terminar en otras toldas. SEMANA conoció que varios sectores le han coqueteado, entre ellos el Centro Democrático.
En el listado de ponentes del proyecto de transfuguismo también están los congresistas Gabriel Becerra, del Pacto Histórico, y Carolina Arbeláez, quien hace parte de Cambio Radical.
Igualmente, el conservador Andrés Felipe Jiménez; Álvaro Leonel Rueda y Jorge Eliécer Tamayo, de La U; Duvalier Sánchez, de la Alianza Verde, y Luis Alberto Alban, de Comunes, anteriormente Farc.
Es decir, como estrategia política este proyecto tiene como ponentes a congresistas independientes, de oposición y cercanos al Gobierno Petro porque el transfuguismo parece que se convirtió en una prioridad en el Congreso en este 2024.
Por eso, a esta iniciativa le auguran buena suerte política porque el día de la radicación en la Secretaría del Congreso se conoció que 115 representantes a la Cámara la respaldaron como autores. Es decir, tiene mayorías.
Dos de los gestores son el representante David Racero y la senadora María José Pizarro, ambos del Pacto Histórico, a quienes se les vio recogiendo firmas para radicar el texto del proyecto. Recordemos que ambos quieren salir del partido Mais y llegar a la Colombia Humana, la colectividad del presidente Gustavo Petro.
El Centro Democrático anunció públicamente que no respaldará la propuesta, pero no es secreto que al interior del partido varios representantes ven con buenos ojos el alcance del proyecto.