El representante a la Cámara por Bogotá Andrés Forero le envió una carta a la alcaldesa Claudia López, respaldada y firmada por 16 congresistas más de diferentes bancadas, en la que exhortan a la mandataria distrital a que suspenda la apertura del proceso de licitación pública para la construcción del corredor verde por la carrera Séptima.
En la carta manifiestan que este proyecto genera incertidumbre en cuanto al impacto que podría generar, agudizando la problemática de movilidad existente en la ciudad y en el borde oriental.
“El tránsito de vehículos particulares quedaría suspendido de norte a sur desde la calle 92 hasta el centro de la ciudad y desde la calle 34 hasta la 100 el tráfico mixto solo podrá desplazarse sentido sur a norte”, argumentan los representantes en la misiva.
De acuerdo con los congresistas, este diseño no solo afectaría a los residentes y trabajadores de los 230 barrios que colindan este corredor de 19 kilómetros, sino que además desplazará el tráfico mixto a vías alternas como la Circunvalar, carrera 11, 13 y 15.
Por último, solicitaron que se suspenda el proceso de licitación pública hasta que no se lleven a cabo nuevos y mayores espacios de divulgación, participación y retroalimentación ciudadana y sectorial para atender cuestionamientos que preocupan a la comunidad.
Esta comunicación se suma a una carta abierta enviada la semana pasada a la alcaldesa por el exsenador de la República Jorge Robledo y el concejal Manuel Sarmiento, ambos del partido Dignidad, quienes le pidieron a la mandataria distrital aplazar la apertura de la licitación del corredor verde de la carrera Séptima en la capital del país.
De acuerdo con Robledo y Sarmiento, las zonas peatonales complementarias del TransMilenio por la carrera Séptima no deben provocarles graves perjuicios a los vecinos de esa vía ni a Bogotá.
“Es muy equivocado que las zonas verdes complementarias del TransMilenio por la carrera Séptima acaben con el flujo directo e ininterrumpido por esa vía del 86 % de los automotores de la ciudad, en el sentido norte-sur y entre las calles 94 y 32, es decir, de taxis, carros particulares, ambulancias, camiones de carga ligera, buses de colegios y motos, porque les provocan un gran daño a quienes tienen que usar esa vía y a los que se mueven por otras de las vías de la ciudad, por donde tendrían que transitar los vehículos expulsados de ese corredor vial”, aseguraron inicialmente en la misiva.
Los militantes del partido Dignidad señalaron, además: “Eliminar este importantísimo flujo vehicular, con su altísimo costo en tiempos perdidos, incomodidades y grandes daños económicos, no se justifica con que habrá más zonas peatonales. Porque se acierta en diseño urbano si se mejora la movilidad peatonal, pero sin destruir el mejor sistema de tránsito vehicular posible”.
Jorge Robledo y Manuel Sarmiento alertaron a la alcaldesa López que el problema de fondo “es que en el área relativamente escasa de la carrera séptima quieren imponer el TransMilenio y un espacio peatonal exagerado, proyectos que solo caben causándole un daño muy grave al flujo vehicular de la ciudad”.
Con este panorama, Robledo y Sarmiento le solicitaron a la mandataria aplazar la apertura de la licitación de este proyecto ―convocada para los próximos días― “de forma que, cualquiera que sea la decisión que al final tome, tenga el respaldo de un análisis democrático que nos asegure el acierto técnico en unas decisiones que además nos costarán a los bogotanos la enorme suma de 2,5 billones de pesos”.