Después del receso que tuvo el Congreso en diciembre y enero, este viernes 16 de febrero arranca el segundo período de la legislatura. Los congresistas tendrán un profundo y tenso escenario de debates en torno a la reforma a la salud, que ahora se discutirá en el Senado, y la también polémica reforma pensional. Esta vez, el receso legislativo duró un mes menos, gracias a una reforma constitucional que se aprobó liderada por el senador Marcos Daniel Pineda, del Partido Conservador.
La gran apuesta del gobierno de Gustavo Petro es que estas dos reformas sean aprobadas sí o sí en este período legislativo, que tiene más de un desafío tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, incluidas profundas divisiones, especialmente tras la aprobación en la Cámara de Representantes de la iniciativa en la salud. De hecho, en repetidas ocasiones, hubo que suspender los debates por falta de cuórum.
El camino que han recorrido la reforma a la salud y la pensional por el Congreso no ha sido fácil. El presidente Petro esperaba que el año pasado, en medio de las sesiones extraordinarias a las que convocó el Ejecutivo para discutir y aprobar sus proyectos, en las que también se contemplaba la laboral, tuvieron un camino de espinas: por ser devueltas, como la última, y por la enorme polémica que generaron las otras.
El calendario y el reloj de la legislatura rodarán a partir de este viernes. Los dos proyectos más importantes del Gobierno se enfrentan a una dura oposición, en especial la de la salud, ante las constantes advertencias de distintos gremios del sector, exministros y las propias EPS, sobre la crisis que desataría su aprobación.
¿Qué puede pasar si no son aprobadas?
El segundo período de sesiones del Congreso es la fecha límite para que una ley pueda ser tramitada, pues los pasados meses de febrero y marzo, las iniciativas de salud y pensional fueron radicadas, por lo que tienen que ser aprobadas antes del 20 de junio.
Por eso, todos los ojos van a estar en la mira y atentos de lo que cada congresista apruebe o rechace, de las movidas que realicen los ministros de Salud, Guillermo Jaramillo; el de Hacienda, Ricardo Bonilla, y de Interior, Luis Fernando Velasco, para que salgan adelante estas reformas.
Si no se logra que en sesiones ordinarias le den luz verde a estos proyectos, se citaría a sesiones extraordinarias. Si esto no ocurre, dichas iniciativas se caen, lo que representaría un duro golpe y derrota para Petro.
El propio ministro Velasco lo ha indicado en repetidas ocasiones: son reformas prioritarias y no hay cabida para perder el tiempo.
El panorama en el Senado
Si bien la reforma a la salud fue aprobada en la Cámara de Representantes, con todo lo que esto significó (reuniones de Petro con el expresidente Álvaro Uribe, la división en el Partido Verde, las presiones desde el Gobierno para que avanzara el debate), en el Senado el panorama no es nada fácil para Petro y sus ministros.
En la Cámara Alta hay una fuerte oposición. El Centro Democrático manifestó en días pasados que serán los contradictores a las reformas de Petro y se mantendrán en ello durante los debates.
Además, el Partido Liberal, que hace parte de la coalición oficialista, se desligó de ello. Su presidente, César Gaviria, dijo que decidirán si salen de la misma y toman una postura de independencia o de oposición frente al gobierno del presidente Petro.
Por todo lo que ha ocurrido en los últimos días en el país, cada vez toma más fuerza la posibilidad de que el liberalismo deje de ser partido de Gobierno y sus bancadas en Senado y Cámara se alejen del Ejecutivo, en un año en el que se requieren mayorías para aprobar las reformas de Petro.
Mientras que la reforma a la salud salió avante de la cámara baja por el apoyo de su presidente, el liberal Andrés Calle, aliado de Petro, con la llegada de Iván Name al Senado como presidente de esa corporación, en la pasada legislatura, que inició el 20 de julio, las cosas son muy distintas en la cámara alta.
Son varias las derrotas que ha sufrido el Gobierno en el Senado: no prosperó el proyecto de ley del cannabis de uso adulto en el país, la reforma laboral tuvo que ser de nuevo presentada y el hecho de que Angélica Lozano del Partido Verde no fuera quien liderara el Senado, marcaron un antes y un después.
El pistoletazo es este 16 de febrero. En la Comisión VII del Senado empezará la discusión de las dos reformas más importantes.