En medio de las marchas de este lunes primero de mayo, en conmemoración del Día Internacional del Trabajo, el presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, decidió salir al balcón de la Casa de Nariño y dedicar unas palabras a quienes se encontraban en la Plaza de Armas.
En el discurso uno de los temas principales fue la reforma laboral, pues inició agradeciendo a los asistentes y al pueblo trabajador que durante varios años han tomado la fuerza para reunirse y caminar “por un país mejor”.
“Le agradezco al pueblo trabajador. Durante muchas marchas del primero de mayo he estado allí con las pancartas caminando, gritado a veces una y otra vez”, empezó saludando Petro, recordando cuando marchaba en años anteriores en esta misma fecha.
Además, Petro aprovechó para resaltar que él es el presidente del cambio social y clarificar que seguirá trabajando por lograr la “gran transformación” que desde campaña anunció. Además, reiteró que no sería como anteriores presidentes, pues él no estaba buscando la comodidad de una pensión.
E incluyó que los tropiezos que ha tenido para sacar adelante algunas reformas en el Congreso no serán impedimentos para que logre cumplir un gran pacto social.
“Creían que Petro acorralado bajaría la idea de la gran transformación, bajaría la idea del cambio social, que simplemente se acomodaría para vivir tranquilo un hecho definitivo de su vida, el hecho de ser el primer presidente de izquierda de Colombia y que no molestaría más, que se iría tranquilo a vivir de su pensión, repitiendo de nuevo un Gobierno más de los mismos”.
Así mismo, Petro con su elocuencia aseguró que seguirá trabajando por la dignificación del trabajo y buscó persuadir a los colombianos de que su reforma laboral es esencial y traerá reparos y mejoras para todos los colombianos.
“El pedir unos criterios de mayor dignificación del trabajo no son un absurdo, tiene que ver con construir una sociedad más igualitaria, más justa, y una sociedad más justa es más pacífica, es más democrática, es más productiva”, agregó.
“Lo que estamos entonces es viviendo más o menos una misma situación, similar a la que vivía Alfonso López Pumarejo y su revolución en marcha. Si miráramos atrás diríamos que si ese gobierno liberal hubiera podido hacer las reformas y hubiera continuado ese proceso con algún sucesor, se llamase Gabriel Turbay o Jorge Eliécer Gaitán, Colombia no tendría la violencia que tiene hoy, no tendría el raquitismo democrático, no tendría los niveles de injusticia que tiene hoy”, puntualizó el mandatario.
Y agregó: “La libertad y la necesidad están ligadas entrañablemente, son dos conceptos paralelos, entrelazados. La libertad no es como nos los quiere mostrar ahora el mundo donde una poca gente que tiene con qué puede comprar lo que quiera y unos empresarios que pueden producir lo que quieran y de la manera que quieran”.
“La mayoría de la población no es ni lo uno ni lo otro, está excluida. Pareciera entonces que no tiene libertad, pero si vamos al concepto, la libertad consiste en superar las necesidades fundamentales del ser humano. Una persona es más libre entre más satisfaga sus necesidades fundamentales. Si la mayoría no puede satisfacer las necesidades básicas, entonces tenemos una sociedad que no es libre porque la libertad consiste en superar esas necesidades”, añadió el jefe de Estado.
“Nosotros hemos tratado de cumplir esa directriz del pueblo, que se expresó en las urnas, que supo entender que era el momento de dejar la barricada para ir por millones a las urnas porque allí era donde verdaderamente se podía cambiar la historia de Colombia”, afirmó.