La propuesta del presidente Gustavo Petro de resolver la violencia en el Cauca con movilización popular ha desatado críticas que lo señalan de querer atender la situación de orden público del país a partir de retórica.
Esa idea la lanzó el jefe de Estado el pasado 24 de diciembre, cuando dijo que “el año entrante estaremos con al movilización popular en contra de la violencia y con el proceso de sustituir economías ilícitas por lícitas. En el Cauca debe surgir el Poder Popular por la Paz”.
Ese planteamiento llegó en respuesta a los casos de violencia que afectan ese departamento donde se registró una masacre en Santander de Quilichao, fue asesinado el alcalde de Guachené, Elmer Abonía Rodríguez, también se reportó el asesinato al líder indígena Eliécer Puyo Chocué en Caldono y secuestraron al hermano de la alcaldesa de Corinto, William Velasco; este último ya está en libertad.
El exministro de Educación de su gobierno Alejandro Gaviria sostuvo que “la violencia está desatada y la respuesta del presidente Petro es un discurso especulativo y confuso. ¿No valdría la pena hacer claridad plena sobre el futuro de la paz total, la estrategia de seguridad, las políticas de desarrollo y las acciones inmediatas de gobierno que piensan llevar a la práctica?”.
Gaviria le cuestionó a Petro que “la urgencia del problema contrasta sin duda con toda esta retórica difusa”. Alejándose de la solución discursiva del presidente, el Ministerio del Interior propuso militarizar la zona para no dejar solos a los pobladores.
Pero lo que ha dicho el presidente es que “la violencia en el Cauca es el efecto de un intento de las organizaciones armadas por tomar el control de las comunidades y las organizaciones populares. Aprovechan la conflictividad interétnica y el poder de la economía ilícita”.
Por lo que plantea que “todo el movimiento popular debe oponerse al intento de control ejercido sobre la base del miedo y de la muerte. El estado está al servicio de su paz y su bienestar”.
El excandidato a la Presidencia Sergio Fajardo aseveró que el departamento no se merece esa violencia y señaló al Gobierno de ser incapaz de responderles a los habitantes de esa zona del país. “El Cauca no se merece esta violencia, no hay derecho. El Gobierno no ha sido capaz de responderle a un pueblo que lo apoyó mayoritariamente. ¿Alguien responderá?”, dijo Fajardo.
El exnegociador de paz con el ELN Juan Camilo Restrepo señaló que “el sentido común indica que para el norte del Cauca más que saturar de tropas impotentes el territorio, lo que se impone con apremio es una operación profunda y rápida de inteligencia militar y policial”.
El académico detalló: “Detrás de estos horribles asesinatos y masacres hay un designio criminal uniformes, y autores intelectuales que son los que están dando las órdenes a los gatilleros que tienen que descubrirse y desmantelarse es a base de inteligencia”.
El presidente Petro también detalló que la política de seguridad del Gobierno se basará más en el fortalecimiento de la inteligencia de la fuerza pública y la represión de las organizaciones multicrimen.
El presidente Gustavo Petro le ordenó a la fuerza pública dar con la captura de los autores de la masacre en Santander de Quilichao y señaló que esta incrementó sus operaciones ofensivas en el Cauca con el fin de restablecer el orden tras los hechos de violencia que se reportaron durante la semana de Navidad.