La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó este martes, por abrumadora mayoría, el proyecto que legaliza la marihuana para consumo adulto. Si bien aún falta mucho camino por recorrer, este se convierte en el avance más importante que ha obtenido esta propuesta hasta el momento.

En los últimos cinco años se han presentado en el Congreso cuatro proyectos para despenalizar la producción, el consumo y la comercialización del cannabis, todo con un resultado en común: no pasaban del segundo debate. Esta la primera vez que la plenaria de la Cámara aprueba esta propuesta.

“Un paso histórico para avanzar en una nueva política de drogas basada en enfoque de prevención; respetuosa de las libertades y que genere oportunidades económicas”, resaltó el representante Juan Carlos Losada, autor de este proyecto.

Este hecho significa que no solo Colombia, sino el mundo, está buscando nuevo enfoque en la lucha contra las drogas. En la retina del país quedó el reciente discurso del presidente Gustavo Petro en la ONU, en el que habló del cambio en la política antidrogas del mundo. “Ha fracasado la guerra contra las drogas y la lucha contra la crisis climática”, afirmó el mandatario en ese encuentro.

Asimismo, en otro momento, el mandatario habló de la posibilidad de legalizar todas las drogas, incluso la cocaína. “Mientras sea ilegal (la cocaína), es un mecanismo para hacer dinero, ahora podemos disminuir su poder mortífero, violento, que lo es, porque va dejando el territorio con estelas de sangre”, dijo el presidente en un evento en Buenaventura.

No es gratuito que, a pesar de que la reforma para legalizar la marihuana no es del Gobierno, dos ministros ―el de Justicia y el Interior― entraron a defenderlo, e incluso intervinieron ante la Plenaria para conseguir apoyos a esta propuesta.

Si se logra aprobar esta iniciativa en su totalidad, Colombia se convertiría en el tercer país de América Latina ―detrás de México y Uruguay― en legalizar el consumo en adultos a nivel nacional.

Sin embargo, para que esto ocurra, aún hay varios obstáculos por superar. El primero tiene que ver con el propio futuro del proyecto, por tratarse de una reforma constitucional, esta iniciativa debe superar ocho debates en el Congreso, de los cuales ha superado apenas dos.

De acuerdo con los tiempos que se manejan en el Congreso para las reformas constitucionales, estas deben debatirse en máximo dos periodos legislativos, es decir que para el 20 de junio ya tendría que haber culminado todo su trámite para poder convertirse en realidad, de manera que los tiempos también conspiran contra esta iniciativa, si se tiene en cuenta que el 16 de diciembre los congresistas salen a vacaciones y vuelven a legislar hasta el 16 de marzo.

Pero si hay compromiso de parte de los congresistas, algo que hasta el momento parece haber, y la reforma está aprobada para el 20 de junio del próximo año, esta no entrará en vigencia de forma inmediata, sino “12 meses después de su promulgación”, pues en ese lapso se deberá tramitar una norma reglamentaria para definir los detalles de la legalización. Es decir, antes de 2024 no estará completamente legalizada la marihuana en Colombia

“Después de aprobada la reforma tendremos que hacer una Ley que regule integralmente la producción, distribución, comercialización y consumo de cannabis en adultos. Este segundo paso es la regulación, allí deberá quedar consignado el modelo de mercado de esta sustancia, su regulación sanitaria, sus exigencias en materia de publicidad e incluso la naturaleza de los tributos que podrán ser cobrados en las distintas fases de producción”, le explicó a SEMANA el representante Losada.

Adicionalmente, el texto otorga seis meses al Gobierno para formular una política pública integral en torno a la prevención y atención del consumo del cannabis. Esta obligación supone que el Ejecutivo, en el marco de esta política pública integral, pueda proteger a los menores frente al consumo de marihuana.