En un poco más de siete meses de Gobierno, el presidente Gustavo Petro ha hecho grandes ajustes en su administración, pidiendo la salida de algunos de sus altos funcionarios. Otros, como recientemente lo hizo Hernando Bayona, viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media, decidieron dejar sus cargos voluntariamente.
Llama la atención que, en lo que va del Gobierno, ocho altos funcionarios han salido del gabinete y entidades del Estado. Estos son quienes han tenido que dejar sus cargos y las razones detrás de su salida.
La primera en salir fue Belizza Ruiz, viceministra de Energía en el Ministerio de Minas y Energía. La funcionaria salió porque la ministra Irene Vélez pidió su renuncia, quien se sentía incómoda con la presencia de la ingeniera electricista en el cargo.
La exviceministra denunció maltratos de Vélez y que no admitía sus recomendaciones como experta en el área en el que trabajaba. Después de varias semanas, el presidente Gustavo Petro aceptó su renuncia.
Después de solo un mes en el cargo, Flor Salazar, viceministra de Empleo y Pensiones del Ministerio de Trabajo, renunció a su cargo por incompatibilidades con la reforma pensional que se estaba construyendo al interior de la cartera.
“Es una decisión que va en línea con mis valores éticos y profesionales en la medida en que considero que la elaboración del proyecto de reforma se ha venido dando de una manera poco responsable”, manifestó Salazar en su momento.
Luego salió Concepción Baracaldo, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), envuelta en polémica por ser la primera en recibir un regaño del presidente Gustavo Petro, debido a las muertes de menores en La Guajira por desnutrición.
La directora de la entidad afrontó la oposición de figuras tanto del Gobierno como de la oposición, pidiendo su renuncia por sus supuestos malos manejos y la forma en la que llegó al cargo, supuestamente por ser amiga y vecina de Verónica Alcocer.
Finalmente, el pasado 8 de febrero, el presidente Gustavo Petro aceptó su renuncia, acción que se celebró desde todos los sectores políticos.
El pasado 27 de febrero, en una alocución presidencial, Gustavo Petro anunció la salida de tres de sus ministros: Alejandro Gaviria, Patricia Ariza y María Isabel Urrutia.
El primero, ministro de Educación, salió por su oposición a la reforma a la salud.
Frente a la salida de Ariza, ministra de Cultura, quedó en el aire que ocurrió por falta de resultados.
Urrutia, ministra del Deporte, habría sido separada del cargo por presuntos actos de corrupción, que ya son revisados por la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República.
Después de cinco meses en el cargo y a raíz de señalamientos de la bancada del Pacto Histórico en el Congreso, Giovanny Sepúlveda, viceministro de Minas, se vio obligado a renunciar a su cargo.
De acuerdo con los congresistas, el viceministro era cercano a multinacionales mineras como Aris Mining, Max Resource Corp y Libero Cobre, a raíz de reuniones en ejercicio de su cargo que sostuvo con delegados de dichas compañías.
Con la salida de Sepúlveda, la ministra Irene Vélez renovó a sus viceministros tan solo siete meses después de iniciar el Gobierno, muestra del ambiente al interior de la cartera y el espacio que existe en la misma para perfiles técnicos.
Finalmente, tras la salida de Alejandro Gaviria del Ministerio de Educación, se conoció la renuncia del viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media, Hernando Bayona Rodríguez.
En una carta dirigida al presidente, el exfuncionario agradeció al exministro Gaviria y a la actual ministra, Aurora Vergara. Finalmente, recalcó la responsabilidad que tiene el actual mandatario en temas de educación: “Presidente, tiene una gran responsabilidad, le pido que no nos defraude”.