La excandidata presidencial Ingrid Betancourt insistió en que habría varias inconsistencias en las versiones que se han dado sobre la muerte del teniente coronel Óscar Dávila, encargado de la seguridad del presidente Gustavo Petro y la Casa de Nariño y uno de los protagonistas del escándalo que rodea al Gobierno.
Según dijo Betancourt, uno de los hechos es que las horas no cuadran. “Más inconsistencias de la muerte del teniente coronel Dávila. El video marca 6:17 p.m. cuando conductor está en la tienda. Al volver lo encuentra muerto: sería máximo 6:20 p.m. Pero hay una llamada entre teniente coronel y un familiar 5 minutos antes de que notifiquen la prensa de su muerte”, criticó la excandidata presidencial.
Agregó que la prensa comunicó el hecho alrededor de las 6:40 p.m. y la llamada del teniente coronel Dávila habría sido entre las 6:30 y 6:35 p.m. “El conductor no lo encontró muerto al volver. Ahora se fue de vacaciones... y también entierran al teniente coronel de afán antes del dictamen de Medicina Legal. ¿Cuántos más caerán para tapar el narcoescándalo?”, cuestionó Betancourt.
Sobre el fallecimiento del coronel Dávila hay muchas dudas por resolver. En las últimas horas, se conoció que alcanzó a darle 50 millones de pesos en efectivo al abogado Miguel Ángel del Río para que lo defendiera en el escándalo de las chuzadas y el polígrafo que se le realizó a Marelbys Meza, la exniñera de Laura Sarabia. ¿Por qué le pagó si supuestamente iba a acabar con su vida? El abogado ha sido criticado por algunos sectores por conclusiones que ha sacado en medio del entramado y responsabilidades que ha atribuido.
Son muchas las dudas que siguen rodeando el caso del coronel. ¿Quién dio la orden de realizar el polígrafo a Marelbys Meza? ¿Quién ordenó las chuzadas? ¿Fue él quien, aprovechando que fue parte de las Comisiones Investigativas contra el Crimen Organizado (Cicor), pidió que la chuzarán haciéndola pasar como cercana a un cabecilla del Clan del Golfo? ¿Qué ocurre en el piso 13 de la Dian, en la oficina de anticipaciones, que estaba bajo su mando? ¿Por qué ofreció colaborar con la Fiscalía General de la Nación si iba a acabar con su vida? ¿Por qué la Policía sacó a vacaciones al uniformado escolta que lo acompañaba el día del suicidio? ¿Por qué le entregó 50 millones de pesos en efectivo al abogado Miguel Ángel del Río Malo para defenderlo?
Precisamente, otra de las grandes dudas es por qué se fue de vacaciones el conductor del teniente coronel Dávila, luego del deceso. Se trata del subintendente Javier Galeano, quien se encontraba con su superior en la localidad de Teusaquillo cuando ocurrieron estos hechos.
A pesar de las dudas, el presidente Gustavo Petro y el ministro de Defensa Iván Velásquez concluyeron rápidamente que se habría tratado de un suicidio. “Él me pidió que fuera a comprar una botella con agua, cuando regresé estaba en la camioneta, así, con un disparo”, contó el subintendente a los investigadores del CTI.
Betancourt también había dudado que en un barrio residencial no se hayan escuchado los disparos que acabaron con la vida del teniente coronel Dávila. “¿Acaso se utilizó un silenciador? Dudo que el arma de dotación del coronel tuviera silenciador. ¿A quién le sirve su muerte?”, criticó Betancourt.
Además, no cree convincente que alguien acabe con su vida en una vía pública. “El suicida que planea, escoge un sitio adecuado, escondido para que no lo interrumpan. El teniente coronel Dávila no estaba desesperado, al contrario, hizo prueba de profesionalismo, control y agudeza en su último audio”, aseguró Betancourt.
La excandidata presidencial considera que Dávila no se suicidó y que la actitud que tuvo horas antes de morir no es la de alguien desesperado que va a quitarse la vida, sino que es la de una persona que busca proteger su puesto, su honra y su vida. “Lo mataron, ¿ahora qué sigue?”, afirmó.