Daniel Mendoza, polémico escritor y activista del petrismo, desmintió a Luis Gilberto Murillo, ministro de Relaciones Exteriores, asegurando que él supo desde el principio que iba a ser nombrado embajador en Tailandia.
“El canciller sabía desde un primer momento que yo iba a ser designado embajador. Eso está en los chats que yo tuve con el canciller. Es decir, el presidente pidió que yo fuera el embajador”, manifestó Mendoza, en entrevista con Caracol Radio.
Dijo además que siguió hablando con el canciller sobre los trámites correspondientes por tres meses: “Él me remitió a Laura, del despacho del viceministro, y con ella manejé todos los trámites para que se llevara a cabo el nombramiento”.
Además, contó que fue felicitado por la funcionaria de la Cancillería cuando recibió una respuesta positiva a la solicitud de beneplácito.
“Estoy viviendo en Tailandia cuando eso pasa. Vengo acá a Colombia a pasar diciembre, el diciembre infernal que estoy pasando, y empieza todo este escándalo de los trinos, de la cuenta de los personajes de mi novela”, dijo el escritor para la emisora.
Luego de desatado el escándalo, de acuerdo con Mendoza, el canciller le dijo que el nombramiento era “inviable”, pero que era decisión del presidente.
“Después de haber estado hablando. Si él lo consideraba inviable, eso no tiene nada de malo”, dijo.
El canciller Murillo queda al descubierto, dado que en una declaración aseguró haber sido “el primero” en decirle al presidente que era un nombramiento inviable.
“Fui el primero en decirle al presidente Petro: ‘Inviable’. Todos los funcionarios del Gobierno que me contactaron, les dije: ‘Es inviable’”, manifestó el canciller hace pocas horas.
Y agregó: “Cuando estamos en esa discusión de la inviabilidad, obviamente la persona nominada, digamos, dijo que sí, que retiraba su nombre. Bueno, está bien. Me preguntó, le dije: ‘Su nombramiento es inviable, esa es mi posición como canciller. Ahora, esta es una decisión del presidente. No es mía’”.
El canciller Murillo, en principio, colaboró con los trámites del nombramiento, incluso sosteniendo conversaciones con Mendoza, por varios meses. Ante el escándalo dijo que era inviable, pero es claro que no fue la primera persona en advertirle esto al presidente Gustavo Petro.
La posición del gobierno de Gustavo Petro frente a los derechos de las mujeres se pone en entredicho con la elección de este tipo de figuras para cargos en entidades y ministerios, así como liderando misiones diplomáticas en el exterior.