Luego de que Germán Vargas Lleras publicara y diera a conocer por medio de sus redes sociales su columna en el diario El Tiempo, donde tocó el polémico tema de Hidroituango, Daniel Quintero no dudó en contestarle.

El ex vicepresidente se preguntó en su texto que “si todo está tan controlado, ¿por qué el alcalde Quintero solicita más tiempo para realizar otras pruebas? ¿Son indispensables esas pruebas para descartar cualquier riesgo? Yo creo que el alcalde lo que busca es pasarle toda la responsabilidad al Gobierno Nacional”.

Ante esto, Quintero respondió. “Las pruebas ya se hicieron y salieron bien. Esta no es la administración que causó el desplome del túnel de desviación donde se bajó la calidad de los materiales. Esta es la administración que reveló la verdad y le ha tocado reparar los daños”, se lee en el perfil oficial del mandatario de Medellín.

La realidad de la hidroeléctrica, que de nuevo parece estar en una encrucijada, alrededor de la cual se requiere decidir si prender o no prender las turbinas, la comisión V del Senado realizó un debate de control político a Hidroituango, promovido por la parlamentaria Isabel Cristina Zuleta, ambientalista, activista del feminismo, defensora de derechos humanos y, además, nacida en Ituango.

El eje central del espacio era la línea roja que implica proteger la vida de las comunidades que están en la parte baja del proyecto, teniendo en cuenta que, en días pasados, expertos en construcción de represas dijeron que Hidroituango no era viable, debido al riesgo que representa para las poblaciones.

Quintero, fue uno de los citados en el debate, en el cual la senadora Zuleta trajo a colación las escalofriantes cifras que retratan el hecho de que el proyecto se construye en una zona altamente afectada por la violencia, por lo cual su objetivo era defender ahora la vida de las comunidades aledañas a Hidroituango.

El mandatario de la capital antioqueña, quien compartió en el estrado con el hoy gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, recordó el momento en el que Hidroituango colapsó, en 2018. “No habían terminado la presa. El agua del río Cauca pasaba por la casa de máquinas y vibraba”, y recordó también las 600 familias que tuvieron que ser evacuadas, luego de lo cual regresaron y no encontraron nada, ni televisión ni camas. Se cerró así la casa de máquinas y el agua empezó a pasar por un vertedero, el cual es hoy el mayor riesgo que tiene Hidroituango, señaló Quintero.

Así las cosas, el encendido de las primeras turbinas, que son las que requieren el agua que está en el vertedero, es la salvación. “Para que 30 millones de toneladas de agua al día que caen de una altura de 200 metros en la base de la presa no sigan pasando por el vertedero, se necesita continuar. No hay que perder tiempo en eso. Entre más rápido, mejor. Después nos podemos ir en otras consideraciones, en sí bajará la tarifa de energía, como lo indican las simulaciones, o si se prenderán las demás turbinas”.

El debate a Hidroituango está cada vez más candente, a medida que se acerca la fecha límite para el encendido de las turbinas, lo que será el 30 de noviembre, según confirmó el senador Andrés Guerra, quien se mostró sorprendido porque Quintero dijo que esa ya no sería la fecha límite para prenderlas.