El nuevo ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, tendrá la tarea de sacar adelante una nueva propuesta de reforma a la educación en el Congreso. Rojas fue nombrado en ese cargo por el presidente Gustavo Petro, con el objetivo de tramitar un nuevo proyecto luego de que el mismo Gobierno dejara que se hundiera la iniciativa en la legislatura pasada por falta de tiempos y por los cambios que se le hicieron al proyecto.
Rojas no tendrá una tarea fácil y en el petrismo lo saben. SEMANA conoció por fuentes del Pacto Histórico que el trámite de la reforma a la educación y otras iniciativas legislativas quedaron quietas mientras el presidente Gustavo Petro les da una nueva instrucción en la bancada sobre cómo tramitar los proyectos.
En su discurso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, habló de revivir el fast track para tramitar leyes de manera exprés, como lo hizo el gobierno de Juan Manuel Santos. Una reforma a la educación iría en ese paquete.
Rojas ya tiene de base un borrador del proyecto que fue presentado inicialmente por la exministra Aurora Vergara y le agregará otros puntos que surgieron de la discusión que avanzó en el Congreso. Lo claro en el petrismo es que esta vez no permitirán que se añadan los puntos con los que no estuvieron de acuerdo y que fueron pactados con bancadas de oposición, lo que terminó hundiendo la iniciativa.
Aun recurriendo a la idea del fast track, el nuevo ministro de Educación deberá llegar al Congreso a buscar consensos junto al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo. Sin embargo, sus mensajes salidos de tono son un mal precedente y no han caído bien.
Rojas fue cuestionado por varios trinos en los que llamó a políticos de distintos sectores “hps” y “gonorrea”. Eso generó una fuerte molestia entre varios líderes de distintos sectores, quienes consideran que Petro no acertó con el nombramiento de Rojas en el cargo. De esa manera trató a personajes como Rodolfo Hernández, Claudia López, Álvaro Uribe y hasta a Carlos Amaya, quien fue cercano a Cristo en la Coalición Centro Esperanza.
Otro que participó en esa alianza y cuestionó la experiencia de Rojas para el cargo fue el exsenador Jorge Enrique Robledo, quien dijo que no se trata de un tema ideológico o menor, sino que no le conviene al país. “No es reemplazar los hechos con la agresión a las personas”, aseguró Robledo, refiriéndose a los madrazos de Rojas. Varios más expusieron los insultos que les dejó el nuevo ministro de Educación.
Aunque desde el petrismo han defendido el nombramiento banalizando o celebrando los insultos de Rojas, hay otros que consideran que no son simples comentarios y que las formas en política son importantes, más cuando tendrá que tramitar una reforma que cambiará el modelo de educación en el país.
“Esa es la Colombia que quieren Petro y los que lo apoyan. Ese es el mundo en que viven, lo que respiran, lo que enseñan, la Colombia que quieren hacer”, cuestionó el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa.
Rojas, por ahora, se abstiene de pronunciarse sobre la reforma a la educación que adelantará, aunque ha dado algunas ideas de lo que pretende sacar adelante. SEMANA conoció que, por ejemplo, le apuntaría a implementar un modelo petrista, especialmente en la educación superior, por medio del cual buscan brindar la gratuidad del estudio, una idea que Petro ha repetido en su carrera política pero que hasta el momento no ha logrado instalar.
Buscarán concertar un modelo alejado de lo que fue el programa Ser Pilo Paga de Juan Manuel Santos, que estuvo enfocado en permitir que los estudiantes eligieran en qué universidad estudiar, y se centrará más en incentivar las instituciones públicas que las privadas, lo que ya ha generado molestia y dudas en algunas universidades del país.
Otro punto clave que sacará adelante Rojas en una eventual reforma es que esa gratuidad de las instituciones públicas pueda llegar a los territorios más apartados, otra tarea que está pendiente en el país pero que el presidente Petro tampoco ha podido llevar a cabo.
En los próximos días, Rojas será nombrado oficialmente en el cargo, en medio de la tormenta que enfrenta. Una vez arranque la próxima legislatura el próximo 20 de julio, tramitará la reforma a la educación en medio del paquete de proyectos que llevará Petro al Congreso, a pesar de que en las filas del Pacto Histórico hay dudas sobre si deberían impulsar esa idea, ya que tendrán que priorizar las iniciativas y asegurar que salgan adelante.