El elevado costo del recibo de la luz en el Caribe sigue siendo un dolor de cabeza para los habitantes de esa región del país, y frente a ese panorama el Gobierno nacional sigue diseñando medidas para quebrar la tendencia al alza de ese servicio, las cuales aún no han tenido el efecto deseado a 9 meses de la administración del presidente Gustavo Petro.
Sobre esta preocupante realidad, que golpea el bolsillo de la llamada “economía popular”, el presidente de la República Gustavo Petro, lanzó un dardo a la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Adesco), respondiendo a una declaración en la que señaló que “no habrá reducción en las facturas de la Costa si no se disminuye el robo de energía”.
Por medio de su cuenta de Twitter, el mandatario colombiano indicó que es “ilegal” que los usuarios terminen asumiendo el elevado costo del servicio de la luz y negó tajantemente que las pérdidas de energías obedezcan a un “robo”.
“Las pérdidas de energía en la costa que no son robo sino falta de ingresos para pagar altas facturas no deben ser asumidas por la totalidad de los usuarios. Eso es ilegal”, trinó Petro.
Y continuó con el mensaje que publicó en sus redes sociales: “Las pérdidas pueden disminuir en un plan masivo entre empresas y el gobierno para poner techos solares en las casas se las capas pobres del Caribe”.
¿En Colombia hay riesgo de apagón? Esto dijo el presidente de Andesco, gremio de servicios públicos
El último apagón que hubo en Colombia le costó al país 3 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), dijo Camilo Sánchez, presidente de Andesco, gremio de empresas de servicios públicos.
De cara a un Fenómeno de El Niño, que está más cerca de lo que se cree, si bien el país está mejor preparado, con un nivel de embalses que permitiría aguantar el coletazo antes de que llegue la sequía, no hay tiempo para pensarlo dos veces.
No obstante, según el operador del mercado energético, XM, “puede haber un momento en el que las térmicas tengan que cubrir el 50 % de la energía que requiere el país, para que no ocurra un apagón”; mientras que no todo está listo en ese sentido.
El país tiene plantas térmicas que operan en la costa Caribe, cuatro de las cuales utilizan el carbón (Guajira I, Guajira II, Gecelca 3 y Gecelca 3.2).
Entretanto, hay otras ocho que funcionan con gas natural, que son Termoeléctrica de Barranquilla (Tebsa),Termoflores, Termocandelaria, Termocartagena, Termonorte, Proeléctrica, Termotesorito y Termocaribe).
Frente a la inminente situación crítica de la generación de energía desde la fuente hídrica, Sánchez señaló que debe echarse mano de todos los recursos que se tengan disponibles. Por ello, enfatizó en la necesidad de poner el foco en las fechas de entrada en operación para los proyectos de generación de las diferentes tecnologías, para que se pueda atender adecuadamente la demanda. Enfatizó en el cambio en el porcentaje que, se espera, provenga de fuentes renovables, las cuales, pasarían de ser el 2,7 % a 24,8 %.
Existe el riesgo de crisis
Pero una cosa es lo que está en el papel y otra la realidad, por lo que Sánchez dijo que las empresas que están involucradas en el sector energético “no queremos un apagón.
Es importante tener en cuenta que, si no entran los proyectos de energía eólica y solar en La Guajira, si no entra a tiempo lo que falta de Ituango y con un aumento -según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA)- de las probabilidades de una transición de las condiciones neutrales a Fenómeno del Niño durante los meses de mayo/julio de 2023, con posibilidades de que El Niño aumente durante octubre de 2023, principios de diciembre de 2023 y enero de 2024, así como un 85 % de probabilidades de sequía para el cuarto trimestre del año y, con el hecho de que sigue creciendo la demanda, se podría ocasionar una crisis”.
Sumado a ello, Sánchez invitó a poner en la mira los frenos que implican los procesos de consulta previa en La Guajira: “No estamos pidiendo que las empresas no cumplan lo que les corresponde, sino que no se sigan dilatando y demorando estos procedimientos, porque, de lo contrario, no va a poder entrar -por ejemplo- la Colectora (es ejecutado por el Grupo Energía Bogotá, GEB), suma 475 kilómetros de líneas de transmisión y tendrá la capacidad de conectar hasta 1.050 megavatios de potencia, con lo que se podría atender cerca del 10 por ciento de la demanda de energía eléctrica del país. El avance de la consulta previa supera el 93 por ciento”.
El dirigente gremial también se refirió a la transición energética para poner en alto relieve el papel que tendrá el gas, pues, “sin gas no hay transición energética al 2050 en el país”.