Luego de su aplazamiento, se llevó a cabo el debate de control político para que funcionarios del Gobierno nacional respondieran sobre la crisis en el nuevo modelo de salud del magisterio. En su exposición, el senador David Luna, citante de la sesión, aseguró que el centro del problema está en el manual tarifario que se aprobó para su implementación.
Aunque el senador asegura que la responsabilidad no recae directamente en el ministro de Salud, pero él sí elaboró el manual tarifario.
“Se le pidió una colaboración, por solicitud del consejo directivo. Esa colaboración se vio reflejada en algo que se llama el manual tarifario. O sea, era lo que iba a ser el principal insumo para que el consejo directivo del Fomag, y por ende la Fiduprevisora, tasaran, definieran y salieran a contratar los servicios de salud de los maestros”, expuso el senador.
Luna dijo que este manual fue aprobado por el consejo directivo “sin un mínimo de revisión” y manifiesta que era su responsabilidad “revisar si los valores que el doctor Jaramillo había planteado eran los correctos”.
Además, expuso las incongruencias de los precios para los profesores, que distan mucho de lo estipulado en los otros regímenes.
“Un monitoreo cardiaco, en virtud del sistema de salud, o sea por UPC, cuesta 5.064.597 pesos. En el manual que mandó el Ministerio de Salud para los profesores, ese monitoreo estaba tasado en 36.040 pesos”, manifestó Luna.
Dijo que pensó que era un error, pero comparó la consulta con especialista de transplante, dado que muchas de las enfermedades de los maestros son cardiacas.
“Para todos nosotros esa consulta cuesta 1.076.594 pesos. Para todos quienes no son maestros. Paga el sistema de salud a ese especialista cardiaco. Si un profe, si un maestro quiere ir a la consulta, según el Ministerio de Salud solo se debería pagar 97.220 pesos”, insistió.
Y buscó el precio para una apendicectomía por laparoscopia, que tiene un valor de 2.827.000 para los colombianos. Para los profesores, según el manual tarifario, tiene un valor de 1.526.000.
“En gran medida es acá donde está el problema. ¿Qué es lo que está sucediendo en estos momentos? Que hay un manual tarifario, aprobado por la ministra, aprobado por el ministro de Hacienda, aprobado por la ministra de Trabajo. No por los dos representantes de Fecode. O sea, los señores de Fecode levantaron la mano y dijeron: ‘Pero perdóneme, ¿cómo le va a dejar de pagar casi el 98 % a un médico de lo que le paga en el sistema de todos los colombianos por ser un maestro?’. O sea, como si la vida de los maestros no valiera. Acá está el meollo del asunto”, expuso.
Y aseguró que lo que pasa es que los maestros llegan a las entidades prestadoras, pero los médicos no pueden atenderlos porque no les dan las cuentas.
“¿Eso es responsabilidad del ministro de Salud? No”, concluyó el senador, quien asegura que la responsabilidad recae en quienes aprobaron el manual tarifario.
El senador finalizó con que el presidente de la Fiduprevisora tampoco levantó la mano frente al manual tarifario.