Los integrantes de la delegación del Gobierno en la mesa de diálogos con las disidencias del Estado Mayor Central (EMC) de las Farc le enviaron una carta al alto comisionado de paz, Otty Patiño, rechazando las amenazas que recibió uno de sus miembros.
Se trata de Carlos Murgas Dávila, uno de los emisarios del Gobierno nacional en esa mesa de conversaciones que busca acabar la guerra con el EMC, pero quien resultó convirtiéndose en blanco de amenazas por parte de grupos que dicen pertenecer al ELN.
“Queremos manifestar nuestra inconformidad y preocupación por las amenazas que ha recibido el doctor Carlos Murgas Dávila, quien actualmente es negociador de paz en el proceso de negociación con el Estado Mayor de los Bloques comandante Jorge Suárez Briceño (Magdalena Medio), comandante Gentil Duarte y Frente Raúl Reyes Farc-EP”, enunciaron los negociadores de paz en la misiva.
La información preliminar es que una facción de la guerrilla elena que actúa desde la región del Catatumbo habría amenazado a Murgas Dávila y a personas allegadas pidiéndoles dinero a cambio de no afectarlos.
“Grupos que dicen representar al ELN en el Catatumbo (Norte de Santander) han solicitado cifras de dinero a las plantas extractoras de palma del doctor Murgas, afectando gravemente su vida personal, familiar y empresarial, además de generar graves perjuicios a todas las familias campesinas que dependen del sector de la palma en esta región y que son sus socios en esa planta”, detallaron los firmantes de la carta.
Los trece firmantes de ese comunicado le dijeron a Otty Patiño que es “inaceptable” que se presenten ese tipo de situaciones contra la población civil, mucho más cuando se trata de personas que están sentadas en las mesas de diálogos de paz que ha abierto el Gobierno.
“Consideramos inaceptable este tipo de conductas delictivas contra la población civil y especialmente contra los miembros de las mesas de paz, por tanto, solicitamos una respuesta pronta y efectiva por parte del Estado colombiano, a través de la Oficina del Consejero Comisionado para la Paz para que a través de sus buenos oficios gestione con la Delegación del proceso de Paz con el ELN que se detengan de manera inmediata este tipo de conductas que vulneran el Derecho Internacional Humanitario”, detallaron en la misiva.
La carta que le presentaron al comisionado de paz tiene fecha del domingo 14 de julio y cuenta con las firmas de miembros de la delegación del Gobierno en las conversaciones con ese grupo armado que está integrado por aquellos exguerrilleros que no se acogieron al Acuerdo de Paz suscrito con las Farc en 2016 y también por quienes fueron llegando a sus filas.
Quienes lanzaron las amenazas contra Murgas Dávila son, presuntamente, guerrilleros del ELN, el otro grupo armado que está sentado en una mesa de conversaciones con el Gobierno nacional.
De hecho, quienes integran la delegación del Estado colombiano en las conversaciones con esa guerrilla ya advirtieron sobre el riesgo que caduque el cese al fuego suscrito con los elenos y detallaron su preocupación sobre que “las labores del proceso se encuentran paralizadas, tanto en los compromisos adquiridos con el desarrollo de la participación de la sociedad civil en la construcción de paz, como en la necesaria preparación de la prórroga del cese al fuego vigente”.
Así las cosas, la Casa de Nariño está en medio de un panorama en el que los dos ceses al fuego pactados con los grupos armados están a punto de terminarse: el cese pactado con algunos de los bloques de las disidencias de las Farc finaliza este lunes (15 de julio) y el acordado con el ELN finaliza en la primera semana de agosto. Para ambos casos se están dando llamados a que se extienda esa medida.