El impuesto a las bebidas azucaradas ha sido una propuesta que ha generado polémica y una amplia discusión. Una de las principales banderas de la izquierda y de las personas que rodean al nuevo presidente Gustavo Petro fue poner ese impuesto, una idea que parece naufragar luego de las declaraciones del equipo de empalme.

Eso molestó a algunos petristas acérrimos que han estado al lado de Petro históricamente y no ven con buenos ojos ese nuevo reversazo. Uno de ellos fue el exasesor de Petro, Andrés Charry, quien no estuvo de acuerdo con el anuncio del nuevo director de la Dian, Luis Carlos Reyes, de que ya no irán el impuesto a los planes de celular por encima de los 38.000 pesos y el de las bebidas azucaradas.

“Póngale impuesto a esa gaseosa. Cómo es que Reyes dice que no, este es un tema de salud pública, con el que Gustavo Petro ya se había comprometido. Carolina Corcho. Adenda: perfecto que no se toque el bolsillo de los colombianos de a pie”, comentó Andrés Charry.

El anuncio molestó al exasesor, cercano a Petro, así como a los más acérrimos petristas que votaron por ese tipo de reformas, pero que se han visto truncadas en el nuevo Gobierno, a pesar de que aún no se ha posesionado. Asimismo, dentro del progresismo ha generado críticas y recelo que varios de los nombramientos y los anuncios los estén haciendo personas que no llegaron de las bases de ellos.

Las declaraciones que no gustaron a Charry fueron las del nuevo director de la Dian, Luis Carlos Reyes, en las que reveló el cambio de parecer del Gobierno entrante. “La medida de los celulares era una sugerencia que se estaba discutiendo porque se pensaba que era mucho más privado. Realmente es una medida que no se está contemplando. Lo más importante es que no se toquen las finanzas del colombiano de a pie”, señaló Reyes.

Asimismo, comentó que se desechó la idea porque podría afectar a esa población que en campaña prometieron no tocar. “Esto podría impactar en el usurario más pobre y va a dificultar a que millones de colombianos que hoy están desconectados accedan a tecnologías, por eso no van”, afirmó el nuevo director de la Dian.

Reyes agregó que estas ideas están en discusión, pero que lo principal será no afectar a la clase trabajadora. “Vamos a discutir las posibilidades que están sobre la mesa, siempre teniendo en cuenta que a la persona de la clase trabajadora no deba cobrársele un peso más en impuestos”, afirmó.

En el caso de Charry, se trata de uno de los más fieles y cercanos asesores de Petro. Estuvo en su oficina en su etapa como congresista en los últimos cuatro años. Además, lo acompañó en la Alcaldía de Bogotá como director de Economía Rural y Abastecimiento Alimentario, una dependencia de la Secretaría de Desarrollo Económico.

La idea de gravar a las bebidas azucaradas era otra de las banderas del petrismo que tendrá que esperar y otra promesa que sus electores tendrán que dejar pasar. Aunque en el Congreso siempre mostraron su propósito de lograr este objetivo, la idea quedó descartada por la polémica de que se pueda afectar a la clase baja, media y trabajadora que prometieron ayudar. Aunque se discute si realmente forma parte de la canasta familiar, más allá de sus dudas en materia nutricional, lo cierto es que es un alimento que los colombianos consumen en gran cantidad.

Del otro lado, el impuesto a los planes celulares a partir de 38.000 pesos más IVA fue una idea que la ministra de Cultura designada, Patricia Ariza, sacó a relucir en un cónclave que tuvieron los congresistas electos del Pacto con los ministros designados hasta el momento en Medellín la semana pasada.

Según Ariza, con ese dinero se podrían financiar más proyectos culturales. A su idea le llovieron críticas porque según varios analistas eso podría impactar directamente a la clase media que prometieron no afectar con más impuestos.