El terremoto político y electoral que hoy sacude a Venezuela y que amaga con desestabilizar el régimen de Nicolás Maduro tiene varias réplicas en Colombia. La más fuerte, sin duda, es la paz total del presidente Gustavo Petro.

Venezuela es el país líder de los garantes de paz con las negociaciones que adelantan delegados de la Casa de Nariño con el ELN y la Segunda Marquetalia, al mando de Iván Márquez. Y Maduro históricamente ha demostrado que es el único líder político capaz de sentar a ambos grupos guerrilleros cada vez que exponen su rebeldía sobre las mesas de diálogo. Las disidencias de las Farc al mando de Calarcá Córdoba e Iván Mordisco no operan en el vecindario.

Diálogos de paz, Gobierno de la República de Colombia y la Segunda Marquetalia-EB. | Foto: Oficina del Alto Comisionado para la Paz

Cuando un país es garante en un proceso de paz, lo primero que tiene que hacer es estabilizarse para poder ofrecer garantías, y hoy el régimen de Nicolás Maduro no está seguro en el Palacio de Miraflores. La oposición, enfurecida, sigue en las calles, cada día aumenta el número de fallecidos, heridos, capturados, además de voces internacionales que desconocen los resultados con los que Maduro quiere sostenerse en el poder hasta 2030.

El alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, no dudó en reconocer que es “absolutamente preocupante” lo que ocurre en Venezuela para la paz total. “La inestabilidad en la que se encuentra el Gobierno genera dificultad”, anotó el líder negociador.

ELN Marquetalia | Foto: Revista Semana

Gustavo Petro es uno de los más preocupados. En varias oportunidades, cuando el ELN se rebela y se levanta de la mesa, Maduro ayuda a enderezar las cargas y a enrutar el proceso. Lo mismo ocurrió con el proceso de paz con las Farc de Juan Manuel Santos.

Hoy, con el escenario de incertidumbre, Maduro no tendrá tiempo para lanzarle el salvavidas a Petro con el ELN y la Segunda Marquetalia que se mueven a sus anchas en Venezuela. Además, el general Carlos Eduardo Martínez, embajador de Caracas en Colombia y ficha clave en la mesa de Maduro, tendrá poco campo de maniobra. En ese orden de ideas, el presidente colombiano tendrá que arreglárselas como pueda para mantener sentados a los jefes guerrilleros.

El senador y exjefe negociador de paz con las Farc, Humberto de la Calle, le dijo a SEMANA que, tras los ruidos de fraude electoral, Venezuela no puede ser país garante del proceso. “Es inviable no solo por la situación física, no es el momento para que una delegación oficial de Colombia vaya a discutir los problemas de la paz con el ELN en territorio venezolano”, afirmó.

Por eso, hay quienes se preguntan si ante la crisis democrática en Caracas, la mesa del Gobierno puede desplazarse y sostener conversaciones en el vecino país, como ocurrió hasta comienzos de 2024. La respuesta es incierta porque la película en el vecindario apenas se está rodando.

Reunión en Caracas de los presidentes Petro y Maduro. | Foto: El País/Presidencia

SEMANA conoció que la preocupación más grande del Gobierno es con el ELN. Con esa guerrilla se llegó hasta el sexto ciclo de conversaciones y no se avanzó. Desde febrero de 2024 los jefes elenos están molestos porque Petro negoció bajo la mesa con una fracción de ese grupo que se separó del Coce en Nariño.

Aunque desde octubre de 2023 venían las tensiones, algunos delegados estiman que no es razón suficiente para abandonar el proceso. Temen que sea una excusa para ganar tiempo y armarse aún más.

Este jueves 1.° de agosto, José Félix Lafaurie, delegado del Gobierno en la negociación con el ELN, visitó a Petro en su despacho y le dijo, entre otras cosas, que quien tiene que congelar la mesa de diálogo es el Gobierno ante los constantes incumplimientos y violaciones del grupo armado. El jefe de Estado meditó el tema, pero difícilmente ocurrirá porque al mandatario le quedan dos años en el poder y lucha contra el tiempo y el desgaste de su Gobierno.

Con la Segunda Marquetalia el escenario también es incierto. Aunque Iván Márquez mostró disposición para hablar de paz con Petro, el garante es Nicolás Maduro, quien lo escondió en Venezuela desde junio de 2023 cuando fue atacado con una bomba que lo llevó a perder la visión y uno de sus brazos.

Armando Novoa, jefe negociador, le reconoció a SEMANA la importancia de Venezuela. Sin embargo, por ahora las conversaciones con Márquez no arrancan porque han tenido problemas técnicos y operativos. Hoy, en medio de la incertidumbre, a Petro le tocará aferrarse a Cuba o trasladar los diálogos a Colombia.