Juan José Lafaurie, hijo de la senadora María Fernanda Cabal, heredó de su madre el estilo frentero. Por eso, desde su cuenta personal de Twitter, sus opiniones generan revuelo.

Este miércoles se fue lanza en ristre contra el Partido Conservador, la casa política a la que perteneció hasta hace dos semanas cuando se enteró de que la bancada del Congreso mostró cercanía con el gobierno de Gustavo Petro.

En esta oportunidad, cuestionó al movimiento porque sus legisladores votaron positivamente el proyecto de Escazú, una iniciativa que le permite a Colombia hacer parte del acuerdo regional sobre el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y que tiene dividida a la derecha y a la izquierda en el Congreso.

“El mismo Partido Conservador que apenas hace un año propuso archivar el esperpento Acuerdo de Escazú, ayer lo votó positivo. Dios, cómo cambian de parecer según la cantidad de mermelada que les ofrezcan”, dijo.

Lafaurie, como su madre, María Fernanda Cabal, dice que el proyecto de Escazú es una clara concesión de soberanía que afecta el desarrollo del país.

“A los conservadores como a los liberales no les importa el país. Les importan sus intereses. Les importa mantenerse en el poder porque viven de eso. Ese es el problema: si el día de mañana no tienen esa mermelada, la mayoría no quedan elegidos. Por eso se aferran a eso”, dijo.

Que los liberales voten positivo el Acuerdo de Escazú “uno se lo espera, su líder es César Gaviria, pero los conservadores sorprenden. Lamentable. Uno piensa y se pregunta: dónde quedaron los principios, los valores. ¿Qué diría Álvaro Gómez de una situación de estas?”, se preguntó.

Recordó que los principios fundantes del Partido Conservador chocan con la agenda de Petro. “El problema es que a la bancada no le importa el país, votaron un proyecto que hace un año habían archivado”, afirmó.

En diálogo con SEMANA, Lafaurie exaltó al senador Mauricio Giraldo, el único de los conservadores que se opuso a respaldar el proyecto de Escazú. “Los demás compañeros cambiaron de opinión porque, seguramente, están pendientes del juego de Petro, es su cuota, es un contrato de dame y te doy”, resumió.

Calificó al Congreso como una locura y dijo que le llegó el momento de gobernar a Gustavo Petro. “Miren a Gabriel Boric, y al presidente de Perú, Pedro Castillo, están que los sacan. Ellos (los mandatarios de izquierda) son muy buenos para hacer oposición, pero después llegan al gobierno y son un desastre. ¡Esto será un desastre!”.

Por último, aseguró que, aunque la oposición contra Petro hoy es mínima, no estará sola al final porque los colombianos irán a las calles respaldando sus posturas contra el gobierno de izquierda. “No estarán tan solos, tendrán el apoyo de la gente en las vías. Cuando esto empiece a salir mal, serán pocos en el Congreso, pero muchos en las calles”, concluyó.