El Gobierno nacional dio a conocer este martes los decretos firmados por el presidente Gustavo Petro para el cese al fuego bilateral con las organizaciones ilegales que mostraron su voluntad de acogerse a la llamada ‘paz total’.

Los decretos no solo establecen un cese al fuego bilateral, sino los mecanismos de verificación y las instituciones que estarán encargadas de hacer la veeduría del cumplimiento de parte del la Segunda Marquetalia y el Estado Mayor Central, disidencias de las Farc, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC o Clan del Golfo) y las Autodefensas de la Sierra Nevada. Inicialmente, también estaba incluido el ELN, pero esta organización anunció que no ha llegado a un acuerdo con el Gobierno frente a una suspensión de las hostilidades.

A pesar de que el presidente Gustavo Petro anunció el cese al fuego bilateral con el ELN, el grupo guerrillero lo desmintió. | Foto: SEMANA

Pero más allá de los asuntos relacionados con los detalles del cese al fuego, ha llamado la atención que estos documentos revelan cuál será el tratamiento que se le dará a cada una de las organizaciones con las que se llegó a un acuerdo de cese al fuego bilateral.

Y, de manera sorpresiva, uno de los decretos deja en evidencia que el llamado Estado Mayor Central Farc-EP (la disidencia del temido alias Iván Mordisco) tendrá tratamiento de organización política, es decir, con estas organizaciones se hará un proceso de paz, contrario a lo que ocurriría con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o la Segunda Marquetalia, que tendrán que acudir al sometimiento a la justicia.

Este no es un dato menor. En el marco de un proceso de paz, como ocurrió por ejemplo con las antiguas Farc en La Habana, a las disidencias de Iván Mordisco se les reconoce como organización política alzada en armas y se les podría otorgar beneficios más allá de una eventual reducción de penas a quienes se acojan a un eventual acuerdo.

En el caso de lo pactado en La Habana, por ejemplo, se otorgaron curules en el Congreso a miembros de las antiguas Farc.

Semisumergible al servicio de las disidencias de las Farc | Foto: Ejército Nacional

Esta posición del Gobierno de Petro no ha dejado de llamar la atención, pues se trata de otorgar estatus político a una organización liderada por Iván Mordisco, un veterano guerrillero que no estuvo de acuerdo con la negociación de paz que realizó el expresidente Juan Manuel Santos con las Farc y decidió mantenerse en armas.

Tal es el poder de destrucción de este temido líder disidente, que su organización, según informes de inteligencia, fue la que se atrevió a poner una bomba en las instalaciones de la Brigada 30, en Cúcuta y, unos días después, el intento de asesinato al expresidente Iván Duque, al dispararle al helicóptero en el que viajaba en la región.

Estos atentados fueron ordenados por Iván Mordisco y realizados bajo el comando de uno de sus más importantes lugartenientes, Javier Alonso Velosa, alias John Mechas.

De acuerdo con los informes de inteligencia, su principal plan es el “Proyecto Farc-EP”, con el que ha buscado la rearticulación armada de este grupo guerrillero en departamentos como Arauca, Norte de Santander, Cauca, Nariño, Putumayo, Valle, Casanare, Amazonas, Huila, Tolima y Meta, en donde ya ha instalado componentes armados y ha establecido alianzas criminales para lograr su despliegue en esas zonas.

“Coordina actividades de narcotráfico y en la zona de frontera con Venezuela ya ha venido estructurando actividades para el fortalecimiento armado y consolidación de finanzas de la organización”, señalan los informes de inteligencia.

La disidencia de Iván Mordisco cuenta con hombres, bien armados, ubicados en los límites fronterizos con Venezuela. Están justo en el corazón de la producción y tráfico de drogas, en la región del Catatumbo, y tienen la facilidad de usar pistas clandestinas en el país vecino para exportar la droga.

La zona en donde operan es estratégica, no solo por las miles de hectáreas sembradas de coca en la tupida selva del Catatumbo, lo que les garantiza su principal fuente de financiación: el narcotráfico, sino también por la cercanía de la frontera con Venezuela que funcionaría como su retaguardia.

A pesar de este prontuario, las disidencias de Iván Mordisco, que conservan la estructura del antiguo frente 33 de las Farc, han reclamado tener un estatus político, incluso se hacen llamar “Estado Mayor Central Farc-EP” y en sus discursos lanzan constantemente reivindicaciones sociales.

“Invitamos a toda la población a crear mecanismos de apoyo y defensa del programa de agenda a desarrollar por el Gobierno nacional que beneficie y posibilite un mejoramiento en el nivel de vida de cada uno de los colombianos. Sabemos que nos enfrentamos a enemigos poderosos y son las masas las llamadas a defender lo construido y ganado hasta ahora”, aseguró Iván Mordisco en su más reciente aparición en un video, a finales de septiembre de 2022.

Adicionalmente, contrario al caso de Iván Márquez, las disidencias de Iván Mordisco no formaron parte en ningún momento del acuerdo de La Habana, lo que permite que ahora puedan ser parte de un eventual proceso de paz, pues no se les considera traidores de lo pactado en Cuba. Esto ha facilitado que se les dé ese estatus político.

Cese al fuego

Otro elemento que juega a favor del llamado “Estado Mayor Central Farc-EP” es el hecho que desde un principio atendieron el llamado a la paz total hecho por Petro.

“Las Farc-EP nos reafirmamos en nuestro compromiso de adquirir con el Gobierno nacional en su fase exploratoria de entablar unos diálogos francos, en búsqueda de salidas al conflicto social y armado que padece nuestro país durante décadas”, sostuvo Iván Mordisco en septiembre pasado.

En ese sentido, las disidencias de las Farc dejaron en claro que aceptan la propuesta de Petro de un cese bilateral al fuego y se sumarían a la política de la denominada ‘paz total’.

“Se ha ordenado a todas las unidades guerrilleras de las Farc-EP evitar al máximo enfrentamientos con la fuerza pública, siempre y cuando no seamos atacados, como mecanismo para crear un clima propicio e iniciar con el Gobierno nacional los acuerdos para un cese al fuego bilateral, con el fin de sacar adelante la agenda social, política y económica trazada por el Gobierno nacional. Esperamos reciprocidad de parte del Gobierno y la fuerza pública”.