La empresa de servicios postales nacionales del Estado pasa por una reestructuración que deja a decenas de personas sin trabajo, en medio de un proceso de reorganización. Los gastos operativos de algunas sedes de la compañía eran superiores a los ingresos y la entidad, adscrita al Ministerio de las TIC, corría el riesgo de caer en bancarrota para finales de este año.

Se trata de 4-72, donde se vienen aplicando ajustes presupuestales desde junio, cuando la presidencia de esa entidad acordó una reorganización con la cartera del Gobierno y con los trabajadores sindicalizados, pero que terminó despertando molestias entre funcionarios porque los cargos vacíos se tradujeron en más trabajo para quienes se quedaron.

La empresa se encarga de la mensajería estatal.

En los equipos regionales prescindieron de secretarios, abogados y agentes comerciales que tenían la tarea de buscar nuevos contratos para aumentar los ingresos de la entidad, que empezó a ver una caída en sus entradas desde pandemia, cuando dejó de registrar ventas para asuntos como notificaciones judiciales, que antes se enviaban por correo postal y ya son presentadas vía electrónica.

Los recortes se están sintiendo, sobre todo, en las gerencias regionales, de las que sacaron a tres de los seis gerentes. Todo comenzó con una conversación telefónica de junio en la que desde talento humano llamaron a cada uno de los encargados de las oficinas en los territorios para plantearles una reducción salarial para poder seguir en la entidad.

Desde su restructuración se han presentado varias crisis. | Foto: Heidy León

De ellos, hubo tres que terminaron siendo despedidos (los gerentes para el Sur, el Oriente y el Occidente), mientras que solo uno de los altos cargos aceptó ese ajuste. Sin embargo, los otros dos terminaron siendo un caso especial porque están en edad prepensional.

No obstante, esos despachos que siguen con gerente son los que se están quedando sin personal porque las tareas administrativas ahora se están concentrando en la dirección central ubicada en Bogotá, en cuestiones como procesos jurídicos o comerciales. La reestructuración pretende, además, reunificar las operaciones.

Si bien 4-72 es del Estado, funciona como una compañía privada y depende de sus propios ingresos para mantenerse a flote porque no recibe giros periódicos del Gobierno para operar. Los problemas financieros son tantos, que solo hasta el pasado miércoles 14 de agosto les consignaron a casi todos los funcionarios el salario correspondiente a julio, dado que en los pagos se están priorizando las transacciones para quienes tienen los salarios más bajos.

El ministro TIC, Mauricio Lizcano, aclaró a SEMANA que los cambios en la planta corresponden a una reestructuración para reducir los costos de operación. El presidente de la entidad, Juan Alberto García, comentó: “Nos toca hacer un esfuerzo mientras recuperamos la compañía, y en ese esfuerzo estamos comprometidos los directivos. Es un proceso de reingeniería”.

La disminución en los envíos evidencia la crisis de la compañía. | Foto: Heidy León

Días atrás, un sector de trabajadores sindicalizados le pidió al servicio postal que les presentara los alcances de la reestructuración, y la respuesta de la entidad aún está pendiente. Sin embargo, lo claro sobre los recortes en 4-72 es que fueron acordados con el sindicato de la entidad para reducir los costos de los dos componentes que más estaban afectando la caja de la empresa: el transporte y el personal.

En ese proceso se eliminaron puestos dedicados al estudio de la filatelia (clasificación de sellos y documentos postales) y roles dedicados a la relación con la Unión Postal Universal, además de sedes comerciales que no alcanzaban punto de equilibrio.

Hace exactamente un año, en agosto de 2023, los sindicalizados de 4-72 hicieron una marcha hasta el Ministerio de las TIC para exigirle al Gobierno que le entregara a la entidad los fondos que había prometido a finales de 2022 como parte de un plan de salvamento, pero los recursos solo llegaron hasta septiembre de 2023, cuando ya había un hueco en la caja de la compañía.

La empresa 4-72 pasó de realizar 11 millones de envíos mensuales en 2018 a tener apenas un millón de encomiendas en 2024, una estadística que muestra el mal momento financiero por el que pasa el operador de servicios postales nacionales.