El expresidente de la República, Iván Duque, cuestionó duramente en la tarde de este jueves 13 de junio al proyecto de reforma pensional que surte su último debate en la Cámara de Representantes y le pidió al Congreso que no apruebe el proyecto de ley.
De acuerdo con el exmandatario, el Congreso “tiene la responsabilidad histórica de no aprobar una reforma pensional” que además de ser perjudicial para los jóvenes, lo que busca es que entregar millonarios recursos al Gobierno para “financiar su proyecto político”.
“La reforma pensional que el Gobierno quiere aprobar a las carreras en esta semana en el Congreso de la República, tiene efectos muy graves para Colombia. Primero, va a llevarse a casi el 80 % de quienes contribuyen el sistema pensional para que se vayan a Colpensiones, sin dejarles la posibilidad de elegir, como lo tenían antes, de estar en el régimen de prima media, o en el régimen de ahorro individual”, señaló Duque.
En segunda medida, Duque enfatizó que “el Gobierno quiere convertir a Colpensiones en un cajero automático, para que la plata que llegue allá, producto del ahorro de tantos colombianos, pueda ser utilizada para financiar gasto del Gobierno, entre otras cosas, como lo anunció el propio presidente de Colpensiones, para financiar un tren elevado entre Buenaventura y Barranquilla, una locura absolutamente demencial”.
Lo más preocupante, de acuerdo con Duque, es que esta reforma pensional “está generando una deuda acumulada para las generaciones futuras, que los va a empobrecer, que va a hacer que los jóvenes en el futuro tengan que pagar una deuda excesiva. ¿Por qué?, porque se quiere utilizar esta reforma para darle recursos al Gobierno que hoy no tiene y poder salir a hacer proselitismo de cara en su intención de perpetuarse en el poder”.
En ese sentido, el expresidente Duque le mandó un claro mensaje a los senadores y representantes: “Ojalá el Congreso de la República se pronuncie con contundencia y evite que esta desastrosa reforma se convierta en una cruz que tendrán que cargar las nuevas generaciones”.
La Comisión de Ética de la Cámara de Representantes sesionó durante más de hora y media este jueves 13 de junio y resolvió las recusaciones en contra de congresistas de los partidos Liberal y el Conservador en medio del debate de la reforma pensional.
El proyecto lucha contra el tiempo porque tiene ocho días para aprobarse y conciliarse con el Senado.
SEMANA conoció que las mayorías decidieron rechazar las recusaciones en contra de los parlamentarios conservadores y liberales, quienes –según Adriana Forero, la persona que los recusó– debían declararse impedidos porque algunos de sus congresistas fueron señalados por el exdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Olmedo López, de beneficiarse de contratos y de recibir, presuntamente, dinero a cambio de empujar las reformas de Gustavo Petro en el Congreso.
Este medio estableció que este miércoles 12 de junio, las directivas de la Comisión de Ética citaron a declarar a Adriana Forero, pero ella no asistió.
Por eso, las mayorías decidieron rechazar de tajo las recusaciones y permitirles a los congresistas participar de las sesiones de la reforma pensional.
En ese orden de ideas, el Gobierno ya cuenta con los parlamentarios de ambos partidos, cercanos a la Casa de Nariño, para adelantar su iniciativa.
Este viernes 14 de junio, a las 8:00 a. m., la Comisión de Ética citó nuevamente a una sesión para evaluar las recusaciones de los parlamentarios del partido de La U.