Este jueves, en su columna para SEMANA, Fernando Ruiz, exministro de Salud, dio a conocer su preocupación por el manejo de la viruela del mono de parte del Ministerio de Salud, ahora liderado por la ministra Carolina Corcho. Argumenta que existe una inacción “penosa” y “peligrosa para los colombianos”.
En primer lugar, el ministro recordó que Brasil y Chile, que ya comenzó la inmunización, fueron los dos primeros países de Latinoamérica en recibir la vacuna contra la viruela del mono.
“Entretanto, nuestro Ministerio de Salud ha tomado la decisión de no adquirir las vacunas, descartando la solicitud de reserva de vacunas que se había hecho ante la Organización Panamericana de la Salud, desde el 27 de julio de 2022″, agregó.
A su vez, el experto en salud pública destacó que la viruela del mono no puede ser tratada igual que la covid-19. La primera no es masiva y el riesgo no es diseminado, concentrándose en poblaciones vulnerables. Además, la mortalidad es mucho menor.
Sin embargo, resalta que la viruela del mono sí es un evento de máxima importancia en salud pública por varias razones.
“Primera, los eventos de salud pública no sólo incluyen afectaciones a la población general sino la protección a grupos de riesgo. Segunda, controlar la diseminación es primordial para evitar la extensión dentro de aquellos vulnerables y al resto de la población. Tercera, prevenir la enfermedad y el dolor son acciones de salud pública, mucho más cuando afecta poblaciones históricamente excluidas”, argumentó.
De esta manera, explicó que, sin ser una enfermedad venérea, la viruela del mono se propaga con mayor facilidad mientras mayor sea el contacto físico. “Esto pone en riesgo a algunas poblaciones sexualmente activas, identificándose con mayor frecuencia y hasta el momento, en personas de la comunidad LGBTQIA+, y otras poblaciones como los trabajadores sexuales”, indicó.
“La vacuna es una herramienta muy efectiva para el control, es una vacuna de virus inactivo registrada desde el 2019. Se debe usar para proteger a contactos de casos confirmados con enfermedad grave, inmunosuprimidos y mujeres gestantes”, agregó.
Y también habló sobre el dilema que causa el hecho de que la vulnerabilidad se centre en este tipo de grupos poblacionales. “Por un lado, es necesario evitar la estigmatización de poblaciones y por otro enfocar las acciones en los de mayor riesgo, lo cual puede llevar a señalamientos injustos y dañinos”.
Sin embargo, hace un llamado a la acción frente a esta situación: “La posición de las organizaciones internacionales de salud ha sido contundente. A pesar del riesgo de estigmatización, todos los países y sistemas de salud deben trabajar decididamente protegiéndolos y evitando la propagación de la enfermedad. Por eso la Organización Mundial de la Salud declaró la viruela del mono como una emergencia de salud pública de preocupación internacional”.
Fue ahí que arremetió contra la ministra de Salud y su reacción frente a la situación de salud pública.
“En ese entorno la pasividad del Ministerio de Salud es penosa, pero aún peor, peligrosa para todos los colombianos. Es inconcebible como en documentos públicos reconozca el riesgo y la necesidad de proteger a la población, pero al tomar decisiones se argumenten, supuestas y jurídicamente endebles, razones constitucionales para no adquirirlas. El resultado es patético, se reconoce el peligro para la salud de los colombianos pero no se hace nada. Un paso atrás y un equívoco precedente ante nuevas crisis sanitarias. La grandilocuencia frente al derecho a la salud fenece al proteger a los más vulnerables”, manifestó en la columna para SEMANA.
Llama también a que los colombianos analicen esta actuación del Ministerio “en todas sus implicaciones”. Recordó la experiencia del país con enfermedades como el zika, el chikunguña y la covid-19, que enseñó los riesgos de las epidemias y la importancia de la seguridad sanitaria.
“Nunca como ahora se habían desarrollado y producido en meses vacunas y medicamentos eficaces, evitando la muerte de miles, quizá millones de personas”, destacó.
De nuevo, reiteró que es “gravísimo” que el Ministerio “no haga nada, no se planteen mecanismos alternativos de compra, actuaciones legales para superar los problemas y si nada de ellos satisface, la presentación con un mensaje de urgencia de un proyecto de ley, con no más de un artículo, que los blinde si no quieren tomar ningún riesgo”.
“Es terrible que hayan pasado más de dos meses y nada suceda. Y es muy notorio el silencio de tantos defensores de oficio del derecho a la salud”, destacó.
Tal como otros críticos de la ministra Corcho, el exministro recordó que fue una de las mayores detractoras de su gestión durante la pandemia.
“Varios de quienes hoy orientan el ministerio de salud y entidades adscritas, ayer, durante la covid-19, se rasgaban las vestiduras sobre la decisión que tomamos de efectuar compras bilaterales y argüían que no había afán y el foco del ministerio en la pandemia debía dirigirse a eliminar las patentes de las vacunas. Objetivo loable, pero totalmente inefectivo al defender la salud de los colombianos en la urgencia que representaba una pandemia y mientras los países se agarraban a dentelladas por comprar las reservas existentes”, señaló.
Finalmente, le envió un contundente mensaje a la ministra y a los funcionarios de la cartera: “Señores del Ministerio de Salud, este no es el momento de esconderse, es el tiempo de dar la cara al país y contarnos cuál es la visión real que tienen frente a la seguridad sanitaria de los colombianos”.