Luego de las declaraciones que entregó el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso en los últimos días ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en las que lanzó duras acusaciones contra varios expresidentes de la República, en medio las audiencias ante el tribunal de justicia transicional, en la noche de este martes el exjefe de Estado, Álvaro Uribe Vélez, se pronunció al respecto y anunció que lo denunciará en Colombia y Estados Unidos.
El excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, señaló al expresidente Uribe de haberle quitado la seguridad al alcalde de El Roble (Sucre), Eudaldo Díaz, asesinado por la estructura paramilitar el 2 de febrero de 2003.
Durante la Audiencia Única de Aporte a la Verdad de la JEP, el pasado 15 de mayo, Salvatore Mancuso afirmó que el gobernador de Sucre en ese entonces, Salvador Arana, a quien la Corte Suprema de Justicia le comprobó sus nexos con grupos paramilitares, ordenó el asesinato de Eudaldo Díaz. Así mismo, aseguró que las AUC lo perpetraron luego de que el expresidente Uribe le quitara el esquema de seguridad.
“Fue una solicitud directa, creo que fue del gobernador, no recuerdo con exactitud este momento. Sé que en un consejo comunitario él denunció, ante el entonces presidente Uribe, que lo iban a matar y Uribe lo que hizo fue quitarle el esquema de seguridad y nosotros lo matamos”, expuso Mancuso ante la JEP.
Ante lo anterior, en la noche de este martes, Uribe negó categóricamente que él haya ordenado retirar el esquema de seguridad el alcalde Díaz.
“Cuando llegué a la Presidencia enfrenté por igual a guerrillas y a paramilitares que avanzaban en el control del país. Había más de 300 alcaldes que no podían desempeñar sus funciones en sus municipios por las amenazas de terroristas. Todos recibieron protección sin importar el origen político de su elección. Sin embargo, hubo asesinatos de funcionarios como al alcalde de El Roble, Sucre, por paramilitares a principios de 2003, cuando empezaba nuestro Gobierno. Cuando finalizábamos la guerrilla asesinó al gobernador del Caquetá”, dijo Uribe en un principio.
Y después puntualizó de manera tajante: “El señor Mancuso, 20 años después del asesinato, y 15 años después de haber sido extraditado me acusa de haberle quitado la protección al alcalde de El Roble, que ellos asesinaron. Yo pedía protecciones, nadie que me conozca puede decir que habría ordenado quitarle protección a un alcalde amenazado”.
El expresidente de la República señaló que esta mañana tuvo una conversación con el general Teodoro Campo Gómez, quien para entonces era director de la Policía: “al preguntarle esta mañana por las declaraciones del señor Mancuso, me dijo inicialmente ‘que nadie le habría quitado la protección al alcalde’”.
“En la misma conversación pedí al general que me ayudara con una investigación, la más completa posible. Esta tarde me llamó y me informó que el comandante de la Policía de Sucre era el coronel Norman León Arango, a quien el alcalde de El Roble le tenía asignado un escolta de la Policía. De acuerdo con la averiguación del general Teodoro Campo, el alcalde contaba con dos escoltas adicionales contratados por el municipio; no aceptaba que la Policía o la Armada le aumentaran escoltas; y, con frecuencia, se evadía de ellos, como lo hizo para acudir a la cita que lo condujo al secuestro y asesinato”, agregó el expresidente Uribe.
El exjefe de Estado subrayó que para la época de los hechos, Fernando Londoño y Marta Lucía Ramírez eran ministros del Interior y de la Defensa, respectivamente, “compartían mi afán de proteger a todos los ciudadanos. Lo mismo el general Jorge Enrique Mora Rangel, quien era el comandante de las Fuerzas Militares”.
Finalmente, en una declaración que duró un poco más de diez minutos y que fue publicada en su cuenta de Twitter, Uribe indicó que “el exgobernador de Sucre, Salvador Arana, aceptó haber sido autor intelectual del asesinato del alcalde. Lo conocí cuando llegué a la Presidencia por su condición de gobernador. No tuve amistad con él. Estuvo en un puesto diplomático porque denunció amenazas, como también se protegió de esa forma a familiares de guerrilleros. El retiro del cargo diplomático se dio por las acusaciones sobre el crimen”.
En ese sentido, el expresidente Uribe anunció, en su dura respuesta al exjefe paramilitar, que “procederé a denunciar al señor Mancuso ante la justicia colombiana y ante la justicia de los Estados Unidos donde vive. Tendrá que probar que le quité los escoltas al alcalde de El Roble”.