Mediante un contrato por más de 20.400 millones de pesos, suscrito por la Cámara de Representantes durante la presidencia del congresista Andrés Calle, se renovaron las oficinas de los parlamentarios de esta corporación.
Entre el mobiliario adquirido para cada uno de los representantes a la Cámara, llamó la atención la instalación de unos controles para regular la luz.
Estos no solo tienen esta capacidad, sino que cuentan con “video portero con funciones avanzadas de comunicación vía wifi”, una cámara de video HD, detección de movimiento y compatibilidad con teléfonos Android y Apple.
Desde un celular, se puede ver todo lo que ocurre frente a la cámara, con la posibilidad de “charla bidireccional” y “sistema de visión nocturna”.
Esto alarmó a más de un congresista, pero quien denunció sentirse vigilado fue Duvalier Sánchez, representante de la Alianza Verde, quien puso a prueba la cámara del dispositivo.
“Hubo adecuaciones a las oficinas, que eran necesarias. Dentro de las adecuaciones se cambiaron los dispositivos de control de las luces, reemplazándolos por elementos más tecnológicos. Estos contenían sonido y cámara interna. Nunca se nos informó o se nos solicitó el consentimiento”, contó Sánchez, en conversación con SEMANA.
Por esa razón, Sánchez tapó la cámara con una cinta y funcionarios de la Cámara de Representantes llegaron a su oficina pidiéndole destapar el dispositivo.
“Al día siguiente de poner la cinta aparecen unos funcionarios pidiéndonos que la retiremos. Ahí nos alarmó y preocupó seriamente. ¿Cómo se enteraron que el elemento de grabación estaba obstaculizado? Ahí es cuando decido hacerlo de público conocimiento”, dijo el congresista.
Y agregó: “Mi vida es pública, pero ahí uno estudia los temas, las reformas, las posturas y las proposiciones. Esos son temas de discusión interna hasta que uno viene a la plenaria. Hay una vulneración a la intimidad”.
A pesar de que fue la administración de Andrés Calle la que instaló estas cámaras, y que ellos mismos desmintieron la instalación de los dispositivos de grabación, el representante de la Alianza Verde asegura que no quiere partir “de la mala fe”.
“Tienen que reconocer que aquí había estos dispositivos, sistemas tecnológicos de grabación y procesamiento de información que funcionan a través de wifi. A uno lo pueden estar observando a través de cualquier celular con una aplicación. Pueden grabar y monitorear, con alta resolución, además. Uno no puede afirmar que sea responsabilidad del presidente de la Cámara, pero el contrato sí tenía los requerimientos”, expresó.
Las advertencias hicieron que la Cámara de Representantes tuviera que desinstalar los dispositivos de las oficinas: “Pedí un sistema de encendido y apagado de las luces básico”.
“Hubo una preocupación colectiva y mayoritaria a partir de lo que sucedió. De forma inocente se hicieron las adecuaciones y seguimos trabajando, pero nadie tuvo conocimiento de que esto grababa hasta que nosotros la tapamos”, agregó.
Y concluyó con que en el país existe “una historia de haberse utilizado mecanismos de interceptación. Tengo debates intensos sobre el Valle del Cauca, contra una mujer muy poderosa como es Dilian Francisca Toro. Lo último que quiero es que el partido de La U, que presidió en un momento, me vulnere. Que yo sea grabado o chuzado”.