El prolongado fenómeno de El Niño tiene preocupado al Gobierno por los efectos negativos que está generando al sistema de energía eléctrica, asociado con el bajo nivel de los embalses, lo que puede generar situaciones de riesgo para la atención de la demanda en algunas horas del día.
Esta situación también tiene en alerta a la administración distrital en Bogotá. Y no es para menos, el nivel de los embalses que abastecen a la ciudad es crítico. De acuerdo con la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), el sistema Chingaza se encuentra en un 16,88 % de su capacidad de almacenamiento.
El sistema Agregado Norte, integrado por Neusa, Sisga y Tominé, está en un 55,64 %. El sistema Agregado Sur, integrado por Chisacá y Regadera, cuenta con un 44,91 %.
Es tan preocupante el nivel de los embalses en todo el país que XM, la firma que administra el mercado de energía en Colombia, a través de su Centro Nacional de Despacho, envió una carta, fechada el 30 de marzo, al viceministro de Energía, Javier Campillo, y al secretario técnico del Consejo Nacional de Operación, Alberto Olarte, en la que describe la crítica situación del sistema, dado que la demanda viene creciendo y la situación de los embalses para la generación de energía se encuentra, en muchos casos, en mínimos históricos.
“A la fecha, la demanda de energía eléctrica presenta un crecimiento de 8,31 % comparado con los mismos días del mes del año inmediatamente anterior. Además, durante algunos días de marzo la demanda se ha situado por encima del escenario de demanda medio publicado por UPME (Unidad de Planeación Minero Energética) en su actualización de enero de 2024″, advirtió XM en su misiva, firmada por Juan Carlos Morales, gerente del Centro Nacional de Despacho.
No obstante, lo que más tiene preocupado al alcalde Carlos Fernando Galán, más allá de los niveles de embalses, son las líneas de transmisión que abastecen de energía a Bogotá, las cuales están “obsoletas”.
El mandatario fue claro en advertir que actualmente las redes de energía en la ciudad son deficientes y a futuro podría generarse una crisis energética en la capital del país.
“Los canales de transmisión por los que se genera la energía a Bogotá son insuficientes. Si no se hace algo, vamos a tener crisis grave en un año o dos años”, precisó Galán.
Hoy en día la demanda de energía en Bogotá está creciendo a porcentajes exponenciales, pero la oferta no lo hace al mismo ritmo, por lo que a futuro no habría cómo garantizar el abastecimiento completo de energía eléctrica en la ciudad.
El alcalde Galán precisó además en un diálogo con periodistas, al que asistió SEMANA, que hay “obsolescencia” en las líneas actuales de transmisión de energía. En una especie de analogía, las líneas de transmisión actuales están en 3G y se requiere actualizarlas a 5G.
La ciudad depende de las líneas de transmisión Chivor Norte, con capacidad para 230 kilovoltios, y Sogamoso, de 500 kilovoltios. El problema es que estos proyectos no están listos en su totalidad.
Si bien hoy Bogotá tiene cómo suplir la demanda de energía, a futuro el panorama es incierto más aún si se tiene en cuenta que en los próximos años entrarían en operación la primera línea del Metro y el Regiotram de Occidente. Sin tener en cuenta además los proyectos de vivienda que se construyen en la capital.
Así las cosas, como lo anticipa el alcalde Galán, a futuro Bogotá podría tener una grave crisis energética. Las alarmas están encendidas.