SEMANA: ¿Cómo llegó a Tunja?

MIKHAIL KRASNOV (M. K.): Vine hace 16 años como estudiante de intercambio. Vine a aprender español y estuve cinco meses. Fui a Alemania y volví y me quedé a trabajar en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), donde he sido profesor. Me nacionalicé y soy ciudadano colombiano.

SEMANA: ¿Qué lo hizo quedarse?

M. K.: No sé realmente, fue un junte de varios factores. Vine a Tunja, empecé mi camino en la universidad y todo el país lo empecé a conocer desde acá. Me sentí muy a gusto, muy chévere, sobre todo por el ambiente académico de una ciudad mediana.

Mikhail Krasnov, alcalde de Tunja | Foto: Alcaldía de Tunja

SEMANA: ¿Ya usa ruana y dice ‘sumercé’?

M. K.: Sí, digo sumercé y uso ruana, aunque muy poco. Realmente no me gusta utilizarla como para mostrar, sino más como una prenda. De vez en cuando me la pongo.

SEMANA: ¿Cómo ha cambiado su vida desde que es alcalde?

M. K.: Totalmente. Ahorita no puedo caminar en las calles. La gente empieza a saludar y a veces ni alcanzo a responder, no es por ser grosero. No puedo salir a una panadería porque enseguida se llena de gente. Para sentarme en algún lugar, me toca irme para Bogotá. Cualquier persona puede llegar a la plaza de Bolívar y darse cuenta de que nosotros siempre tenemos la luz prendida hasta la medianoche, quiere decir que alguien está acá. Llego a la casa, cierro los ojos y al rato me toca levantarme a trabajar.

SEMANA: ¿Qué estudió?

M. K.: Economía en Alemania, una licenciatura en Ciencias Económicas y otra en Español. Hice varias maestrías en Economía, Sociología, Relaciones Internacionales, Pedagogía y un doctorado en Sociología Económica y Demografía.

Mikhail Krasnov, alcalde de Tunja. | Foto: Alcaldía de Tunja

SEMANA: ¿Cuántos idiomas habla?

M. K.: Alemán, español, inglés y entiendo polaco y serbio.

SEMANA: ¿Cómo recibió Tunja?

M. K.: Muy desbaratada. Endeudada. Ahorita pagamos lo del servicio de deuda y nos quedaron 105.000 millones de pesos de deudas, no entiendo qué pensaban los mandatarios anteriores. Hay varios contratos que tenemos que revisar. Estamos levantando la casa. Hemos podido optimizar varios procesos adentro de la Alcaldía y vamos a seguir haciéndolo.

SEMANA: ¿Cuál es su principal objetivo como alcalde de Tunja?

M. K.: Con la línea que ganamos las elecciones fue el desarrollo económico. No me gusta hablar con los ministerios rogando plata. Por eso, siempre apuesto al sector privado, que en un país como Colombia es la base del desarrollo y de la economía. En Tunja el mayor empleador son públicos: universidades, hospitales, colegios. Es una economía desproporcionada. Atraer las inversiones es dialogar con los empresarios y mostrarles que Tunja es interesante para invertir. Prácticamente somos una ciudad al pie de Bogotá, a una hora en carro. Prácticamente pertenecemos a la misma microrregión, compartimos el mismo mercado. Es importante entender que cada empresa que invierte en Tunja va a tener un mercado inmediato de ocho millones de habitantes de Bogotá. Somos un lugar muy interesante en cuanto a las inversiones. Estamos dialogando con varias empresas y empresarios de Tunja y Bogotá.

Mikhail Krasnov, alcalde de Tunja | Foto: Alcaldía de Tunja

SEMANA: ¿Cómo es la idea de una Tunja 24 horas?

M. K.: Hemos querido implementarlo limitando el comercio de alcohol. Estamos abriendo las puertas a invertir y que la gente abra los negocios. No sé por qué cuando hablo de 24 horas todos están pensando en alcohol, que va a haber borrachos. Cuando digo 24 horas estoy pensando en cafeterías, panaderías nocturnas. En Tunja, si uno quiere tomar tinto después de las 9:00 p. m., le toca ir a una caseta en la calle. Claro que las discotecas también estarán con ciertas restricciones 24 horas, el mercado mismo organiza la demanda y la oferta, nadie está obligado a trabajar las 24 horas. Vamos a acompañarlas con una agenda cultural, noche de museos. Ciclismo, estamos planeando hacer rutas nocturnas.

SEMANA: ¿Cómo ha sido su relación con el presidente Gustavo Petro?

M. K.: Ninguna.

SEMANA: ¿Qué percepción tiene del mandatario?

M. K.: Yo respeto al presidente Gustavo Petro. Considero que estamos en el momento histórico en el que Colombia necesita a Gustavo Petro como presidente, porque tiene voluntad política para hacer reformas y Colombia las necesita. Estoy a favor de las reformas, pero también estoy a favor de las que favorecen a la mayoría de los ciudadanos, porque la mitad votó por Petro pero la otra mitad, no. Hay que respetar eso. Colombia no puede competir a nivel internacional sin tener las reformas necesarias.

SEMANA: ¿Está de acuerdo con las reformas a la salud, pensional, laboral?

M. K.: Acá no es como decir si estoy a favor o en contra. Siento que necesitamos reformas, pero no necesariamente estoy a favor o en contra de las de Petro. En Alemania tenemos un modelo exitoso con EPS, más modernas, sin deudas de cartera, no hay informalidad, todos pagamos impuestos a partir del medio salario mínimo. En Colombia casi nadie paga impuestos. Claro, está el IVA, la gasolina, pero no es que todo el mundo pague. Hay que solucionar la informalidad.

Mikhail Krasnov, alcalde de Tunja. | Foto: Alcaldía de Tunja

SEMANA: ¿Cómo se la lleva con el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya?

M. K.: Al principio hubo cierta calentura en la etapa electoral, pero ha pasado el tiempo. Hace poco tuvimos un buen acercamiento, coincidimos en que hay que trabajar por los proyectos y Carlos Amaya nos ha ayudado mucho en la construcción del proyecto de la Petar, que vale 30 mil millones de pesos. Si no vamos a trabajar juntos con Carlos Amaya, no vamos a tener la Petar. Somos diferentes, pero eso no importa. Si nosotros no contribuimos y ponemos esfuerzos conjuntos para sacar los proyectos que Tunja tanto necesita, para qué estamos acá. La ciudadanía necesita la unidad.

SEMANA: ¿Se habla con el embajador de Colombia en el Reino Unido, Roy Barreras, líder de la Fuerza de la Paz, partido por el que usted fue avalado?

M. K.: Sí, nosotros conversamos cuando él está en Colombia. Esperamos vernos pronto y contar con el señor embajador. Él expresó su apoyo absoluto.

SEMANA: ¿Usted se considera un político?

M. K.: No, realmente no me considero político. Soy demasiado directo, un político no puede ser así.

SEMANA: ¿Usted es de izquierda o de derecha?

M. K.: No puedo definirme porque no comparto divisiones. El límite entre izquierda y derecha es diferente en Alemania, Rusia o Europa. Hay algunas cosas que tengo de derecha, otras de izquierda. Puedo estar a favor de reformas, pero también del control y más policías en la calle.

SEMANA: ¿Qué piensa del expresidente Álvaro Uribe?

M. K.: En su época hubo necesidad de Uribe, como ahora hay necesidad de Petro. Cada época requiere sus personajes. Reconozco que para su época hubo necesidad de tener al expresidente Uribe, pero la época se fue, como ahora la época necesita del presidente Petro. De hecho, Petro y Uribe son muy parecidos, son como dos caras de la misma moneda. Los dos son muy inteligentes, muy buenos oradores.

SEMANA: ¿Qué opina de Vladimir Putin?

M. K.: Me parece que es lo mismo, en su tiempo Putin fue una necesidad. El país estaba a punto de desaparecer, de dividirse. Me acuerdo que los primeros seis años estábamos contentos y orgullosos con Putin, pero a veces hay que irse antes de que se acabe la favorabilidad.

Mikhail Krasnov, alcalde de Tunja. | Foto: Alcaldía de Tunja

SEMANA: ¿Cómo ve el conflicto entre Rusia y Ucrania?

M. K.: Mal. Estoy en contra del conflicto.

SEMANA: ¿Sus padres son ucranianos y rusos?

M. K.: Los dos nacieron en la Unión Soviética, pero mi mamá es ucraniana y mi papá es ruso.

SEMANA: ¿O sea usted no cree que deban estarse peleando entre ellos?

M. K.: Claramente. Lo mismo que en Colombia no deberíamos estar peleando entre derecha e izquierda. Somos del mismo país y tenemos que estar juntos.

SEMANA: ¿Qué les dice a los colombianos que aún ven con sorpresa a un alcalde ruso en Tunja?

M. K.: Vamos a intentar no desilusionar. Que lean sobre Tunja y sigan las noticias y vengan a visitarnos.

SEMANA: ¿Cómo quiere que los tunjanos recuerden su gestión?

M. K.: Por el crecimiento económico, en donde las cosas no se decían, sino se hacían. No estoy hablando de las cosas y ya estamos implementando calles, los mismos ciudadanos dicen: ‘Pilas, que apenas llegó el ruso empezó a pavimentar’, entonces es chévere cuando la misma gente lo dice.