Como si la paz total del presidente Gustavo Petro no tuviera problemas, el Clan del Golfo, uno de los grupos armados que más mueve cocaína en Colombia, decidió tomarse Quibdó, la capital del Chocó. El anuncio lo hizo este martes 3 de septiembre el alto comisionado para la paz, Otty Patiño, visiblemente preocupado, en un debate de control político en la Comisión Segunda del Senado.
“Hoy con un problema tenaz, hoy quiero plantearles en el consejo de seguridad que actualmente el Clan del Golfo tomó la decisión de apoderarse de Quibdó, la capital de un departamento, y no es cosa menor”, informó Patiño.
Dijo que lo que está haciendo es asesinando y creando temor, apoderándose de las bandas donde operan estos grupos, como los mexicanos.
“Ellos quieren desalojar a los otros grupos y apoderarse de ese territorio, produciendo ametrallamientos a la población de otras zonas, condenando a muerte a muchas mujeres que no son ni siquiera parte de esas estructuras de esas bandas, sino que las publican en las páginas de ellos y les exigen que salgan de los territorios”, explicó.
El alto comisionado para la paz insistió en que es “un problema grave que está sucediendo en esta zona del país”.
Sin embargo, Patiño afirmó en medio del debate que hoy, estrictamente hablando, “no hay un conflicto armado en el país”.
“¿Cuál es el nombre de la paz en este momento? Eso es lo más importante de descifrar. A lo que estamos enfrentados los colombianos es a una suma de violencias que a veces se enfrenta entre sí, ellos niegan que, de alguna manera, algunos grupos tengan más visión y más origen político que otros, pero todos producen un incremento de la violencia”, dijo.
El alto comisionado para la paz hizo un balance de las conversaciones que adelanta el Gobierno con varios grupos armados, entre ellos, el Frente Comuneros, que se rebeló al ELN.
“Ese frente se escindió del ELN basado en que este era el momento de la paz. Hemos sido criticados por haber atendido a esa gente que tiene voluntad de paz, se nos ha tachado de agentes de la CIA”, comentó el alto funcionario. Recordemos que el Comando Central de esa guerrilla congeló las conversaciones de paz con Gustavo Petro desde febrero de 2024 por este hecho.
“El Comandante de ese frente en algún momento dijo que el Comando Central puede mandar, pero el pueblo es el soberano. Por eso, aceptaron estar en el proceso de paz”, añadió Patiño.
Con el ELN —añadió el alto comisionado para la paz— la negociación es muy importante porque es la última guerrilla de carácter rebelde que tiene un origen donde han participado personas como el sacerdote Camilo Torres.
“Ese grupo ha manifestado una voluntad de paz, pero tienen muchos problemas internos para decidir. Nuestra delegación ha tenido toda la paciencia, pero también hay una crisis enorme en este proceso. Y tienen que ser ellos los que encuentren una salida a la paz. El gobierno está absolutamente dispuesto a abrir las puertas, pero no volando oleoductos ni matando a gente de la fuerza pública”, anunció.
Patiño también habló del Estado Mayor Central de las Farc que, según él, sigue totalmente dividido.