Para miles de colombianos, estar en la cárcel se convierte en la peor pesadilla. Pocas horas para ver a su familia, mala alimentación, un riesgo constante para la vida y desesperanza. Pero para algunos de los más reconocidos líderes políticos capturados por corrupción y vínculos con grupos al margen de la ley, la prisión no es más que el escenario en el que tranquilamente siguen moviendo los hilos para fortalecerse en la política.
Tal es el caso de Musa Besaile, Bernardo ‘Ñoño’ Elías y Eduardo Pulgar, nombres que, desde la cárcel, vienen moviéndose para acaparar más poder en las elecciones regionales de octubre próximo.
Uno de los casos más dicientes es el de Musa Besaile, quien, a pesar de purgar una pena tras confesar que pagó 2.000 millones de pesos para frenar una orden de captura de la Corte Suprema, y acogerse a sentencia anticipada por concierto para delinquir en un proceso por nexos con el paramilitarismo, ha sabido conservar su poder en Córdoba con una estructura política sólida. Para esta contienda, Besaile quiere poner a su esposa, Milena Flórez, en la gobernación de Córdoba y se mueve para alcanzar decenas de alcaldías del departamento.
“Estamos creciendo como sector y como movimiento. Lo más importante es que tenemos en este momento 22 proyectos de alcaldía en todos los municipios del departamento de Córdoba y es a lo que le estamos apostando. Así que, con la ayuda de Dios y con las ganas que tenemos de hacer bien las cosas, creo que lo vamos a conseguir”, le dijo Flórez al periódico La Razón de Córdoba tras confirmar su aspiración a la gobernación del departamento.
Para lograr consolidar su grupo político, Musa viene moviéndose para poner a trabajar en la campaña de Flórez a sus dos hermanos, el senador de La U John Besaile, a quien le heredó la curul en el Senado en 2018, y al exgobernador de Córdoba, Edwin Besaile. Por ahora, Flórez ha venido recorriendo el departamento y ha sostenido encuentros con precandidatos a diferentes alcaldías.
También se le ha visto tomarse fotos con el concejal y expresidente del Concejo de Córdoba Billy Soto y el líder político Gustavo Álvarez, cercano a La Fuerza de la Paz, partido político del presidente del Congreso, Roy Barreras. Para impulsar la candidatura de Flórez, el clan de los Besaile viene buscando el guiño del petrismo.
Una de las opciones que se baraja es que el Pacto Histórico apoye la aspiración de la candidata de este grupo político a la gobernación de Córdoba y, a cambio, el petrismo tenga despejado el camino para quedarse con la alcaldía de Montería. Por ahora, el nombre que toma más fuerza en el Pacto Histórico para llegar a la alcaldía de Montería es el del concejal Leonel Márquez, quien pertenece al Polo Democrático, pero es cercano a Musa Besaile. “Con Musa Besaile me une una amistad de mucho tiempo, prestamos el servicio militar juntos, pero soy militante del Polo e integrante del Pacto Histórico”, manifestó el concejal.
La cercanía entre el clan Besaile y el petrismo no es de ahora. No se puede olvidar que, en noviembre pasado, el Gobierno Petro pasó de subdirector a director encargado del Sena en Córdoba a José Nicolás Barrios, primo de Milena Flórez. Tras conocerse la cercanía de Barrios con los Besaile, el director del Sena, Jorge Eduardo Londoño, lo removió del cargo.
Pero la ficha de Milena Flórez no tardó en recibir nuevamente la bendición del petrismo, pues en marzo pasado fue nombrado subdirector de Fortalecimiento de Capacidades Públicas Digitales en el Ministerio de las TIC. Este gesto se suma a la visita de Nicolás Petro a Musa Abraham Besaile, hijo de Musa Besaile, en enero de este año.
Si bien el hijo del presidente Gustavo Petro está apartado de la campaña desde que se conoció que habría recibido dineros del exnarcotraficante Samuel Santander Lopesierra, su cercanía con este clan político es innegable. Así lo confirmó Day Vásquez, exesposa de Nicolás Petro, en SEMANA, pues aseguró que “a él (Musa Besaile) le entregaron el Sena de Córdoba y pusieron a alguien muy cercano a Musa de director. Por eso la cercanía con Musa y todo este tema en Córdoba”.
Los competidores
Para llegar a la gobernación de Córdoba, Milena Flórez no la tendrá fácil, pues deberá enfrentarse al excongresista Erasmo Zuleta, quien pertenece al poderoso grupo de los Bechara, que en las pasadas elecciones consiguió la curul más votada del departamento en la Cámara con la representante Saray Robayo Bechara, prima de Erasmo Zuleta y pareja del hoy embajador en Venezuela, Armando Benedetti.
La candidatura del excongresista cuenta con el apoyo del clan Jattin, liderado por la exsenadora Zulema Jattin, quien fue condenada por paramilitarismo.
El otro candidato listo en el partidor es Gabriel Calle Aguas, hermano del actual representante a la Cámara Andrés Calle, quien lideró la disidencia liberal que se manifestó tempranamente en favor de Petro. Gabriel Calle Aguas fue designado en septiembre del año pasado como jefe de gabinete del Ministerio del Interior y formó parte de la coordinación de la comisión de empalme del mismo Ministerio.
A pesar de que, según conoció SEMANA, después de Semana Santa Gabriel Calle presentará su plataforma política llamada Nuevo Futuro, con la que pretende recoger firmas, detrás de él está otro poderoso líder político que desde la cárcel viene moviendo hilos para consolidar su poder en el departamento: Bernardo ‘Ñoño’ Elías, quien está pagando dos condenas impuestas por la Corte Suprema de Justicia en 2018 y 2021. La primera es de seis años y ocho meses de prisión por cohecho y tráfico de influencias, y la segunda es de ocho años y cuatro meses por los delitos de concierto para delinquir y lavado de activos.
Según le confirmaron fuentes en Córdoba a esta revista, si se llegara a concretar la candidatura de Gabriel Calle, contaría con el apoyo del grupo político del Ñoño Elías, entre los que están la representante Ana Paola García y el senador Julio Elías Vidal, hermano del Ñoño.
Otro de los que ha sabido aprovechar su estancia en la cárcel es el exsenador de La U Eduardo Pulgar, quien paga casa por cárcel por sobornar a un juez. Desde que fue condenado, Pulgar no ha hecho más que fortalecerse políticamente. En las pasadas elecciones legislativas logró poner a dos fichas suyas en el Congreso: su cuñada Claudia Pérez, quien llegó al Senado por el Partido Liberal, y la representante Sandra Ramírez, de Cambio Radical.
Adicionalmente, hasta enero pasado, antes de que se le diera detención domiciliaria, Pulgar estuvo recluido en una prisión cerca a Soledad, Atlántico, cuyo alcalde es Rodolfo Ucrós, cuñado del exsenador de La U. Por si fuera poco, además del poder que ha obtenido hasta el momento, dos congresistas y un alcalde, Pulgar tendrá también candidata a la gobernación del Magdalena, donde espera destronar al grupo político de Carlos Caicedo. La candidata de Pulgar será la diputada de La U Elizabeth Molina, quien llegó a la política de la mano del condenado excongresista.
Aún son recordadas las palabras de Molina durante un acto político en 2019 cuando aspiró a la Asamblea del Magdalena. Subida en una tarima, junto al exsenador Pulgar, le expresó su agradecimiento por haberle abierto las puertas de la política: “Me siento orgullosa de formar parte de tu grupo político”.
Queda claro que para algunos políticos la prisión se convirtió en un escenario para fortalecerse políticamente en cuerpo ajeno. Sin el desgaste de poner su nombre de manera directa, han sabido mover los hilos para ampliar su poder. Pareciera que estuvieran pagando política por cárcel.