Este lunes el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) fue liquidado oficialmente. El anuncio fue hecho por el presidente Juan Manuel Santos en rueda de prensa desde la Casa de Nariño. En su reemplazo, el gobierno nacional creó la Agencia Nacional de Inteligencia, una entidad de carácter civil adscrita a la Presidencia de la República. El nuevo organismo, que será dirigido por el almirante Álvaro Echandía, excomandante de la Armada Nacional, sólo cumplirá con funciones de inteligencia y contrainteligencia, mientras las demás funciones pasarán a cargo de otras instituciones del Estado. "Vamos a liquidar al DAS (...) no es ni una transformación ni una reforma. Se suprime el DAS", dijo Santos. Los funcionarios del organismo pasarán 3.000 al Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía, 800 al ministerio de Relaciones Exteriores, 600 al del Interior y 400 a la Policía Nacional, informó el presidente. Agregó que las funciones del DAS de inmigración las tendrá ahora la Cancillería y por eso se le traslada ese volumen de trabajadores al ministerio. La cartera del Interior fortalecerá su equipo de protección de personalidades y asumirá las que tenía el DAS, que también suministraba escoltas a congresistas, por ejemplo. "Aquí se ha satanizado mucho a la gente del DAS, de una forma que, yo diría, es injusta. Muchísimos justos no deben pagar por unos pocos pecadores", dijo el presidente al referirse a los escándalos que han rodeado al organismo. El presidente Santos también explicó que en el proceso de liquidación se incluye la conservación de los archivos, proceso que será vigilado y supervisado por la Procuraduría General de la Nación. "La Procuraduría irá depurando esos archivos de forma tal que garantice la idoneidad y el secreto de esos documentos, para cuando ese proceso se termine, sean trasladados a quien corresponda su administración", señaló el Jefe de Estado. Finalmente, Santos agradeció al personal del DAS por "entender este paso, que era necesario y le conviene al país". La liquidación y el traspaso de funciones del DAS se completará el 31 de diciembre, dijo a su turno el hasta ahora director del organismo, Felipe Muñoz. Desaparece el certificado judicial El presidente Santos anunció además que en los próximos meses desaparecerá el certificado del pasado judicial. "Para eliminar los trámites de aquí a final del año, se va el pasado judicial. Las empresas o los interesados en investigar si un ciudadano tiene antecedentes judiciales van a poder acceder a las bases de datos, pero ya no va a ser el ciudadano quien tiene que ir a buscar la información", concluyó. Medida inconstitucional: sindicato Francy Villegas, presidenta de la Asociación Sindical de Servidores de la Seguridad del Estado (ASES), habló en representación de los cerca de 5.000 trabajadores del DAS y manifestó que el artículo de la Ley 18 de la ley 1444 de 2011 que da facultades extraordinarias al Gobierno para modificar su estructura fue conceptuada como inconstitucional por el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez. Según declaró a RCN Radio, “hay suficiente evidencia de la existencia de un vicio en el proceso de realización de este artículo”. Según Villegas, el Ministerio Público solicitó la inexequibilidad de la norma ante la Corte Constitucional y expresó que si el proceso liquidatario sigue su camino “el Gobierno se arriesga a que la Corte le ordene reversar el proceso”. DAS: un organismo plagado de escándalos Desde la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, varios escándalos afectaron al DAS. Por interceptaciones ilegales hay varios exdirectores y mandos medios de la institución enfrentando procesos judiciales. Jorge Noguera fue condenado a 25 años de cárcel. Maria del Pilar Hurtado, al abrirse un proceso penal en su contra, pidió asilo político en Panamá. Y Felipe Muñoz, director ratificado por Santos cuando llegó a la Presidencia, es investigado actualmente por la Procuraduría. SEMANA reveló que el DAS extralimitó sus funciones y adelantó seguimientos e interceptaciones irregulares. El escándalo fue conocido como las “chuzadas del DAS”, en el cual se le hizo cacería a magistrados de las altas cortes, periodistas, sindicalistas, defensores de derechos humanos y políticos de oposición. En el 2009 SEMANA estableció también cómo, a pesar del escándalo, el DAS seguía interceptando comunicaciones ilegalmente (ver artículo “El DAS sigue grabando”). En septiembre del 2011, SEMANA publicó un informe que estableció que a raíz del proceso de liquidación del DAS, documentos clave para la seguridad nacional, que comprometen operaciones estratégicas y la vida de agentes encubiertos, fueron vendidos a guerrilleros, narcotraficantes y gobiernos extranjeros. Se trató de una megafiltración comparable a la de Wikileaks. Desde la edición del pasado 16 de octubre, SEMANA empezó a revelar archivos confidenciales que dejan al descubierto cómo el DAS, que nació como el órgano por excelencia de la inteligencia del Estado, llegó a convertirse en una máquina al servicio del crimen. Según los documentos, el DAS estaría involucrado en episodios como el atentado contra el entonces senador Germán Vargas Lleras en el 2005, el atentado contra Víctor Carranza en marzo del 2010 y el entrenamiento de paramilitares. También en la eliminación de los antecedentes judiciales de paramilitares, la venta de servicios irregulares y la relación con el narcotráfico (ver primera y segunda entregas de los archivos confidenciales). Felipe Muñoz, indagado por la venta ilegal de información en su entidad, respondió: “Mi compromiso es liquidar definitivamente el DAS y dar paso a una nueva institución, con mejores controles y más respetuosa de los derechos humanos. Quienes filtran información que se han llevado ponen en riesgo vidas y la seguridad nacional. Los perseguiremos y los judicializaremos”. El DAS deja de existir tras dos años de anunciarse su fin y sin que hayan cesado los escándalos en los que estuvo involucrado. La nueva entidad tiene el reto de recuperar la credibilidad de los organismos de inteligencia del Estado y de cumplir sus funciones con apego a la ley. Con información de AP.