El discurso del presidente Gustavo Petro en la Asamblea General de Naciones Unidas sorprendió a los colombianos y a la comunidad internacional por poner sobre la mesa temas tan complejos como la importancia de la hoja de coca para la selva amazónica. A su vez, sin titubear, aseguró que la guerra contra las drogas se perdió y que al mundo “poderoso” no le importa el medioambiente.

Para muchos fue un pronunciamiento disruptivo y novedoso, pero algunos recuerdan que otros mandatarios colombianos tocaron estos temas con anterioridad en el mismo escenario.

El primero fue el presidente César Gaviria, en 1990. El mandatario, que lideraba un país golpeado por la más feroz violencia narcotraficante y convulsionado socialmente, decidió darle un espacio al cambio climático, pidiéndoles a los mismos “poderosos” que mencionó Petro que colaboren para detenerlo.

En su momento, Gaviria aseguró que Colombia se caracterizaba por poseer uno de los grados de diversidad biológica más significativos del mundo. “Ese patrimonio lo entendemos como propio, pero también como de toda la humanidad. Por ello, en la Orinoquia y la Amazonia hemos protegido un área que es superior en tamaño a la Gran Bretaña”, informó el entonces presidente.

“Pero la responsabilidad y el costo de la conservación del entorno ambiental de la humanidad no puede recaer exclusivamente en aquellos países en desarrollo que aún tenemos el privilegio de contar con importantes reservas de bosques y tierras vírgenes. No puede admitirse que aquellas naciones industrializadas, que devastaron y siguen deteriorando los recursos naturales en el marco de un desarrollo sin control, pretendan ahora eludir las responsabilidades que les corresponden”, agregó, parecido a lo dicho por Petro este martes.

Según Gaviria, “el mundo industrializado tiene una deuda ecológica con la humanidad”. Habló sobre una “condicionalidad ecológica” impuesta por los países que figuran como los principales responsables de la degradación del medioambiente. Petro, por su parte, culpó a los “poderosos”.

“Si no se actúa prontamente para encontrar mecanismos de cooperación más eficaces, dentro de un marco de carácter multilateral, el tema del medioambiente se convertirá en un nuevo factor de conflicto entre el Norte y el Sur”, dijo.

Además, en años en los que era impensable por el impacto del narcotráfico en el mundo, el presidente Gaviria pidió corresponsabilidad de los países desarrollados.

“Mientras en el mundo desarrollado no disminuya la demanda por las drogas, habrá siempre más laboratorios y las mafias del narcotráfico serán cada vez más ricas, así las erradiquemos de Colombia y se hayan marchado hacia cualquier otro país”, aseveró.

Quien también mencionó una de las temáticas clave para Gustavo Petro en su discurso fue el expresidente Juan Manuel Santos, quien fue crítico de la guerra contra las drogas, recomendando otra vía para combatir la problemática.

“No puedo concluir sin tratar un tema sobre el que he insistido antes en esta tribuna: el problema mundial de las drogas. He dicho muchas veces que la guerra contra las drogas no se ha ganado ni se está ganando, que requerimos de nuevos enfoques y nuevas estrategias”, dijo el mandatario en su octavo y último discurso ante la organización.

Además, planteó mirar la problemática como un tema de salud pública y no de criminalización. “Pero todavía nos falta mucho, muchísimo. Es necesario llegar a consensos en asuntos centrales como el de no criminalizar a los adictos, y entender el consumo de drogas como un asunto de salud pública y no de política criminal”, agregó.

También resaltó que dicha guerra ha cobrado “demasiadas vidas” y Colombia, en especial, ha pagado un precio muy alto y tal vez el más alto en el mundo. “Lo que se está viendo es que el remedio ha sido muchas veces peor que la enfermedad”, señaló.

“Hagamos un serio y riguroso seguimiento de las experiencias regulatorias que se han puesto en marcha en diversas latitudes, y aprendamos de sus éxitos y también de sus dificultades”, dijo.

Además, aseguró que mientras haya consumo, habrá oferta. Por esto, trajo a colación, como pionero, una llamada “regulación responsable”.

“De buscar caminos para quitarles oxígeno a las mafias, y de afrontar el consumo con más recursos para la prevención, la atención y la reducción de daños a la salud y al tejido social”, expresó en la Asamblea General de 2017.

La paz, como siempre lo ha sido, es un tema que se tocó transversalmente en los últimos años. A pesar de que el discurso del presidente Gustavo Petro sea para muchos disruptivo y novedoso, otros presidentes de Colombia fueron pioneros en llevar esas conversaciones difíciles a la Asamblea General de las Naciones Unidas.