La embajada de Estados Unidos en Colombia negó que el ejército de ese país haga presencia en el Guaviare y que haya habido personal de uniformados en el 2019, luego de los señalamientos de que un militar estadounidense habría estado involucrado en el abuso sexual a una niña indígena en este departamento.
“El Ejército estadounidense no tiene presencia en el departamento colombiano de Guaviare. No hubo personal militar estadounidense ubicado en Guaviare en 2019. El gobierno de los Estados Unidos se toma en serio cualquiera acusación, y estamos comprometidos a trabajar con nuestros pares colombianos para investigar toda acusación de cualquier falta grave”, manifestó el portavoz de la embajada, John Rhatigan.
El caso tiene que ver con las denuncias de supuestos abusos sexuales a menores de edad indígenas en el Guaviare por parte, supuestamente, de militares y civiles y en medio del cual se habló de la presunta participación de un militar estadounidense.
Las denuncias se conocieron en un trabajo periodístico realizado por la cadena de televisión Univisión y que lideró el periodista Gerardo Reyes.
Según le dijo Reyes a SEMANA, la denuncia provino de “una persona que no podemos identificar, pero que vio todo el proceso de llegada de una niña a un hospital en San José del Guaviare”.
“Ella llegó con un familiar. Aparentemente un tío. Nos dicen que la rescató en el momento en que se dirigía a un río a abortar. Parece que es un río que usan las niñas para abortar, pero él tenía el temor de que, por ser tan pequeña, iba a morir. La montó en un automóvil o un transporte intermunicipal y la llevó al hospital. La niña no hablaba español. Solo quería comunicarse con su tío. El tío explicó allí que ella había tenido relaciones sexuales con un militar gringo, porque los gringos les daban raciones de comida a cambio de esto”, afirmó Reyes.
El comunicador explicó que “la niña tuvo un bebé que rechazó y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar tomó custodia de ellos dos. Esta entidad nos confirmó que el caso existe, pero hay un gran hermetismo”.
“Hay una cosa curiosa y es que cuando entrevistamos al director del Instituto allí le preguntamos si ellos (la niña y su bebé) estaban en Colombia y dijo que no podía dar información, por lo que se trata de un caso confidencial. Uno puede llegar a concluir que se abre la posibilidad de que los hayan tomado en adopción o que los hayan enviado a otro país, o que el padre haya asumido la responsabilidad. Son tres posibilidades que se abren ante esa respuesta del funcionario”, afirmó Reyes.
Agregó que no había más información del caso del supuesto militar estadounidense que estaría involucrado con el caso de esta niña. “La propia fiscal que está investigando no nos dio mayores detalles y en la embajada se quedaron callados. Me mandaron a hablar al Departamento de Estado. Aún no hemos hecho la petición a esta instancia, pero le preguntamos a la fiscal si los encargados de la investigación habían pedido información a la embajada y nos dijo que no sabía o que no podía revelar más sobre el caso”.
“No sabemos si está investigado. La respuesta de la embajada, después de más de una semana de silencio, fue que ellos remitían el caso al Departamento de Estado, a la oficina de subsecretaría encargada de América Latina y, específicamente, de Colombia”, dijo Reyes.
En efecto, la embajada de Colombia en Estados Unidos confirmó este martes que no existía ninguna investigación por estos hechos y este martes aseguró que el ejército de su país no tiene presencia en el Guaviare, departamento en el que se habrían presentado estas supuestas violaciones a niñas indígenas.