La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) está en el ojo del huracán por cuenta de la parálisis en el programa para abastecer de agua potable a las comunidades de La Guajira, que no tiene acceso a ese elemento indispensable para la calidad de vida de esas poblaciones, que viven en uno de los departamentos más alejados y pobres del país.
Su director, Olmedo López, ya está siendo investigado por la Procuraduría General de la Nación. Además, en su contra se alista un debate de control político en la Cámara de Representantes por las presuntas irregularidades en la compra de carrotanques para abastecer agua en la Guajira.
Los problemas en la gestión de la Unidad para ese departamento vienen desde semanas atrás e involucran a las poblaciones más necesitadas de Colombia, por las demoras en la puesta en circulación de 40 carrotanques que fueron contratados para abastecer de agua a esa zona del país.
Este miércoles, apenas han estado circulando diez de esos 40 vehículos que ya habían sido contratados. La promesa de la UNGRD es que este jueves (22 de febrero) estarán circulando y repartiendo agua los otros 30 que están paralizados.
Es más, la Unidad asegura que, desde antes de este escándalo, ya había 184 vehículos dispuestos para este fin. Pero el problema no radica en los contratos anteriores de automotores, sino en el que se firmó recientemente para la compra y operación de esos 40 automotores que han estado paralizados en lo que va de este año.
Lo que investigan las autoridades
La Procuraduría indaga si se presentaron irregularidades en las etapas precontractual y de ejecución. Específicamente, ese despacho está buscando si se efectuaron procesos indebidos en relación con la modalidad de contratación que fue aplicada por la UNGRD.
Es más, el despacho que dirige Margarita Cabello también está buscando si se dio un posible direccionamiento durante el proceso de selección del contratista, proveedor que es señalado de una posible falta de capacidad e idoneidad para suministrar los vehículos, lo que habría desencadenado un posible detrimento patrimonial.
El ente de control anunció, además, que practicará “una inspección disciplinaria en las instalaciones de la UNGRD, con el fin de recopilar la documentación relativa a las etapas precontractual, contractual y de ejecución, así como los informes de supervisión”.
Lo que sostiene la UNGRD, en palabras del subdirector para el Manejo de Desastres de la UNGRD, Sneyder Pinilla Álvarez, es que “los procesos de contratación de los carrotanques se han realizado de manera transparente y conforme a la ley 1523 de 2012, que permite atender a las poblaciones vulnerables de manera oportuna. Es importante para nosotros que los ciudadanos puedan conocer cómo se utilizan los recursos públicos, cuál es el proceso y cómo con carrotanques estamos atendiendo emergencias por falta de agua potable e impulsando la economía popular y local de los territorios”.
El problema de fondo es que los camiones se compraron y el agua no empezó a repartirse a tiempo. Por el contrario, la Unidad apuntó a que la repartición de ese recurso hídrico sería responsabilidad de la Alcaldía de Urubia o hasta tendría el respaldo de las Fuerzas Armadas, pero ese paso no se concretó y los vehículos se quedaron parqueados.
Los carrotanques de la polémica
La cuestión es que la contratación para la adquisición de carrotanques se realizó bajo la modalidad de régimen especial, uno de los puntos que ha sido cuestionado en medio de este escándalo de posible corrupción en la entidad.
Se trata de un acuerdo por $ 46.800.000.000 para suministrar 40 carrotanques de tipo FAT CF410, de origen holandés. Esos vehículos cuentan con un motor PACCAR MX-11 de 300 kW / 408 CV y con un freno de motor MX para transporte el suministro hídrico.
La información suministrada por la Unidad detalla que los tanques de agua de esos vehículos están construidos en acero inoxidable. Sus dimensiones, de 5.000 milímetros de largo, 2.500 milímetros de ancho y 1.800 milímetros de alto, les dan la capacidad para almacenar 16.000 litros de agua.