Todo un terremoto político es lo que se vive en el Gobierno nacional después de que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, presentara su renuncia tras la solicitud que le hizo el presidente Gustavo Petro. El jefe de Estado tomó la decisión en medio de las declaraciones de la exasesora Alejandra Benavides, quien salpicó a Bonilla en el escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
Pocas horas después, Petro nombró a Diego Guevara, que se estaba desempeñando como viceministro general de Hacienda desde 2022, como nuevo jefe de esta importante cartera que está en medio de una gran controversia. En el anuncio, el primer mandatario aprovechó para lanzar una pulla a su antecesor, Iván Duque.
“Va a ser el doctor Guevara, el viceministro actual, profesor universitario que conoce todo el proceso que hemos tenido luchando porque no nos ahoguen los fondos de capital de la deuda pública interna o externa, luchando contra las altas tasas de interés y luchando por el déficit que nos dejó el gobierno pasado de Duque sobrendeudando de manera brutal al país”, dijo.
Pese a que fue un nombramiento muy rápido y sorpresivo, Guevara es una persona preparada según su hoja de vida, o por lo menos eso es lo que piensa el presidente, porque cuenta con los pergaminos y la experiencia necesariaos para fijar el rumbo de las finanzas del Estado colombiano. El nuevo ministro es doctor en Economía, tiene un magíster y doctorado en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, misma institución en la que estudió la carrera de Ingeniería Mecatrónica.
A lo largo de los años ha sumado una gran experiencia laboral, trabajó en su alma mater como profesor, pero también ha estado vinculado a otras instituciones de renombre como la Universidad Javeriana, la Universidad de La Sabana y la Católica. Además, se desempeñó como consultor de la Agencia Francesa para el Desarrollo en temas de macroeconomía y cambio climático, y también estuvo como docente visitante en la Universidad de Viadrina en Fráncfort, Alemania.
Es un apasionado por la economía, muestra de ello es que se ha movido en diferentes áreas de investigación en las que se destacan la economía poskeynesiana, la financiarización de la economía y los modelos macroeconómicos SFC. Asimismo, ha publicado destacados escritos en diferentes revistas académicas a nivel internacional.
En cuanto a su experiencia en el sector público, su primer cargo fue precisamente en el Gobierno de Gustavo Petro. En 2022 se convirtió en el viceministro general del Ministerio de Hacienda, que en ese momento era dirigido por José Antonio Ocampo, quien hoy en día cuestiona muchas de las formas que tiene actual Ejecutivo en lo relacionado con las finanzas públicas.
De hecho, el hoy ministro fue uno de los ‘cerebros’ de la reforma tributaria que presentó el Gobierno en 2022 y que finalmente fue aprobada por el Congreso de la República.
No obstante, conoce al jefe de Estado desde mucho antes, pues en 2018 se encargó de aportar sus ideas en el programa económico del entonces candidato. En aquella oportunidad, Guevara estuvo involucrado en temas de impuestos a la tierra y grandes capitales, dos de los principales aspectos que ha destacado Petro.
En cuanto a sus visiones, el nuevo jefe de la cartera de Hacienda es seguidor de la escuela keynesiana, la cual cuestiona la independencia de los bancos centrales y, por lo mismo, opta por privilegiar las políticas contracíclicas de gasto público y emisión de dinero.
En su momento, cuando Bonilla todavía estaba en el cargo, Guevara fue uno de los funcionarios que se opuso a que el gobierno apoyara la reforma al Sistema General de Participaciones, un proyecto que finalmente recibió luz verde por parte del Congreso y que ha sido muy cuestionado por diferentes voces de la oposición y aliadas.
Ahora, tras el terremoto político que se vive dentro del Ejecutivo, Guevara recibió la confianza del presidente Petro y desde este miércoles, 4 de diciembre, es el nuevo jefe del Ministerio de Hacienda, convirtiéndose en la persona más joven en tener este importante cargo en Colombia en el siglo XXI, pues tiene tan solo 39 años.