SEMANA: ¿Cómo surge la idea de ser candidato a la Alcaldía?
PASTOR ALAPE: Puerto Berrío es el pueblo donde nací, hice la primaria y parte del bachillerato. Salí en 1979 para la insurgencia y después del acuerdo de paz volví por el mismo río Magdalena que me llevó a la violencia. Me encontré en el pueblo con viejas amistades, unas nuevas y la familia, pero digamos que por el protagonismo que he tenido en la implementación del acuerdo de paz. He llegado aquí con la Comisión de la Verdad, algunas actividades con organizaciones de víctimas para que la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos pueda desarrollar una acción concreta, con la JEP y otras instancias. La gente empezó a plantearme que los acompañara en este escenario. Yo me oponía a esto, no quise hacer parte del abanico de representantes al Congreso de Comunes porque considero que la política se puede hacer desde las bases con las comunidades y fortaleciendo la capacidad de acción en sus organizaciones para establecer políticas públicas. Pero después de todo un debate decidimos hacer un ejercicio para generar una conciencia política de lo público y sobre todo para garantizar que el Estado llegue a los territorios donde nunca ha hecho presencia. Acá tenemos unos fenómenos graves de violencia, hay más de siete bandas enfrentándose y creemos que una buena administración, con apoyo de las experiencias internacionales, nos permitiría dar alivio y derrotar esta violencia.
SEMANA: Con la lucha armada que tuvieron no lograron los cambios que querían y por eso se firma el acuerdo de paz. ¿A través de la política logrará las transformaciones que quiso cuando se fue por ese río Magdalena?
P.A.: Por supuesto, hay que avanzar en transformaciones concretas, modernizar el Estado, la democracia y hacerla más efectiva. La primera cosecha del acuerdo de paz es que en este momento hay un Gobierno alternativo. Tenemos que fortalecer las diversas expresiones del Estado e integrar institucionalmente la política pública en los territorios para poder quitarle el argumento a la violencia. Si no llevamos el Estado a los territorios, no vamos a quitar el discurso de la violencia. Debemos dejar sin discurso a quien intente suplantar al Estado con violencia.
SEMANA: ¿Qué les responde a quienes dicen que usted debería estar en la cárcel?
P.A.: Es lógico y entiendo esas expresiones. No es fácil desmontar una cultura de polarización, odio y estigmatización. Esa visión que construimos del ‘ojo por ojo, diente por diente’ no ha resuelto nada. Siempre tendremos un sector de la sociedad cuestionando y eso forma parte de la democracia. Entiendo las voces que nos señalan, que piden cárcel para nosotros, pero para eso se creó la JEP y todos los responsables del conflicto estamos llegando ahí.
SEMANA: ¿Cómo está su situación en la JEP?
P.A.: En la JEP nos establecieron una sanción máxima de ocho años y se estableció claramente que está de acuerdo con la solicitud que hice para cumplir mi sanción en Puerto Berrío. Desde el año pasado he venido haciendo acciones reparadoras como obras, pavimentando algunos tramos de algunas calles, construyendo una vivienda para adultos mayores y actividades dirigidas a reconstruir ese tejido social que afectó la guerra. Pero puedo ser candidato sin problema. Lo importante de todo esto es el mensaje a los jóvenes: la violencia no es el camino, lo correcto es el estudio, la familia y la cultura.
SEMANA: Es decir, que las transformaciones con balas no se logran...
P.A.: Quise cambiar el país con plomo, ahora quiero hacerlo con votos. Está demostrado que la guerra no tiene vigencia, la violencia está mandada a recoger.
SEMANA: ¿Se equivocaron al querer hacer cambios mediante la lucha armada?
P.A.: Es muy complejo decir que nos equivocamos, pero sí cometimos muchos errores y el país tomó unos rumbos que no eran los que debíamos haber asumido para la construcción de nación y el fortalecimiento de la democracia. Hemos reconocido autocríticamente que esta guerra teníamos que haberla parado antes.
SEMANA: Cómo será la pelea política con los partidos tradicionales. ¿Cuál es la estrategia?
P.A.: No estamos pensando en derrotar a nadie particularmente, queremos es construir. Esta es una candidatura de paz, reconciliación y partimos de mirar hacia el futuro.
SEMANA: ¿Cuántos candidatos?
P.A.: Diez, y eso es una fiesta democrática.
SEMANA: En Colombia se dan tamales, tejas o plata por un voto. ¿Ya le han pedido algo de eso?
P.A.: Sí, claro. Es tal vez lo más difícil porque uno les dice que aquí no hay plata y todos piensan: “¿pero cómo? Si usted tiene tulas y caletas”. Otros dicen: “no, ese señor no va a robar porque él ya tiene toda la plata”. Todos esos mitos hay que desmontarlos y lo central de mi campaña es que todos ponen. Lo único que le doy a la gente es la preparación de un sancocho, eso es todo. Hay otros que no me piden plata, pero sí me gritan: “oiga, ¿cuándo va a pagar sus penas?”, y entonces con ellos me siento a explicarles todo el tema.
SEMANA: Allá tiene contradictores y no olvidan su pasado. ¿Cómo los convencerá para que voten por usted?
P.A.: Diciéndoles que haremos un gobierno participativo, porque voy a tener el foco de la comunidad internacional, de la Justicia Especial para la Paz y de todo el país para que vean que este alcalde, que viene de la insurgencia, cumplirá y trabajará por fortalecer la democracia. Créame que puedo ser un excelente alcalde.
SEMANA: ¿Es consciente de que su pasado en las Farc le podría enredar la aspiración política?
P.A.: Claro, es una estrategia de campaña que van a hacer para afectarme. Pero también hay gente que conoce de este territorio y que a pesar de las atrocidades de la guerra, también conocen a unas Farc que ayudaron a hacer carreteras, escuelas, puentes y constituyeron las Juntas de Acción comunal. Mi pasado será mi mayor adversario.
SEMANA: Si gana la Alcaldía, ¿qué hará con los grupos armados en Puerto Berrío?
P.A.: El ELN no es fuerte en esta zona, hay presencia de las AGC y de otras bandas que no tienen una estructura, sino que corresponden a otras dinámicas. He planteado que el programa nuestro estará basado en la implementación del acuerdo de paz. Este municipio ha padecido todas las violencias y por eso trabajaré fuertemente en ese asunto. Con las bandas, solicitaremos autorización del Gobierno nacional, vamos a negociar para generar una presencia humanitaria permanente en los barrios y contener esa ola de asesinatos.
SEMANA: Otro de los problemas de Puerto Berrío es la informalidad. ¿Cómo la solucionará?
P.A.: El primer desafío es poder disminuir el desempleo. Si disminuimos el desempleo, disminuimos violencia. Y ese proyecto implica mirar los recursos del municipio para buscar alianzas públicas y privadas para fortalecer emprendimientos. Hay mucho trabajo por hacer en ese sentido y fortalecer la cultura agraria y campesina.
SEMANA: Habrá a quienes les moleste su candidatura, pero está cumpliendo con el tránsito a la legalidad. ¿Por qué algunos volvieron a las armas?
P.A.: Hay varios factores, unos que no entraron al proceso, como el caso de los que se llaman hoy Estado Mayor Central y en el caso de Iván Márquez, pues es un hombre lleno de muchos temores. Llegó el tema del entrampamiento y con eso asustaron a Iván, lo hicieron ir y llevarse a los que estaban dudosos. La fortaleza nuestra era que estábamos convencidos de que veníamos a un nuevo campo de batalla donde había que seguir luchando, porque el acuerdo de paz no tendría cambios inmediatos. Sabíamos que esto era de largo aliento, pero algunos compañeros se confundieron, no tuvieron la capacidad de avanzar, tenían muchos miedos y eso se juntó con la captura de Jesús Santrich. Iván se desesperó pensando en que sería capturado y pues ya sabemos qué pasó. Pero la mayoría de firmantes seguimos cumpliendo.
SEMANA: CM& reveló que Iván Márquez murió. ¿Qué información tiene?
P.A.: No tenemos información sobre ese tema, pero nos parece que es una especulación porque el comisionado de paz dijo que la última información que tenía era que Iván estaba vivo, y en CM& vi como una forma de promocionar la figura de Iván, aunque todo es especulación.
SEMANA: Si fuera cierto que murió, sería distinta la historia si hubiera seguido en la legalidad...
P.A.: Seguramente, si fuera cierto, se pierde una vida y figura importante en la Segunda Marquetalia. Se estaba avanzando en un acogimiento por parte de ellos y sin el fundador, pues habrá que esperar qué pasa.