VICKY DÁVILA: Expresidente Gaviria, ¿qué lo tiene tan preocupado?
CÉSAR GAVIRIA: Tengo inmensas preocupaciones por los meses que se nos vienen porque tienen colapsado el sistema de salud. El Gobierno no ha hecho nada de lo que tenía que hacer para atender a la gente. A las EPS las tienen quebradas y no les han dicho que les van a pagar. La Corte dio la orden y el plazo se cumple esta semana. Eso no les importa. Entonces, sin EPS y sin que el Gobierno esté listo, la gente no va a tener quién la atienda y vamos a tener miles y miles de muertos. Eso me preocupa.
V.D.: ¿Eso es lo que usted está vaticinando?
C.G.: Sí. Me preocupa mucho porque no basta ni siquiera con que pongan la plata. No. A las EPS les tienen que devolver el deseo de seguir siendo parte del sistema. Cuando uno habla con ellas, las ve entregadas.
V.D.: ¿Pero entregadas es arrodilladas o asustadas?
C.G.: Las EPS no ven que valga la pena seguir con este Gobierno. No ven que eso se justifique, y el Gobierno está demostrando que no le importa y no les va a pagar en estos días. De eso ni siquiera se habla. Entonces, no veo cómo van a hacer con la gente enferma. Ya la gente no consigue citas.
V.D.: Ni medicamentos.
C.G.: El país está sin medicinas, pero eso no parece importarle al Gobierno.
V.D.: ¿Pero quién es el responsable de todo esto?
C.G.: El Ministerio (de Salud) y el Gobierno.
V.D.: ¿El Gobierno es Petro?
C.G.: Pues sí, es Petro. Él es muy llevado de su parecer y en estas cosas toma cualquier idea y se aferra a ella. Él no ha sido capaz de reconocer que la Corte Constitucional falló que el problema que tenía el sistema era que ellos no les estaban pagando la unidad de capitación a las EPS. Además, les tienen deudas viejas muy grandes. No están hablando con ellas, al Gobierno no le interesa salvar las EPS. ¿Cuáles son las cosas que ha hecho el Gobierno para estar preparado y atender a los pacientes en Colombia? ¿Cómo los va a atender? Se le van a morir miles y miles de ciudadanos.
V.D.: ¿A qué está jugando Petro?
C.G.: Al colapso del sistema. Ya están al borde de haberlo conseguido.
V.D.: ¿Los colombianos son conscientes de eso?
C.G.: La gente no es consciente, nadie habla de eso. En un país donde ha existido capacidad de crítica y todo, la gente no habla. Ni los dirigentes políticos ni los demás porque le tienen mucho miedo a Petro.
V.D.: ¿Con razón o sin ella?
C.G.: En este caso, con razón.
V.D.: Hoy Petro tiene hundida la reforma a la salud en el Senado. ¿Cree que la va a salvar?
C.G.: ¿Para qué le sirve al Gobierno esa ley? ¿A dónde nos conduce? Tiene que pasar por las comisiones primeras porque es un derecho y tiene que haber una ley estatutaria que lo regule. Eso no lo han hecho. Van a seguir con una ley de salud que no lleva a ninguna parte. No se han preparado para nada.
V.D.: ¿Pero ve hundida esa reforma?
C.G.: Pues cuando uno ve a los senadores, francamente sí. El Gobierno tiene menos senadores. Ahora se están inventando un cuento, dizque unas inhabilidades y otras cosas. Unos artificios parlamentarios para que no se vote, para que esto se demore, para que siga así y para que el sistema colapse. Es lo que está pasando.
V.D.: ¿Habrá una operación ‘mermelada’?
C.G.: No sé. No creo que se pueda comprar a los senadores. No creo. El Gobierno no está en esa capacidad y, además, eso es peligroso.
V.D.: Claro. Usted fue el primero en decir la palabrita ‘cohecho’, con la cual alertó a su gente del Partido Liberal.
C.G.: Les han estado ofreciendo cosas a los congresistas que no les van a cumplir. Evidentemente no tienen cómo. Y los congresistas no están en plan de regalarse porque sí. No están en eso.
V.D.: ¿Qué les dice a los ocho congresistas que firmaron el archivo de la iniciativa en el Senado?
C.G.: Ese es el sentimiento de la mayoría de los ciudadanos, a los que no les gusta la ley de reforma a la salud del presidente Petro. La Corte Constitucional falló y dijo que lo esencial del sistema había que conservarlo. Estoy totalmente seguro de que va a haber muchos muertos por cuenta de esa irresponsabilidad.
V.D.: Los senadores dicen que no van a cambiar su decisión.
C.G.: Que no van a cambiar, exactamente.
V.D.: ¿Cómo se arregla el problema del sistema de salud, que les paguen a las EPS y ya?
C.G.: No, puede ser que sea tarde. A las EPS les han cancelado cuentas en clínicas y se les comieron el capital. Y el ministro está preocupado por montar en un avión, recorrer el país y gastarse un mundo de plata que no creo que tenga bien justificada.
V.D.: ¿Con cuál de los dos ministros de Salud de Petro se queda: con Jaramillo o con Corcho?
C.G.: Bueno, a la ministra Corcho se le veía su ansiedad por colapsar el sistema. Ella creía que eso era una solución, y eso nos va a llevar a miles de muertos. Y el presidente Petro lo va a pagar carísimo, en unas semanas va a haber gente marchando y protestando porque no tiene servicio de salud.
V.D.: ¿Y Jaramillo?
C.G.: No sé, es un problema del presidente. No acostumbro hablar de los ministros, me refiero a Petro y punto. El ministro está ahí y no está jugando un papel positivo, ni está procurando porque les paguen a las EPS, ni está en conversaciones con las EPS, ni le importa que las EPS no presten el servicio.
V.D.: No sé si sea la palabra adecuada, ¿pero no le parece que es muy patán?
C.G.: No quiero usar adjetivos para el ministro. No me corresponde, pero evidentemente no está haciendo su oficio y nos está llevando a una crisis que va a ser terrible. Hay una gran tragedia social y a la gente le parece que estoy loco porque estoy diciendo eso, pero es que si se muere un mundo de gente eso es una tragedia social. Y se va a morir gente porque no va a haber quién la atienda.
V.D.: Si aquí estuviera sentado el presidente Petro, ¿qué le diría?
C.G.: No hicieron lo que tenían que hacer. Esa ley está muerta. Se las tumbó la Corte Constitucional.
V.D.: ¿Qué pasa con las reformas laboral y pensional?
C.G.: De la pensional me preocupa un artículo, el último, que dice que el Gobierno proveerá los recursos. ¿Qué dice el Gobierno? No sabemos. ¿Está en el presupuesto? No. ¿Va a haber nuevos impuestos para eso? No. Van a hacer un cambio que a la hora de la verdad no va a ser nada. Y fuera de eso, esperan que unos parlamentarios, que serían beneficiarios futuros de las pensiones, se sacrifiquen. No los veo con mucho deseo.
V.D.: Todas las encuestas dicen que la gente, mayoritariamente, no quiere esas reformas de Petro. ¿Por qué Petro insiste?
C.G.: Él oye una idea, le suena muy bonito, pero es una idea, no es un estudio del problema. Él toma esa idea y cree que con eso tiene. No se preocupa y ni siquiera les cuenta a los ministros, sino que la expresa por X (antes Twitter). Y entonces, los ministros no pueden hablar con él, como todo el mundo sabe. Estamos en un gobierno así y creo que en medio de un problema que vamos a afrontar y que va a ser terrible.
V.D.: La viabilidad financiera de las reformas también es un enigma.
C.G.: Claro, no dejan crecer la economía. Ya vimos lo que creció y vemos que ellos están empecinados en atravesarse a que no haya nuevas vías, puentes, empresas mineras, producción, y que la economía siga en picada como va. ¿Qué están haciendo para evitar eso? Nada.
V.D.: ¿Eso es un capricho del presidente?
C.G.: Como nadie se atreve a decirle no, él ya se acostumbró a eso. Él habla y cree que porque habla es la verdad. Y no importa que las cortes le digan que no.
V.D.: ¿Cómo ve usted la relación entre el presidente y los partidos políticos?
C.G.: En la Cámara, los partidos políticos le funcionaron. Era el primer año de gobierno. Pero lo que están haciendo, de tratar de convencer a los senadores para que cambien de posición, no lo van a lograr.
V.D.: ¿Y si Petro intenta poner en marcha sus reformas a la fuerza?
C.G.: Están amenazando con sacar esas reformas por decreto. Si es así, duran unos días. Se caen en la Corte Constitucional, o como pasó con los servicios públicos, que en el Consejo de Estado se le cayó lo que hizo aún sin demanda.
V.D.: Petro viene diciendo que el sistema electoral tiene muchas falencias y que puede haber “fraude”. ¿Qué quiere decir el presidente con eso, si fue ese mismo sistema el que le permitió ser presidente?
C.G.: No me quiero anticipar a los deseos del presidente. Lo que él tiene son deseos, no proyectos políticos. En esos deseos, un día dice: ‘Los medios de comunicación RCN y Caracol están embruteciendo a la gente’. ¡Por Dios! Es un ataque a la libertad de expresión que el país no conocía. Él lo va diciendo fresco y espera que nadie le conteste. Pero es una irresponsabilidad, un ataque a la libertad de expresión que no tiene nombre. ¡No faltaba más! Que los medios de comunicación tengan que publicar noticias que solo le gusten al presidente, que él se pare a verlas y que todas le gusten. Pues no. Eso no lo va a conseguir. Eso no es democracia, es antidemocrático. Hoy, la libertad de expresión es un valor universal.
V.D.: Pero todo eso lo hace con total impunidad.
C.G.: Pues hasta ahora.
V.D.: No pasa nada.
C.G.: Por eso no tiene una sola ley aprobada ni un solo proyecto terminado. Nada. ¿Qué ha hecho hasta ahora? Nada.
V.D.: Pero hablemos de esos deseos de Petro. ¿Será que en sus deseos quisiera quedarse?
C.G.: Pues puede tener los deseos, pero aquí hay unas instituciones, hay tres Cortes, hay unos organismos de control, y todos lo han puesto en su sitio.
V.D.: ¿No se va a poder quedar en la Casa de Nariño?
C.G.: No. Este país no tiene esa tradición. Aquí los presidentes no se quedan sino que se van. Nadie que recuerde ha tratado de quedarse en el puesto. El presidente Uribe trató de hacerlo, de manera constitucional, y le dijeron que no, y se hizo a la idea de que no se podía.
V.D.: Petro dice que cuatro años son muy poquitos, que se necesitan más. Francia Márquez también dice que se requieren más años.
C.G.: Sí, claro. Ellos sí se quieren quedar en el Gobierno. ¿Pero cómo se van a quedar si tienen a todos los organismos de justicia y a todos los organismos de control diciéndoles que tienen que respetar la Constitución? Usted tiene que respetar los fallos judiciales. El Estado de Derecho es eso, no son los deseos del presidente Petro. Es respetar los fallos judiciales.
V.D.: ¿Y si Petro se quiere quedar arbitrariamente en el poder después del 7 de agosto de 2026?
C.G.: ¿Qué hacemos? Él se puede querer quedar, pero no veo cómo. No veo que los organismos de justicia se vayan a prestar.
V.D.: ¿No ve a Petro haciendo una ‘Madurada’?
C.G.: No, aquí no es posible. Venezuela es muy distinta a Colombia. La gente de Venezuela con algún dinero se fue, y a esa economía la destrozaron. Los gringos han hecho un mundo de tonterías, porque eso es lo que hicieron, tonterías, creer en la palabra del presidente Maduro; le hicieron un montón de concesiones y no les cumplió nada.
V.D.: Algunos dicen que Petro podría quedarse a través del proceso de paz.
C.G.: Pero el proceso de paz no va bien, va mal. ¿O hay alguien que me diga que el país es más seguro o mejor? Pues no.
V.D.: Estamos peor…
C.G.: Está peor. El proceso de paz va mal, entre otras cosas, porque la Corte ya dijo con quién se podía hablar y con quién no, y ellos están ignorando eso también.
V.D.: ¿El cese al fuego ha sido chimbo?
C.G.: Sí. ¿Cuántos ataques hubo de los elenos? ¿300? Eso no está funcionando. Entre otras cosas, porque la política de seguridad y de orden público la han estado manejando de común acuerdo con los elenos, y es un desastre. El señor Rueda fue un desastre. El de ahora es más sensato, pero de todas maneras no están respetando lo que la Corte les dijo. Están hablando con el Clan del Golfo. ¿Para qué? Para eso necesitan una ley de sometimiento. ¿Dónde está? No está.
V.D.: ¿Y cómo así que no se puede hacer inteligencia para saber qué está haciendo el ELN y que pueden reclutar niños mayores de 15 años?
C.G.: Sí, eso está pasando. Mejor dicho, se están poniendo de ruana el país, y al presidente no le preocupa. Todos sabemos que a las Fuerzas Armadas no las están dejando actuar con libertad, han sacado a muchos generales y coroneles sin razón. Y no pasa nada. Y él cree que eso está bien.
V.D.: ¿El ELN sí quiere la paz?
C.G.: No pareciera. Hacen muchas tonterías, ¡eh, Ave María! Eso que hicieron de secuestrar al papá de Lucho Díaz y de pedir 4 millones de dólares, esa furia que les dio porque la gobernadora del Chocó y el gobernador de Nariño protestaron por unos abusos que cometieron y, entonces, se declararon indignados de que los gobernadores hubieran protestado. ¿Indignados de qué? ¿La gente tiene que aplaudir los desafíos y los despropósitos del ELN? No. La gente no los tiene que aceptar. Puede protestar.
V.D.: Pasemos del ELN a las Farc de Mordisco. Mire cómo tienen a Jamundí. Y no pasa nada.
C.G.: Nada. Así es la situación de seguridad. Todos sabemos que se ha deteriorado y la política del presidente no está funcionando. Va a llegar un momento en que se les tiene que devolver a las Fuerzas Armadas la responsabilidad de tomar las decisiones de orden público y de enfrentar el delito. Pero no sé cuándo va a ser ese momento. Espero que sea más pronto que tarde.
V.D.: ¿Ya no será demasiado tarde?
C.G.: Creo que la seguridad se está deteriorando de una manera que el problema de la campaña presidencial que viene va a ser la inseguridad.
V.D.: Otra vez…
C.G.: Otra vez, así es.
V.D.: ¿La izquierda va a tener chance en las presidenciales del 2026?
C.G.: No creo que sin candidato vuelvan a ser capaces de armar ese muñeco que armaron para elegir a Petro.
V.D.: ¿Petro tiene un sucesor?
C.G.: No, él no tiene sucesor, nunca lo tuvo.
V.D.: Es irrepetible.
C.G.: Sí, es irrepetible (risas). Yo no tenía grandes esperanzas de que eso iba a salir bien.
V.D.: Usted sabía que esto iba a ser complicado…
C.G.: Sí, esto iba a ser complicado.
V.D.: ¿Será que el país va a moverse hacia la centroderecha, o por lo menos buscará elegir un gobierno sensato y responsable?
C.G.: El país necesita una coalición de fuerzas políticas mayoritarias, y eso se vota en primera vuelta. Puedo tomar la decisión de decir que no somos partido de Gobierno, pero no la decisión de que se haga una coalición a partir de la votación liberal, y que se haga con todos los partidos para defender la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos. Es lo que hay que defender.
V.D.: Lo obvio…
C.G.: Creo que mi partido apoya esa idea de que hagamos una gran coalición. No los veo con ninguna idea distinta.
V.D.: ¿Qué ha pasado con la convención liberal?
C.G.: Me quedé esperando que me notificaran, pero eso no ha pasado, me notifiqué de eso por el periódico. Dije: qué bueno leer qué es lo que dice la sentencia del Consejo Nacional Electoral, pero no, no parece existir. Nadie volvió a hablar de eso y ya se fue el tiempo. Y eso no pasó de ser una noticia de prensa. La Corte dijo que nadie nos puede interferir en nuestras decisiones y con base en esa decisión de la Corte Constitucional es que vamos a hacer la convención. Le estoy dando margen al presidente para ver qué nos muestra en este semestre, qué es lo que va a hacer. Y vamos a citar pronto la convención.
V.D.: ¿A usted lo ratifican?
C.G.: Eso no me importa. No he tomado esa decisión con anticipación. El problema que tiene el Partido Liberal es quién hace las listas, bien hechas y equilibradas. Ese es el problema.
V.D.: Usted ya está por encima del bien y del mal…
C.G.: No sé, no tanto como por encima y ni tanto como para no tener problemas…
V.D.: Tiene sus problemitas…
C.G.: Quisiera (risas). Y la gente me regaña y dice: ‘¿Y usted qué hace ahí?’. Y me miro y digo: oiga, sí.
V.D.: ¿Petro es antisemita, como hemos escuchado en el Congreso de Estados Unidos?
C.G.: Sí, es antisemita. Él no ha hecho una sola crítica a los señores de Hamás desde el primer día. No los condenó.
V.D.: ¿Y por qué cree que ha actuado así?
C.G.: Porque es antisemita, es muy claro, a él solo le importa Hamás y el pensamiento de Hamás, y miren en lo que vamos, en que no vamos a tener armas porque el presidente decidió más o menos romper relaciones con Israel. Resulta que los fusiles que usamos se hacen con tecnología israelí y los aviones Kfir que tenemos solo los pueden reparar los israelitas. Qué pena. Los presidentes tienen que ser realistas. Él está haciendo una cosa que va en contra de los intereses del país.
V.D.: Y tampoco pasa nada…
C.G.: Así es. Bueno, va a pasar, todas estas cosas que estamos diciendo no se van a quedar ahí.
V.D.: ¿Cómo ahí?
C.G.: El tema de la próxima campaña va a ser la seguridad. Nos van a dejar este país en una situación de inseguridad muy grave. La política de paz del presidente no va, y ellos no están cumpliendo la sentencia de la Corte ni nada. No les importa y ya.
V.D.: Hoy hay un montón de candidatos, ¿Germán Vargas es candidato o no lo ve así?
C.G.: Pues es probable que sí.
V.D.: ¿Le gusta?
C.G.: He tenido diferencias a lo largo de toda la vida con Germán, pero sí tengo trato y relación con él. Creo que si personas de esa estatura quieren aspirar, pues que aspiren.
V.D.: ¿Tiene chance?
C.G.: Sí, tiene chance, como otros que van a aspirar.
V.D.: ¿María Fernanda Cabal?
C.G.: No creo que el presidente Uribe apoye a nadie.
V.D.: ¿No?
C.G.: Él no va a apoyar a nadie. A él no le gustan los alfa y la gente que es del partido de élites. A él eso no le gusta.
V.D.: ¿Paloma Valencia?
C.G.: Tampoco la va a apoyar.
V.D.: ¿Paola Holguín?
C.G.: Tampoco.
V.D.: ¿Miguel Uribe?
C.G.: No sé, no creo.
V.D.: Algunos dicen que el exfiscal Barbosa podría ser candidato. ¿Le gusta esa idea?
C.G.: Le tiene que gustar a él y a la gente.
V.D.: Claudia López.
C.G.: Sí hay resistencia a ella. Claudia y el propio alcalde Galán lo van a pagar caro; la construcción del Metro va a generar unos problemas de tráfico mucho peores de los que hoy tenemos. Uno no se imagina cómo es mucho peor, pero va a ser mucho peor.
V.D.: ¿Y el tema de la seguridad?
C.G.: Bueno, la seguridad en Bogotá, a pesar de las cosas que se han hecho, pues va mal. No podemos decir que va bien, sobre todo porque la extorsión está creciendo desaforada.
V.D.: Galán lo tiene que resolver.
C.G.: Galán lo tiene que resolver.
V.D.: Eso le llegó de herencia de los cuatro años de Claudia.
C.G.: Pues sí. Y los dos van a tener que pagar un poquito el costo. El alcalde Galán es un tipo sensato, juicioso, dice las cosas que tiene que decir. Lo que está diciendo sobre el metro es lo que corresponde. Hay que cumplir esos contratos y hay que hacer el metro y no irnos, porque el presidente Petro quiere que sea profundo. Pues no, él quiere, pero eso ya no se hizo.
V.D.: Hay otro presidenciable: Juan Manuel Galán.
C.G.: Él siempre ha querido ser presidente, pero en la campaña pasada no le fue bien.
V.D.: Sergio Fajardo.
C.G.: No me voy a poner a opinar sobre eso.
V.D.: Opine sobre él.
C.G.: Sergio no quiso el apoyo liberal porque era conmigo. Ok, listo, siga como va, va mal, y terminó mal. ¿Qué hacemos?
V.D.: Pero todos están jugando.
C.G.: Sí, está bien. Hay que armar una coalición de fuerzas políticas, no de candidatos, y ahí cabrán los candidatos. Van a tener que buscar, con la votación de la gente, para dónde se inclinan. Para eso es la primera vuelta, para escoger un candidato que tenga toda una coalición detrás y que la gente no tenga duda de que en el 2026 vamos a tener un presidente que va a tener una gran mayoría política y que va a poder empezar la tarea de reconstruir lo que se haya destruido, que va a ser mucho.
V.D.: Eso quiere decir que quien debe asumir las riendas es un candidato de oposición.
C.G.: Un candidato que esté comprometido con el Estado de Derecho, con la defensa de la Constitución, con la defensa de la libertad de prensa.
V.D.: Y que sea viable.
C.G.: Y que sea viable, que la gente vote por él. Es que la gente es la que lo va a escoger.
V.D.: ¿Quiere decirle algo a Petro para despedirse?
C.G.: No tengo que decirle nada más al presidente Petro. Entre otras cosas, porque no acostumbro descalificarlo. Me meto con sus políticas, no con él. Alguien me interpretó una cosa que dije el día en que trataron de presionar a la Corte Suprema. Dije que eso era demencial. Pero dijeron que yo estaba diciendo que estaba loco. No, eso fue demencial y punto. Es un acto, un despropósito mayúsculo.
V.D.: ¿Le gustó la nueva fiscal?
C.G.: Me parece bueno que haya una fiscal cuya trayectoria sea haber sido fiscal. No hay manera de que una persona que ha sido fiscal cometa atropellos y que no cumpla las normas de justicia. Ella va a estar ahí y va a hacer cumplir la Constitución y la ley. No tengo temor ni de ella ni de las otras.
V.D.: Petro cree que es el jefe del fiscal, pero ella le dejó claro a la Corte que no recibirá órdenes.
C.G.: Claro que no.
V.D.: El otro compromiso de ella con los magistrados fue no permitir que se desate una guerra político-judicial desde la Fiscalía contra los opositores, críticos..
C.G.: Estoy totalmente confiado en que eso no va a pasar.
V.D.: ¿Está tranquilo?
C.G.: Tranquilo.
V.D.: Expresidente Gaviria, lo veo al pelo.
C.G.: Pues sí, estoy bien. Ya me alivié de esa cosa que tenía, que decían que era estrés, y nada, era una cosa y un médico de Estados Unidos me recetó una pasta y me curó en seis meses.
V.D.: Lo felicito. Me alegra mucho verlo tan bien.
C.G.: A ti por la invitación y por la oportunidad de decir estas cosas que, aunque parecen alarmistas, no lo son, son realistas.