Este domingo Germán Vargas Lleras habló de “dictadura”, en relación con los proyectos que hacen “fila” en el Congreso de la República y que, según expresó en su columna publicada por El Tiempo, se está saltando los debidos procesos de trámite.

“El Gobierno del llamado cambio en tan solo dos semanas piensa evacuar el Presupuesto Nacional, la compleja ley de orden público o marco legal para la Paz Total, el acto legislativo de reforma política, la Corte Agraria, el consumo recreativo del cannabis, el Código Electoral y, por supuesto, la mencionada reforma tributaria”, dijo Vargas.

Uno de los puntos en los que se centró engloba el Acuerdo de Escazú, recientemente aprobado, y con el que Colombia se convirtió en el país número 14 que lo ratifica y con el que se buscan mecanismos para que los defensores ambientales puedan acceder a la justicia. En su columna de opinión, Vargas argumentó:

“Muchos hemos señalado desde el principio la inconveniencia de la ratificación de este tratado, y muy en particular los sectores productivos, que han advertido que los tropiezos en la aprobación de miles de proyectos hoy en trámite de consultas previas y licenciamientos ambientales se harán francamente imposibles”.

Además, fue tajante en su posición al asegurar que este acuerdo no protegerá a quienes dice amparar. “Tengo la convicción de que el tratado poco contribuirá a proteger a los líderes ambientales amenazados o en peligro, quienes deben contar con toda la protección del Estado y con el compromiso de las autoridades de Policía y de la Unidad de Protección”, se lee en su texto.

También aseguró que con la firma de este acuerdo, Colombia tendrá un atraso en infraestructura, teniendo en cuenta las demoras que podría causar. “Hará inviable cualquier proyecto de desarrollo en el país, aumentará la inseguridad jurídica y multiplicará los tiempos y la incertidumbre en los procesos de licenciamiento”, opinó el exvicepresidente.

Y no tuvo reparo en referirse a la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, con un adjetivo característico de la funcionaria. “Lo único rescatable es que el Tratado de Escazú, en palabras de la activista ministra de Ambiente, terminó de sepultar el fantasioso proyecto bandera del Gobierno: el tren eléctrico elevado entre Buenaventura y Barranquilla”, puntualizó el político.

Ante la publicación de la columna de opinión, uno de los primeros en salirle al paso y responderle a Vargas Lleras fue el presidente del Congreso, Roy Barreras, quien lo hizo a través de su cuenta oficial de Twitter.

“Apreciado @German_Vargas, no hay dictadura en el Congreso, hay eficiencia, y al contrario, el #CongresoDelCambio se renovó en más del 60 % y los partidos históricos se liberaron y se sintonizaron con los vientos del cambio. (Falta un partido aún bajo coyunda autoritaria)”, señaló Barreras.

Según un informe revelado por la ONG Global Witness, se conoció que nuestro país es el segundo país de la región con más ecologistas muertos, con 33 casos registrados el año pasado.

Para Colombia, el Acuerdo de Escazú es un instrumento que le permitirá superar las ambigüedades actuales que tiene la legislación ambiental y contar con un marco jurídico unificado y estandarizado que proporcione reglas claras a todos los actores nacionales.