El invierno que castiga a Colombia puso a prueba al Gobierno de Gustavo Petro y a la capacidad de reacción del director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo. A juicio de varios alcaldes y congresistas, algunos del Pacto Histórico, los resultados no son los mejores porque hay zonas en Santander, por ejemplo, donde las ayudas aún no llegan. En otras tardaron varios días.
A Carrillo lo juzgan por su reacción tardía frente a las emergencias por las lluvias, las cuales dejan ya más de 100.000 personas damnificadas en todo el país, carreteras y viviendas arrasadas, además de enseres y casas inundadas en 300 municipios. Chocó, Santander y La Guajira son los departamentos más afectados.
Hay casos dramáticos. El municipio de San Vicente de Chucurí (Santander) fue una de las primeras localidades en sentir la furia del invierno. El sábado 9 de noviembre, una creciente de la quebrada Las Cruces se llevó por delante todo a su paso. Una mujer murió y más de 300 familias quedaron damnificadas. El casco urbano del municipio completó una semana sin agua potable porque la avalancha destruyó el acueducto local.
El alcalde de San Vicente de Chucurí, Óscar Sanmiguel, le confirmó a SEMANA la lentitud de la UNGRD para actuar. Aunque el sábado 9 de noviembre ocurrió la tragedia, solo hasta este domingo 17 arribará al casco urbano el director Carrillo.
“En vista de que no me llamaba nadie de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, yo le escribí al WhatsApp del director Carrillo el martes 12 de noviembre y me pidió hablar con un enlace en Santander. Le escribí este miércoles al funcionario y el jueves me respondió que el director de la UNGRD vendrá este domingo”, contó el mandatario.
Mientras tanto, ha enfrentado la emergencia solo. El gobernador de Santander, Juvenal Díaz, le ayudó con maquinaria y un sobrevuelo en helicóptero para evacuar a una mujer embarazada. “Aquí necesitamos respuestas inmediatas, al menos, manden un carrotanque de los que compraron, necesitamos respuestas concretas”, dijo el alcalde. ¿Por qué la UNGRD llegará a la zona de emergencia ocho días después si hay zonas incomunicadas, cinco puentes caídos, 13 acueductos veredales afectados y personas esperando las ayudas?
Álvaro Rueda, representante a la Cámara por el Partido Liberal, denunció que el director de la UNGRD suspendió una orden de proveeduría para suministro de maquinaria de diciembre de 2023 que dejó aprobada el exdirector Olmedo López y que, según él, hubiera sido clave para atender las actuales emergencias. “Si se hubiera ejecutado esta orden de proveeduría no estaríamos lamentando la magnitud de la tragedia”, le dijo a SEMANA.
En medio de lo ocurrido, algunos sectores políticos estiman que Carlos Carrillo se quedó en las denuncias por corrupción en la entidad, en el “show mediático”, en su papel de denunciante y no pasó a la ejecución. “Lastimosamente, por estar respondiendo a sus contradictores políticos por X no generó un plan de acción y prevención para contrarrestar estas situaciones que ya se habían anunciado”, afirmó el representante Rueda. “Parece que los congresistas le olemos a feo a Carrillo, no atiende llamadas ni requerimientos. Hay que decirle que deje de ser mamerto en modo ejecutivo, como lo dice en su Twitter, y empiece a ejecutar”, remató.
Por su parte, el alcalde del municipio de Guaca (Santander), Ferney Villamizar, le dijo a SEMANA que, pese a que las emergencias han hecho estragos en su pueblo, la UNGRD “tampoco se ha manifestado”. Agradeció a la Gobernación.
El secretario de Planeación e Infraestructura de ese municipio, Carlos Jaimes, confirmó que las lluvias no cesan en la provincia de García Rovira y la zona está en alerta. “Enviamos el acta de la calamidad a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo departamental y nacional, y la única respuesta que se dio fue de la Gobernación”, precisó.
En La Guajira, el invierno no ha tenido compasión. En medio de un puesto de mando unificado, el director de la UNGRD, Carlos Carrillo, confirmó la semana anterior que el Gobierno no contaba con recursos para gestionar la emergencia y que necesitaban el decreto de calamidad pública del Estado para atender la situación. Días después, tras la declaratoria de la emergencia y desastre nacional, el Gobierno Petro anunció 1,7 billones de pesos que destinarán para hacerle frente al invierno en Bogotá, La Guajira y Chocó.
Y es que el último departamento enfrenta serios problemas. La alcaldesa del Carmen de Atrato, Ana Milena Hinojoso, contó a SEMANA que su municipio está a la espera de concretar las obras de mitigación porque tienen claro que en cualquier momento puede presentarse una nueva emergencia.
Leonardo Montoya, líder social de Carmen de Atrato, estuvo recorriendo las poblaciones afectadas por las lluvias en Chocó y relató cómo las casas terminaron llenas de barro, con rastros de agua que llegaron al techo y que dañaron todos sus electrodomésticos. En medio de la borrasca, las personas durmieron en los techos y en sus balsas, abrazando a los animales para no perderlos, o escalaron el monte para huir del cauce del río.“La queja de los alcaldes ha sido que el director de la Unidad, Carlos Carrillo, viene a la región, pone la cara y luego no cumple. En el departamento todavía deben ayudas de olas invernales anteriores, como la que ocurrió a comienzos del año”, relató Montoya.
En Chocó no hay mayor optimismo con el Gobierno Petro. El alcalde de Juradó, Denio Jiménez, aseguró que es escéptico de las promesas de la UNGRD y ni siquiera asistió a la reunión que tuvo lugar en Quibdó con los funcionarios del Gobierno nacional porque sabía que las soluciones concretas no llegarían en ese encuentro. “He atendido solo el tema de mi pueblo con lo que he podido. Tuvimos una inundación en junio y esta es la fecha en la que no nos ha llegado ese apoyo. Si el Gobierno no da soluciones estructurales, siempre habrá emergencias”, sostuvo el alcalde.
Y el mandatario de Istmina, Jeison Mosquera Sánchez, reconoció que el miércoles pasado Gustavo Petro y Carlos Carrillo le ofrecieron bienestarina, kits de aseo y toldillos, entre otros elementos. “Se hicieron los anuncios, hay que esperar si se cumple o no”, dijo al cierre de esta edición.
El inconformismo contra Carrillo también está en el Congreso. Esta semana la Comisión Sexta del Senado adelantó un debate de control político, pero él no asistió porque, según explicó, atendía emergencias. Ni siquiera el Pacto Histórico lo respaldó. El senador Robert Daza, molesto, dijo: “El balance que tenemos de la entidad en este Gobierno es bastante precario. Valoramos la lucha contra la corrupción en la Unidad, pero esa no es la única responsabilidad”.
Carlos Carrillo, incómodo, le respondió: “Hay formas mezquinas de salir en televisión, senador. Eso es el Polo Democrático, mientras yo cargo la responsabilidad de proteger la vida de colombianos, los senadores de curul regalada lo único que les interesa es la pequeñez electorera. No son capaces ni de rodear al Gobierno en medio de un desastre”. La senadora Clara López le pidió a Carrillo “humildad y respeto por la bancada del Pacto Histórico”.
Por su parte, el senador Álex Flórez arremetió contra Carrillo. “No apoya al Gobierno, no presenta resultados, su gestión es paupérrima y lamentable”, dijo.
Pese a los problemas en la atención para algunas regiones, Carrillo dice que “el Estado colombiano está respondiendo. Por eso, con el decreto de desastre que se firmó, podemos garantizar que el Estado tendrá las facultades para hacer frente a esta situación y que no se han agotado las capacidades de la nación”.
Pero los trámites administrativos no son sencillos por la falta de recursos para los entes administrativos más pequeños y apartados. El propio Carrillo reconoce que los fondos de atención a emergencias de todo el país están desfinanciados, especialmente en municipios de quinta y sexta categoría, lo que terminó perjudicando la atención a la situación climática del territorio nacional.