En medio de la incertidumbre sobre el futuro de la construcción de la primera línea del metro de Bogotá, ante la insistencia del presidente Gustavo Petro de interferir en el proyecto para soterrar gran parte del trazado, 2024 será crucial para el avance de las obras.
Si bien la relación entre el alcalde Carlos Fernando Galán y el primer mandatario será trascendental para no entorpecer el megaproyecto de movilidad más importante del país, el consorcio chino, de acuerdo con el cronograma establecido este año, deberá avanzar e iniciar varios frentes de obra en diferentes puntos de la capital, determinantes para darle vida al metro elevado.
Las obras se deben ejecutar a la par que la investigación anunciada a finales del año pasado por la Procuraduría en contra del vicepresidente encargado de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Iván Humberto Baquero Susa. Lo acusan de presuntas irregularidades en el contrato que se firmó por 8.375 millones de pesos con la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) a fin de que emitiera un concepto para soterrar la primera línea del metro, entre otros análisis a otros proyectos ferroviarios.
De acuerdo con el Ministerio Público, con este contrato del Gobierno Petro se podría eventualmente invadir la competencia de las entidades territoriales, que tienen entre sus funciones la gestión y administración de corredores férreos regionales o distritales, y, por ende, no le corresponde a la ANI planear ni modificar.
Al cierre de 2023, el avance de la construcción de la primera línea del metro alcanzó el 30 por ciento. Esto comprende la adecuación de suelos del patio taller, que ya cuenta con un avance del 90,39 por ciento, y las del intercambiador vial de la calle 72, con un 42,97 por ciento.
A lo largo de 2024, el consorcio chino debe terminar la planta de fabricación de las vigas en U, al mismo tiempo que acelerar la producción e hincado de los pilotes PHC, fundamentales en el proyecto, pues soportarán la estructura del viaducto a lo largo de los 23,96 kilómetros de trazado.
La producción de estos pilotes avanza a escala industrial en el patio de prefabricados, ubicado en el patio taller de Bosa, y siete de cada diez pilotes del viaducto serán construidos en la planta.
Además del hincado de los pilotes, este año el consorcio chino también debe adelantar las obras de la subestructura del viaducto. Estas intervenciones consisten en la construcción de los dados de cimentación, pilas y vigas capitel, que constituyen la base del viaducto.
Para darle vida al viaducto se necesitan tres estructuras fundamentales: los dados, elementos estructurales que unen los pilotes de cimentación y se conectan con las pilas que sostienen el viaducto; las pilas, que transmiten las fuerzas hacia la cimentación; y las vigas capitel, que se ubican sobre las pilas para soportar la carga de los trenes.
En otras palabras, este año el consorcio chino debe avanzar en la adecuación del subsuelo a lo largo del trazado, que consiste en hincar los pilotes PHC, y comenzar a levantar o construir el viaducto. Asimismo, está contemplado que antes de culminar 2024 también se empiecen a construir las primeras estaciones en el sur de la ciudad.
De igual manera, se tiene que empezar a fabricar la vía férrea desde el patio portal, sobre la cual se comenzarán a descargar los trenes de la primera línea del metro que empiecen a llegar a la ciudad en 2025, y en donde se harán las primeras pruebas. En simultáneo, en China se debe acelerar la fabricación del material rodante y los sistemas ferroviarios.
Ahora, al consorcio chino aún le hace falta lograr la no objeción en un 20 por ciento de los diseños de detalle, los cuales deben entregar a medida que avancen las obras según se estableció en el contrato de transacción firmado en julio de 2023. En este también se le impuso una multa de 1.885 millones al concesionario por no entregar los primeros diseños a tiempo.
En ese orden de ideas, este año será vital para darles vida al viaducto y a las primeras estaciones del metro y se espera que en 2025 empiecen a llegar los trenes.