La derrota del Pacto Histórico en las pasadas elecciones regionales generó fuertes grietas. El panorama es tan incierto que algunos ya plantean internamente la posibilidad de romper la coalición que llevó al presidente Gustavo Petro al poder el año pasado.
Otros son más optimistas y piden mirar hacia el futuro político del proyecto; sin embargo, reconocen que las elecciones fueron un fracaso y que hay bastantes errores por corregir. Un congresista de la bancada, de manera anónima, aseguró que, efectivamente, el objetivo no se cumplió. Eso, a pesar de que el presidente Petro publicó un mapa en el que referenció los supuestos alcaldes y gobernadores que lograron, aunque algunos eran de partidos de derecha y hasta del uribismo.
La primera reflexión de la bancada se dio el pasado miércoles cuando se aplazó el debate de la reforma a la salud en la Cámara de Representantes. Varios congresistas se congregaron en un salón del Capitolio para discutir el resultado electoral. Aunque no había nada convocado formalmente, sí llamó la atención que hubo poca asistencia, lo que algunos interpretaron como una de las primeras evidencias de la grieta interna.
SEMANA conoció que el caos es tal en el Pacto Histórico que en esa reunión hubo algunos congresistas que expresaron su molestia porque el mismo Gobierno no les ha dado juego, sabiendo que se trata de la propia coalición, mientras ven cómo a otras colectividades les han ayudado. También se sintió el frío legislativo que hay en el Congreso por la falta de consenso para sacar adelante las reformas, que ahora se verán más afectadas por el precario resultado electoral.
De hecho, ya se evidenció la primera derrota, en la que el mismo ponente de la reforma a la salud, el representante Alfredo Mondragón, pidió el aplazamiento del debate del proyecto. En el cónclave se hicieron varias reflexiones de por qué no se logró el resultado esperado, pero pidieron prudencia para esperar que el escrutinio los pueda impulsar en algunas regiones. Están expectantes, especialmente en ciudades como Popayán y Santa Marta.
Aunque algunos plantean una disolución y que cada una de las colectividades haga su proyecto político aparte, otros piden que se fortalezca la alianza, tanto así, que creen que la opción principal es consolidar un partido único.
Sin embargo, reconocen que por fuera podrían quedar colectividades que tienen líderes con aspiraciones presidenciales para 2026, como por ejemplo Daniel Quintero con Independientes o Carlos Caicedo con Fuerza Ciudadana, que ya han demostrado que aunque son aliados naturales del petrismo, a veces prefieren hacer tolda aparte.
Precisamente, una evidencia de las fuertes grietas que se abrieron en el Pacto Histórico tras las elecciones fue la pelea entre Quintero y Gustavo Bolívar por el fracaso electoral de ambos en Medellín y Bogotá, respectivamente. Los dos se sacaron los trapitos al sol durante varias horas y se dijeron de todo.
Desde el Pacto Histórico también reconocen que hubo victorias de la oposición porque lograron reflejar los miedos que representa ese sector, como en el caso de Bogotá con el freno al metro. Por ahora, el presidente Gustavo Petro se ha mantenido al margen. La alianza de izquierda convocará una reunión esta semana para determinar el futuro político y hacer las reflexiones de lo que sucedió.
Los que son optimistas dicen que hay Pacto para rato, pero reconocen que deben ajustar la dirección de fondo, mientras que otros consideran que deben tomar nuevos rumbos y pensar en alianzas solo cuando sea necesario.