El nombramiento de Sebastián Guanumen como embajador de Colombia en Chile ha generado todo un revuelo diplomático. Esta vez no se trata de los cuestionamientos por los que es recordado, por ordenar “correr la línea ética” en la campaña de Gustavo Petro, sino porque en su caso se estarían infringiendo normas diplomáticas.
SEMANA conoció que, a pesar de que Guanumen fue nombrado como embajador de Colombia en Chile, donde era cónsul general en Santiago, no se ha firmado el decreto de posesión.
La pregunta que surge entonces es cuál es su estatus diplomático en ese país y qué vínculo laboral tiene en estos momentos con la Cancillería.
Hasta el momento es un misterio por qué su decreto de posesión no se ha firmado. Se ha llegado a hablar de temas de “género”. Otros hablan de que su nombramiento no fue bien visto por algunos líderes chilenos, inconsistencias en su hoja de vida y hasta de investigaciones en su contra.
Quien ya fue nombrada fue la nueva cónsul María Antonia Pardo, en reemplazo de Guanumen.
El lío es que si Guanumen sigue recibiendo aún los beneficios de ser diplomático colombiano podría configurarse un posible peculado.
Esta revista conoció que el pasado viernes 7 de junio, Guanumen llegó junto a Pardo a la embajada y la acreditaron a ella como la nueva cónsul. Estos trámites se hacen cada viernes, por lo que este 14 de junio se debería definir quién es realmente el cónsul a cargo, si Pardo o Guanumen, porque no pueden estar los dos registrados con ese cargo ante el derecho internacional y ante ese país.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores pidieron que Guanumen fuera posesionado, como efectivamente sucedió, pero fue necesario recurrir a otra figura: la de consejero ante cónsul general, aunque ante la opinión pública se hablaba de embajador. Otro problema es que en ese cargo fue nombrada en provisionalidad en agosto del año pasado Gloria Esperanza Acevedo, quien es cercana a Petro y trabajó con él en la Alcaldía de Bogotá.
En ese momento esa designación también fue cuestionada. El nombramiento de Acevedo fue demandado ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca por nulidad electoral.
Acevedo también ha sido criticada en Chile por tener esquema de seguridad y otros beneficios que no cualquier diplomático tiene.
El problema diplomático para Colombia es que el Gobierno chileno podría pedir las acreditaciones de los funcionarios y evidenciaría estas inconsistencias.
Otra de las alertas que hay es que en el momento en que se publique el decreto de Guanumen como embajador se le puedan aprobar viáticos y menaje, pero no tendría derecho a esos beneficios porque no tiene que desplazarse de ciudad, sino que se mantendrá en Santiago de Chile.
A pesar del enredo jurídico, SEMANA conoció que Guanumen ya se toma atribuciones como si fuera el embajador oficializado y es quien da línea en la Embajada de Colombia en Chile.
Una de las dudas que surge es que jurídicamente Guanumen no estaría ejerciendo en estos momentos formalmente como cónsul general ni como embajador, aunque seguiría siendo funcionario activo de la Cancillería y tiene el beneplácito del Gobierno chileno, a pesar de las críticas que se generaron tanto en Colombia como en ese país.