El presidente Gustavo Petro volvió a agitar la polémica este jueves frente al asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse, ocurrido el 7 de julio del año pasado, caso por el cual están detenidos en ese país 18 exmilitares colombianos acusados de haber participado en este magnicidio.

Mientras adelanta una agenda de trabajo en Nueva York (Estados Unidos), Petro pidió perdón este miércoles en la noche a Haití por el asesinato de Moïse y acusó a los exmilitares colombianos detenidos de “mercenarios”.

“Hoy le pedí perdón a Haití por el asesinato de su presidente cometido por mercenarios colombianos”, trinó Petro en su cuenta de Twitter.

El mensaje del mandatario generó revuelo en algunos sectores, al advertir que aún no se ha convocado a un juicio a los colombianos que se encuentran detenidos en ese país, señalados de ser los responsables de ese magnicidio. Los familiares de algunos de los exmilitares han señalado que son inocentes y que fueron engañados.

A pesar de ello, Petro volvió a referirse al tema este jueves y aseguró que estos colombianos, según él, fueron los que asesinaron al presidente Moïse.

“Como todos ustedes saben, su presidente (Moïse) fue asesinado por los mercenarios colombianos entrenados, fueron miembros del Ejército antes, con dineros públicos de Colombia y de Estados Unidos y en ese ejercicio dejaron la Fuerza Pública, se convirtieron en mercenarios y terminaron en una operación para asesinar al presidente”, manifestó el jefe de Estado colombiano.

El mandatario volvió a insistir: “Haití es una víctima de nosotros, de las rutas clandestinas del narcotráfico que han destruido prácticamente la estabilidad completa de ese país”.

Actualmente, hay 40 personas, entre ellas los 18 colombianos, que han sido detenidas en relación con la investigación. Además, quedan aún muchos interrogantes sobre los motivos del asesinato, que ha sumido aún más en la incertidumbre a Haití, un país arrinconado por la pobreza, la inseguridad y la corrupción.

La versión de los exmilitares

Los exmilitares colombianos detenidos en este país han dado su versión de los hechos a través de sus familiares y de su abogada Sondra Macollins Garvin.

Según la versión de los detenidos, ellos fueron contratados por una empresa americana llamada CTU para prestar servicios de vigilancia y de seguridad de un político haitiano que era el candidato a presidente, Emmanuel Sanon, opositor al asesinado Jovenel Moïse.

Al mes siguiente de haber llegado, después de haber estado por toda la ciudad, Puerto Príncipe (capital de Haití), los recibió la Policía en salones diplomáticos. Esa misma Policía, según relató su abogada, “los llevó el 8 de julio del año pasado en la madrugada a hacer el operativo para hacer un supuesto anillo de seguridad, los dejan en una casa a las 3:00 a. m., cuando ya estaba muerto el presidente”.

Después de que ellos se dieron cuenta de que ahí, en esa casa, estaba muerto el presidente Moise, salieron y se sentaron a esperar la llegada de las autoridades, ninguno de ellos huyó, permanecieron a las afueras del lugar.

“Ahí nadie más volvió a aparecer y luego esa misma Policía que los había llevado, los captura”, indica la versión de los exmilitares.

Lo que está claro por ahora es que, mientras el presidente Petro asegura que ellos participaron en el asesinato, estos exmilitares completan ya más de un año sin que se les haya iniciado el proceso en contra. Por ahora, lo único que se conoce es un informe de Policía del día de la captura. Y para acabar de completar, el Palacio de Justicia fue vandalizado en tres ocasiones, la última vez el 10 de junio de este año y desapareció lo poco que había.