El presidente Gustavo Petro pronunció un discurso desde Apartadó, Antioquia, este lunes 18 de marzo y desató una polvareda política, al menos, entre la clase política paisa.
El jefe de Estado, delante del gobernador de Antioquia Andrés Julián Rendón, la vicepresidenta Francia Márquez y la opinión pública que lo escuchaba mencionó 15 veces a El Poblado, la afamada comuna de Medellín, y dijo que “el empresariado, en un sector, financió el paramilitarismo”.
“Pues aquí hubo una presencia insurgente del Ejército Popular de Liberación Poderosa. Eso afectó el empresariado bananero, llamémoslo ahora así, que reaccionó paramilitarizándose. No todos, eso no, siempre habrá excepciones, pero más o menos fue así la historia”, dijo el primer mandatario.
Quienes escucharon detenidamente el discurso no descartan que Petro tenga algún tipo de sentimiento en contra de Antioquia, un departamento que históricamente ha sido de derecha, pero que en las elecciones presidenciales aportó 900.000 votos en favor del líder de izquierda.
“El Poblado no es Medellín ni Antioquia, como el Chicó no es Bogotá ni Colombia”, aclaró Petro este martes 19 ante la andanada de críticos a su labor.
“Las confesiones, la Comisión de la Verdad y los fallos judiciales muestran que un sector del empresariado bananero con ayuda estatal apoyó en el pasado el paramilitarismo y la masacre del pueblo del Urabá. En Urabá se impuso una forma paramilitar de gobernar”, añadió.
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, no tuvo otra alternativa que salirle al paso al jefe de Estado. Aunque él estuvo en Apartadó, escribió en sus redes sociales.
“Ayer el presidente Petro atacó a la Comuna 14 El Poblado para estigmatizar a Medellín y Antioquia. Un gobernante debe entender que lo que hay que acabar es con la pobreza y no con la riqueza, una bien construida, equitativa, generadora de empleo y posibilidades”, dijo.
Y añadió: “Tiene razón el presidente cuando dice que pensamos muy diferente: su visión de la confrontación se justifica por las ‘causas objetivas de la violencia’. Él ve a quienes posan de insurgentes como rebeldes. Yo los veo como criminales. En su lógica marxista, él ve a los empresarios como explotadores, yo los veo como generadores de riqueza”.
Por su parte, la senadora del Centro Democrático Paola Holguín afirmó que “el socialista de Ferragamo está obsesionado con El Poblado, no le preocupa la superación de la pobreza, sino la destrucción de la riqueza; no tiene ni idea cuánto falta para acabar las 4G, solo las menciona para enfatizar su discurso de odio de clases; crea falsos dilemas para dividir el país”. Ella se refiere al presidente Gustavo Petro.
El congresista antioqueño Juan Espinal también reaccionó: “Petro demuestra una vez [más] su bronca contra Antioquia”. Dijo que su discurso en el Urabá “es desafortunado, genera odio y división de clases”.
“Esas personas de El Poblado [a las] que se refiere son empresarios que generan 30.000 empleos, que, a pesar de los bandidos en la región, han resistido”, añadió.
Espinal cuestionó que el equipo de seguridad de Gustavo Petro requiriera el morral del gobernador Andrés Julián en medio del acto público. “Es una ofensa directa a todo el pueblo paisa”, remató.