Un sombrío panorama sobre el futuro de la política de paz total y las negociaciones entre el Gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) dieron algunos expertos en proceso de paz y, especialmente, en este grupo armado ilegal.
Las posiciones se conocieron una semana después de que el gobierno del presidente Gustavo Petro reiniciara los diálogos con el ELN, en Caracas (Venezuela), con la meta de llegar pronto a varios acuerdos con esa organización de origen insurgente, pero señalada por las autoridades de diferentes actos de terrorismo.
Para Alberto Fergusson, un exnegociador de paz con el ELN, la expresión “paz total” son dos palabras que serían una especie de aspiración e imaginario, pero, finalmente, no terminan siendo una meta precisa ni parecen traer, por el momento, logros reales.
El académico, quien participó en un foro que realizaron la Universidad del Rosario y la Fundación Hanns Seidel, afirmó que el concepto del gobierno de Petro “apunta, seguramente, a lo que ha sido la historia previa de los procesos de paz en Colombia”.
“En el caso de la negociación con el ELN, me sirvió mucho entender que tal vez ha habido un proceso de paz que ha tenido distintos capítulos con distintos gobiernos y en diferentes momentos”, afirmó el exnegociador de paz con ese grupo ilegal.
Camilo Gómez, quien se desempeñó como alto Comisionado de Paz durante el gobierno del expresidente Andrés Pastrana (1998-2002), afirmó que los colombianos no pueden esperar que las discusiones que se reiniciaron con este grupo guerrillero sean fáciles.
“Le tomaron el pelo hasta a Fidel Castro (...), se negaron a firmar y nunca supimos por qué”, afirmó Gómez refiriéndose al fallecido presidente de Cuba.
El excomisionado de Paz aseguró que un concepto como la paz total hace pensar que hay una evolución, en la que una guerrilla como el ELN “pasa de no sentarse con el Estado, porque decían que negociaban con la sociedad directamente, a un momento en que se sientan con un gobierno con el que pueden hablar mejor, por ser más amigo, por ser más de izquierda, en una sede que es amiguísima” de esa organización.
Cabe recordar que el congelamiento del proceso con el ELN se dio en enero de 2019 luego del ataque de ese grupo ilegal a la Escuela de Policía General Santander y en el que hubo 21 personas muertas. Tras el atentado, el expresidente Iván Duque exigió que esa guerrilla soltara a todos los secuestrados en su poder y abandonara de inmediato los actos terroristas, lo que en ese momento no sucedió.
En el foro también participó el alto Comisionado de Paz, Danilo Rueda, quien afirmó que uno de los ejes de discusión de la paz total es el diálogo, el cual nace a partir de los efectos positivos y de los faltantes que se han visto en los seis años de desarrollo del acuerdo de paz con las Farc y, también, de los más de 30 años de procesos de paz que se han vivido en Colombia.
“Muchos afirman que la paz total es ambiciosa, y por supuesto que lo es, pero nace de los aprendizajes. De nada sirve tener un diálogo con el Ejército de Liberación Nacional sin que nosotros, simultáneamente, resolvamos esas otras violencias armadas que pueden poner en riesgo la vida de los que firmen la paz o líderes sociales que haya en los territorios donde ellos operan”, afirmó el funcionario.
Y añadió que “de nada sirve suscribir un acuerdo con el ELN, si no cumplimos el acuerdo del Teatro Colón, porque los hechos de la política pública, en concreto, son los que dan credibilidad a esta apuesta”.