La decisión del Tribunal de Cundinamarca de tumbar la lista de 10 candidatos a contralor, elaborada por el Congreso de la República, no solo obliga a que el Legislativo tenga que volver a barajar las cartas, sino que calienta aún más el ya de por sí caldeado pulso por elegir al próximo jefe del ente de control fiscal.

De acuerdo con la decisión del tribunal, en la escogencia de la lista no se tuvo en cuenta la meritocracia ni la participación equitativa de mujeres. Al parecer, el proceso de exámenes y puntuación solo se hizo para cumplir el requisito, pues los escogidos habrían sido seleccionados, según el fallo, a dedo.

Más allá de los argumentos judiciales, que desde luego obligarán a recomponer la lista antes del 20 de agosto, según ordena el tribunal, la pelea por elegir al sucesor de Carlos Felipe Córdoba se ha movido tras bambalinas. Ejemplo de ello es la movida discreta, de una partida de ajedrez, en la que han resultado involucrados el gobierno saliente de Iván Duque, el petrismo, el Partido Liberal y el actual contralor, quien busca dejar heredero.

No se puede olvidar que la Contraloría es el máximo órgano de control fiscal del Estado, es una de las entidades con mayor control sobre la política y puede dañarle el caminado a cualquier alcalde o gobernador con la apertura de algún proceso fiscal que lo ponga a dar explicaciones.

Además, uno de los temas que más interesa a los congresistas, es que esta es una de las entidades del Estado con mayor burocracia, pues cuenta en su planta de personal con 4.057 cargos. Es decir, hay bastantes puestos para los interesados.

A esto debe sumarse el hecho de que en la elección de contralor es cuando los partidos del nuevo Congreso se ‘muestran los dientes’. Más allá de si son bancadas de gobierno, independientes o de oposición, las fuerzas políticas buscan hacer alianzas para imponer su candidato y tratar de someter a las demás bancadas, que al final terminan aceptando su derrota y se suben al caballo ganador.

Así ocurrió hace cuatro años con la elección de Felipe Córdoba, quien inicialmente tenía el apoyo de sectores de Cambio Radical y el Partido Liberal, pero al final, ante su inminente victoria, las demás fuerzas políticas se alinearon con él y terminó ganando con 203 votos de 270 posibles. Ningún partido quiere tener un contralor en contra.

Esta elección es de tal trascendencia que se viene calentando desde febrero de este año, cuando el presidente del Congreso, el conservador Juan Diego Gómez, abrió de manera muy anticipada el concurso de méritos para que se inscribieran los aspirantes.

Durante el proceso, que tuvo varias etapas hasta la selección final de la lista de diez candidatos elegibles, el Congreso saliente, en cabeza de la coalición de partidos que acompañó a Duque, se aseguró de que entre los finalistas quedaran candidatos afines a los partidos tradicionales y al saliente contralor Córdoba.

Pero también se encargaron de eliminar a dos de los aspirantes con los que tenía simpatía el petrismo: Julio César Cárdenas y Vladimir Fernández.

Este hecho molestó al petrismo, especialmente al senador Gustavo Bolívar, quien de manera insistente pidió que se tumbará esta lista de candidatos y se conformara una nueva. El congresista del petrismo esperaba ser apoyado en esta solicitud por el senador Roy Barreras, quien será el próximo presidente del Senado, pero su copartidario no le copió.

Esto desató la furia de Bolívar, quien acusó a Barreras de tener candidata propia en medio de la elección del nuevo contralor general, “para garantizar el ‘tapen, tapen’ cuatro años más”. Barreras calificó esto como “un chisme”. Pero ya la fractura por este tema era evidente en el Pacto Histórico.

Nueva baraja

El contralor Carlos Felipe Córdoba bsuca dejar heredero. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA

Sin embargo, con la decisión tomada este miércoles por el tribunal, hay que barajar y volver a empezar. Y, paradójicamente, uno de los más beneficiados con este fallo judicial podría ser el petrismo.

En este sector político no pierden la esperanza de revivir dos nombres: el del excontralor Julio César Cárdenas y el de Karol Dahiana González, esposa del exsecretario de gobierno de Claudia López, Luis Ernesto Gómez.

Cárdenas, quien por segunda vez aspira a dirigir el ente de control, cabe bien en la mayor parte de la izquierda. Y hace cuatro años, cuando aspiró por primera vez al mismo cargo, recibió el apoyo público del entonces senador Gustavo Petro.

Cárdenas, quien sacó uno de los puntajes más altos en la prueba de conocimiento durante el proceso de preselección, tiene altas chances de ser incluido en la lista final.

Un sector del Pacto Histórico, en el que estaría el senador Roy Barreras, también ve con buenos ojos a la abogada María Fernanda Rangel, directora de la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata (Diari).

Rangel trabajó con Juan Fernando Cristo, miembro de la Coalición Centro Esperanza, cuando este fue presidente del Senado y luego ministro del Interior.

Esta candidata también es cercana al actual contralor Córdoba, quien conserva también dentro de su baraja a Luis Carlos Pineda, contralor delegado para la Participación Ciudadana. Su otro candidato, Aníbal José Quiroz, contralor delegado para el seguimiento del Sistema General de Regalías y exasesor de Planeación Municipal de Valledupar, perdió posibilidades al resultar salpicado en el escándalo por la supuesta malversación de los dineros de la paz.

Córdoba también es cercano al excontralor de Bogotá Andrés Castro Franco, quien obtuvo el mayor puntaje en las pruebas de selección y se ha convertido en el candidato de los opositores al presidente electo Gustavo Petro.

Castro es del grupo político del excontralor de Bogotá Juan Carlos Granados, quien le impuso en 2016 una multimillonaria sanción a Petro por 200 mil millones de pesos, que casi lo inhabilita para ser candidato presidencial.

No se descarta que a esta candidatura terminen llegando sectores del Centro Democrático, que con la decisión del tribunal se quedaron sin candidato, pues el fallo indica que el exdirector del DNP Luis Alberto Rodríguez, que era el candidato del gobierno de Iván Duque, no puede concursar debido a que al momento de abrirse la convocatoria tenía menos de 35 años, que es lo que exige la ley.

En este pulso también entró el Partido Liberal. De hecho, según conoció SEMANA, la elección de contralor fue uno de los temas sobre la mesa en la reunión que sostuvieron el pasado fin de semana en Italia el presidente electo Gustavo Petro y el expresidente César Gaviria. Además, Julián Bedoya, quien lidera el grupo de liberales petristas, ha intentado convocar, de manera fallida, a reuniones con representantes del gobierno para hablar sobre el próximo contralor.

Esta elección resulta fundamental no solo por la importancia del cargo en discusión, sino porque están en juego las fuerzas del Congreso. Y, obviamente, una amplia burocracia.