Emmanuel Rojas, el hijo de la exsecuestrada Clara Rojas, le concedió una entrevista a SEMANA en la cual relató lo que ha significado para él la vida estos 20 años, desde el 16 de abril de 2004 cuando nació en medio de las inclemencias de la selva porque su madre estuvo ‘presa’ por las Farc durante más de seis años.
Además, Rojas —la madre— le contó a este medio detalles sobre cómo logró manejar con prudencia la vida de Emmanuel, el niño cuyo nacimiento conmovió al país y el mundo. La abogada quería protegerlo de la exposición mediática y las redes sociales.
“La realidad es que me lo propuse. Gracias a Dios, que me dio la fuerza de asumir plenamente la responsabilidad como madre, desde el día uno. Me pregunté a mí misma, ¿qué quiero para mi pequeño hijo? Me respondí: una niñez especial y tranquila, en la medida de lo posible, sin tantos altibajos (aunque por supuesto surgen cosas como se les presentan a diario a las familias, pues obvio surgen eventos que están fuera de nuestro control). Pero tuve en mente el referente de mi madre y mi padre, quienes fueron casi como magos, nos brindaron a mis hermanos y a mí, en particular, una niñez y juventud memorables, por lo cual les sigo agradeciendo a ellos y a mis abuelitos, a pesar de que ya están desde hace años en el cielo”, contó Clara Rojas.
Por supuesto, consideró la exposición mediática de la que ella fue objeto.
“La entendí, que era para el servicio del país, para intentar solucionar un problema como era el de visibilizar el drama y la tragedia del secuestro, del que, en aquella época, nadie hablaba. Visibilizar este problema fue un desafío para todos, los medios, las familias, las personas que fuimos directamente afectadas, también para la sociedad en su conjunto”, justificó.
Clara Rojas, al final, no consideró la exposición mediática como algo necesario para ella. Menos para su hijo. “Siempre fui consciente de que había linderos entre lo público y lo privado, por ello, nunca publiqué fotos personales de mi hijo en las redes sociales. Cuando asistí a eventos con amigos y familiares, les pedía que nos dejaran por fuera de las fotos. En los colegios a los que asistió, nunca autoricé fotos de mi hijo, salvo las institucionales”, narró.
También cuando le preguntaban en entrevistas por su hijo, ella, sutilmente, respondía que no era la órbita de la entrevista.
“Y mire que, al parecer, ha funcionado y es un principio que seguiré manteniendo, pues me parece sano. Claro, es difícil aprender a mantener un equilibrio, pues tampoco se trata de aislarlo. De hecho, él estando aún pequeño, recuerdo, estábamos con mi madre mirando unas revistas en las que habíamos salido ella y yo, y Emmanuel me preguntó: ‘¿Mamá, y yo por qué no aparezco?’, entonces, le pregunté si quería salir, y entendí que él también era parte de la situación, tampoco podía invisibilizarlo de una realidad, ni mucho menos esconderlo”, manifestó.
Emmanuel Rojas hoy tiene 20 años, es estudiante de Derecho y, según su relato, no percibía cómo su madre trataba de no exponerlo ante la opinión pública.
“Le confieso que yo no lo notaba mucho, sinceramente. Yo estaba feliz como estaba; no es que fuera algo que yo notara”, le confesó el joven a SEMANA.