Este primero de mayo se conmemora el Día Internacional del Trabajo, una jornada que rinde homenaje a cada una de las labores ejecutadas por los trabajadores en sus diferentes ramas, médicos, ingenieros, profesores, arquitectos, periodistas, abogados, etc.
Este día no llega solo, es común que varios sindicatos salgan a las calles a alzar su voz para pedir al Gobierno mejores condiciones laborales, debido a las largas jornadas de trabajo para algunos y los bajos salarios que siguen representándolos.
A propósito de la conmemoración, desde tempranas horas de este miércoles primero de mayo, el expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez publicó en su cuenta de X cuáles son los motivos por los que la reforma laboral no es una buena opción para los colombianos. La publicación va acompañada de un mensaje directo: “Economía directa por oposición al odio de clases”.
Para el expresidente, “la reforma laboral reducirá mucho el trabajo nocturno y de fines de semana que necesitan consumidores y trabajadores. Además, convierte cada empleo formal en un pleito. Ya hay señales de mayor desempleo en el comercio y en la construcción. La reducción de la inversión también perjudicará a los trabajadores”.
Uribe resalta que la reforma laboral se opone a la solidaridad, “pretende eliminar el contrato sindical”, el cual –de acuerdo con el exmandatario– permite a los trabajadores contratar labores de objeto de la empresa y externas, “con mejores resultados para ambos, y con sólido entendimiento”.
Así mismo, recordó que ha propuesto la prima adicional en sectores con crecimientos superiores al 4 %, “esto pondría al trabajador y al empresario a remar en la misma dirección por oposición a la conformación que estimula la reforma laboral”.
A los emprendedores no los dejó atrás, manifestó que la reforma será un obstáculo al pequeño emprendimiento “que se marchita cuando la economía va mal”.
Finalmente, el exmandatario insistió en que debe haber menos impuestos para los empleadores y mejor salario para los trabajadores, “es mejor un peso más en la inversión del empresario que en impuestos al Estado; es mejor un peso más en salarios que en impuestos al Estado”.
En cuanto a la reforma laboral, esta no sale si el Gobierno Petro, sobre todo su ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, no convence al Congreso, y esa tarea está quieta. A la funcionaria la están calificando como una “sectaria” que poco se ha prestado para el diálogo sobre ese texto.
Los congresistas están frenados esperando guiños de los empresarios, quienes siguen molestos porque la ministra Ramírez nada que los llama a concertar el contenido de ese texto, pese a que en diciembre les había prometido que se reunirían en enero. Pasaron dos meses desde ese compromiso, la cita no ocurrió y los legisladores esquivan el costo político de darle alas a una reforma que ni siquiera ha sido dialogada.
Un tercer motivo es que los ritmos del Congreso no dan para priorizar las tres reformas al tiempo, menos cuando se avecinan proyectos de ley sobre los servicios públicos y la paz total, que también van a congestionar la agenda.