El exvicepresidente Francisco Santos se refirió a la polémica que ha generado la extravagante celebración que hizo la vicepresidenta Francia Márquez cuando resultó electa. Santos afirmó que en las dos ocasiones en las que Álvaro Uribe quedó electo, y en las que él lo acompañó como vicepresidente, nunca se realizaron este tipo de eventos despampanantes.

“En las dos elecciones y posesiones de Álvaro Uribe y mía no se hicieron fiestas ni celebraciones. Al contrario, al otro día a las 6:00 a. m. el 8 de agosto estuvimos en Valledupar. No había trago y el que quisiera tomar lo compraba. La austeridad comenzaba por casa. 8 años”, aseguró el exvicepresidente.

Santos contó que Uribe siempre le dejó claro que esos recursos no eran ni de él ni de los miembros de su gobierno.

El exvicepresidente le dejó una recomendación a los nuevos inquilinos del palacio Presidencial. “Uribe siempre decía ‘estos recursos no son míos ni suyos y hay que cuidarlos y no malgastarlos’. Una lección de vida que ojalá Gustavo Petro y Francia Márquez aprendan. Si van a vivir sabroso, que sea con sus recursos. No los de los ciudadanos”, aseguró.

La crítica se da luego del escándalo que recientemente se conoció en el que la vicepresidenta, Francia Márquez, hizo una gran celebración en la Casa de Nariño con recursos públicos, por 52 millones de pesos. Con eso, se contrató un reconocido chef, dj con todos sus equipos, arreglos florales, entre otros.

La denuncia fue hecha por el abogado especialista en Derecho Público, Daniel Briceño, quien evidenció que todas las excentricidades costaron 52.453.705 de pesos del erario público.

Uno de los costos más elevados fue la comida, ya que se le pagaron 23.024.000 pesos al chef de comida del Pacífico, Rey Guerrero, quien además es muy cercano a Francia Márquez. Según Briceño, el contrato fue hecho a dedo. El menú que preparó Guerrero incluía pinchos de langostino, rollos de carne de jaiba ahumada, empanadas de camarón, entre otros.

A ese rubro se le suma otro que se destinó para decorar la Casa de Nariño con flores, que costaron 28.060.200 pesos. Una de las alertas de Briceño es que la fiesta tenía un presupuesto de 38.868.951 pesos, pero finalmente terminó costando 52.453.705 pesos.

Sobre este nuevo escándalo, hasta el momento, ha habido silencio por parte de la Presidencia. Ni la vicepresidenta Francia Márquez, ni el presidente Gustavo Petro, ni el director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Mauricio Lizcano, han contestado sobre la polémica, a pesar de que este último le dijo a SEMANA que habría un pronunciamiento sobre este nuevo caso.

A ese evento se le suma la polémica que generaron los supuestos sobrecostos de la compra de otros elementos para la Casa de Nariño para los nuevos huéspedes. En ese contrato se adquirió un televisor de 27 millones de pesos, dos televisores de 5 millones y medio y plumones de plumas de ganso de 4 millones de pesos, entre otros elementos que generaron polémica.

Varios sectores han criticado estas exuberantes compras, no solo porque sus precios son bastante elevados y se trata de adquisiciones que algunos cuestionan si son necesarias, sino que además porque Petro y Márquez llegaron al poder con la promesa del “cambio”, de la “austeridad” y de destinar los recursos a los menos favorecidos.

“Viviendo sabroso a expensas de los colombianos, a quienes van a aplastar con una reforma tributaria. ¿Cuánto de esa reforma saldrá para los caprichos del gabinete al que le gusta vivir como monarquía?”, cuestionó la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático.

En las últimas horas, en medio de la radicación del proyecto de ley que creará el Ministerio de la Igualdad, la vicepresidenta revivió su frase de campaña “vivir sabroso”. Dijo que eso quiere decir que buscarán generar mayor empleo y condiciones de igualdad en el país. “Vamos a vivir sabroso y vivir sabroso no es vivir en vagancia. Vivir sabroso es la posibilidad de lograr que la gente viva sin miedo en este país”, aseguró Márquez.