Julián Caicedo Cano, la pareja sentimental del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, tendrá que responder ante la Procuraduría Distrital de Instrucción de Bogotá, que anunció la apertura de una investigación disciplinaria en su contra por una presunta violación al régimen de inhabilidades.
Según el ente disciplinario, Caicedo habría incurrido en esta violación al haber suscrito un contrato con la Institución Universitaria Pascual Bravo, de Medellín, mientras era asesor de la dirección general de la planta global del Instituto Nacional de Vías (Invías).
Además de esta transgresión, también será investigado porque presuntamente faltó a sus funciones en su puesto como asesor en Invías, debido a que como prueba están la serie de fotos publicadas en sus redes sociales de los viajes internacionales que realizó cuando su obligación era presentarse a trabajar.
El auto de la Procuraduría indica: “Presunto incumplimiento de las funciones misionales a cargo del señor Carlos Julián Caicedo Cano, como asesor 1020 grado 08, asignado al Invías, al observarse que paralelamente al tiempo en que debía cumplir con estas, aparecen fotos de múltiples viajes nacionales e internacionales en la plataforma social Instagram”.
El documento de investigación contra Caicedo fue expedido el pasado 9 de noviembre, pero hasta este miércoles se hizo público.
El representante a la Cámara Hernán Cadavid señaló en su cuenta de X sobre el anuncio de la Procuraduría que había puesto en conocimiento del ente el pasado 7 de junio por ser múltiple contratista.
“Hoy la Procuraduría abre indagación a estos personajes que creen que pueden hacer lo que les venga en gana”, señaló Cadavid.
Dentro del documento de la Procuraduría también se resalta que la investigación a Caicedo se da por un reportaje realizado por La Silla Vacía en el que “la Universidad Pascual Bravo de Medellín, de acuerdo a la investigación, esa academia ha sido cuestionada por ayudar en las contrataciones del alcalde de esa ciudad, Daniel Quintero (hoy exalcalde)”.
Otro de los apartes resalta que lo publicado por el portal reveló que “el novio de Ricardo Roa trabajó al mismo tiempo en el Invías y en la Universidad Pascual Bravo, lo que le permitió recibir salarios al mismo tiempo, pese a que la ley prohíbe que los funcionarios públicos trabajen con entidades privadas mientras ejercen sus actividades públicas”.
Además, según el auto de investigación, la pareja de Roa también tenía otro contrato con la Empresa de Energía de Honduras, “que para el momento de su contratación estaba bajo el mando del hoy dirigente de la petrolera colombiana estatal más importante del país. En la hoja de vida del novio de Roa, además, sopesan cargos como líder de compras en Termomorichal SAS, una compañía encargada de llevar energía al proyecto Campo Rubiales de Ecopetrol”.
También mencionan que el contrato firmado por Caicedo con la universidad tuvo un valor total de $ 25.995.424, con un pago mensual de $ 6,9 millones, con el fin de hacer acompañamiento estratégico en un contrato interadministrativo celebrado entre la Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación de Medellín y el Pascual Bravo.
De la apertura de esta investigación, la Procuraduría compulsó copia a la regional de Antioquia solicitando que se investigue a Liliana Patricia Restrepo Villa, delegada del rector de la Pascual Bravo para la celebración de contratos y quien aparece suscribiendo el contrato de prestación de servicios.
Presidente de Ecopetrol, en el ojo del huracán por apartamento que le compró a petrolero
La revelación de un posible conflicto de interés por parte del presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, quien compró un apartamento cuyo dueño es una inmobiliaria de un reconocido empresario del sector de hidrocarburos, está generando preocupación entre expertos del sector de hidrocarburos y congresistas.
El representante a la Cámara por el Centro Democrático Hernán Cadavid considera que las actuaciones de Ricardo Roa han despertado polémicas, pero ninguna consecuencia.
“La primera es su responsabilidad en la gerencia de la campaña Petro, con evidente vulneración de los topes en las financiaciones. Nada le ha pasado. Terminó premiado con la gerencia de Ecopetrol. La segunda, la contratación de su pareja sentimental en distintas entidades del Estado. Tampoco hubo consecuencia alguna. La tercera y nueva, la adquisición de un apartamento en un evidente conflicto de interés con personas que tienen toda la relación contractual o de intereses económicos con Ecopetrol”, aseguró.
Este último escándalo, que fue dado a conocer por El Tiempo, se origina en diciembre de 2022 cuando Roa adquirió un lujoso apartamento de 300 metros cuadrados por 1.800 millones de pesos.
Aunque la compra la hizo a una empresa dedicada a inversión inmobiliaria, constituida en Islas Vírgenes Británicas y con una filial colombiana, se evidenció que su representante legal es Serafino Iacono, un conocido petrolero (estuvo en Pacific Rubiales) y actualmente vinculado a un proyecto gasífero con el cual Hocol, una filial de Ecopetrol, firmó un memorando de entendimiento para un posible trabajo conjunto.
Roa, a través de su oficina de prensa, informó que cuando compró el apartamento no era presidente de la empresa, desconocía que detrás de la inmobiliaria estuviera Iacono y que además el memorando de entendimiento no lo firmó él, sino la administración anterior a la suya. Roa se posesionó en el cargo el 24 de abril y el memorando se firmó el 20 de abril.